CABRA. El Ayuntamiento de Cabra ha organizado una reunión con vecinos del barrio de la Villa que se realizaba en el mediodía del jueves 1 de octubre en el salón de actos de la Casa de la Juventud. El objetivo de esta iniciativa ha sido darles a conocer los contenidos de las obras con las que se pretende dar respuesta a los problemas de estabilidad que presenta la ladera de la Villa, y que ha provocado en los últimos años graves problemas estructurales tanto en la ladera como en edificios de la zona.
A principios de este año, el Ayuntamiento de Cabra emprendía los trabajos de intervención en la ladera de la Villa dirigidos a solventar los problemas estructurales de la zona, problemas que han provocado en los últimos años desprendimientos en la ladera y daños en diversas viviendas de los alrededores de la zona de la muralla.
El Ayuntamiento encargaba las obras a la empresa pública Tragsa, dependiente del gobierno central. En la pasada primavera las obras tuvieron que ser detenidas, ante la aparición de imprevistos que dificultaban su desarrollo adecuado. Esas obras han sido retomadas hace pocos días, siguiendo las directrices del nuevo proyecto.
El ingeniero Emilio Yanes, responsable del estudio de arquitectura sevillano encargado de la elaboración del estudio geotécnico dirigido a dar solución a los problemas de consolidación de la ladera, ha sido el encargado de explicar a los vecinos los contenidos del estudio y las acciones a realizar para asegurar la ladera.
Yanes respondía a las dudas de los vecinos, y se refería a los diferentes aspectos de la nueva intervención planteada. Destacaba que no se puede tener certeza absoluta de que se asegure totalmente la zona (aún podrían surgir nuevos imprevistos durante la realización de los trabajos), aunque todo hace pensar que el nuevo proyecto es el adecuado, sobre todo basándose en situaciones similares que se han dado en otras localidades donde se ha actuado en situaciones parecidas.
El nuevo proyecto de intervención se centra tanto en la búsqueda del problema como en la proyección de una solución a la inestabilidad del borde de la ladera, buscando ante todo la salvaguarda de las viviendas y, en la medida de lo posible, todo el valor arqueológico que tiene la muralla.
En su momento el proyecto de consolidación de la muralla realizado por el Servicio de Arquitectura y Urbanismo de la Diputación (SAU) en 2014 no contemplaba la estabilidad de la ladera, sí de reconstrucción, algo a lo que se han referido los técnicos de este nuevo plan de actuación. "La primera vez que vengo a Cabra vengo porque Tragsa, me pide una opinión sobre lo que pudiera ver aquí, y evidentemente mi equipo me acompañó para ver ésto. Después me pidieron un pequeño informe que sencillamente se convirtió en una nota técnica, y en esa nota lo que decíamos es que frente a una serie de estudios iniciales, donde se hablaba evidentemente de unos problemas de inestabilidad, después se había planteado un proyecto que obviaba, que no abordaba el problema de inestabilidad. Nosotros no entrábamos en más puesto que no se nos pedía más opinión que esa, pero claro, la contradicción era patente", ha explicado Emilio Yanes.
Lo que se busca, ha explicado Emilio Yanes, es cambiar la naturaleza del terreno, propensa al deslizamiento, mediante inyecciones armadas de cemento con una serie de aditivos como la bentonita y fluidificantes para hacerlo estable. Una vez que ese suelo sea seguro y deje de presentar problemas de inestabilidad, vendrá la labor de puesta en valor.
Cuestiones derivadas de esta situación
Tras todas estas medidas quedan varias cuestiones a las que todavía no se ha dado una respuesta precisa: por un lado determinar quién se responsabilizará de los daños que se han producido en varias viviendas de las calles Tinte, Geranios y Ana de la Rosa (grandes grietas tanto en el exterior como en el interior de los edificios), en principio la única administración que ha hecho frente a los problemas de la ladera ha sido el Ayuntamiento de Cabra, que ha destinado más de un millón de euros para esta intervención, cuantía que irá destinada de manera íntegra a asegurar la estabilidad de la ladera.
Por otra parte la Junta de Andalucía, administración competente en esta zona del casco histórico, declarada como Bien de Interés Cultural, aún no se ha expresado sobre su colaboración económica para corregir la situación. Tampoco el Gobierno Central ha realizado aportación económica, ya que Tragsa, empresa pública dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, aparece únicamente como empresa contratada para la realización de las obras.
Los técnicos se han referido en relación a esta última actuación a que será necesario restituir el estado original de la ladera de la muralla, lo que origina el interrogante de si ello supondría rectificar el paseo mirador que se construyó años atrás entre la base de la ladera y la calle Tinte, así como la zona que fue desterrada en las excavaciones arqueológicas realizadas en 2000-2001.
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