CABRA. El equipo de arqueólogos de la Universidad de la Laguna (Tenerife) que realizó el año pasado las excavaciones en los enterramientos de la zona de La Beleña en Cabra ha dado a conocer la segunda campaña de trabajos que se va a desarrollar este verano.

 

Lo han hecho en el Ayuntamiento de Cabra acompañados del alcalde, Fernando Priego y del arqueólogo municipal, Antonio Moreno. Los responsables de la investigación, Dolores Camalich, profesora Titular en el Departamento de Prehistoria, Arqueología, Antropología e Historia Antigua de la Universidad de La Laguna y directora de la excavación, Ayoze Trujillo, antropólogo físico, y Dimas Martín, catedrático de Prehistoria de ese centro universitario, han explicado que tras los trabajos de prospección geofísica realizados meses atrás, los resultados arrojan la existencia de indicios de una treintena de anomalías en el terreno del área de La Beleña que podrían corresponderse con otros tantos puntos de enterramiento. 

 

Los arqueólogos han destacado que se va a intervenir en dos puntos en los que hay serios indicios de nuevos enterramientos, y la intención es realizar catas en una campaña siguiene en los demás puntos detectados para determinar la existencia de yacimientos similares. En esta ocasión el equipo investigador se ampliará con dos antropólogos forenses más.

 

Los investigadores han destacado el papel del Ayuntamiento, que financia los trabajos en colaboración con la Universidad, y la predisposición total y colaboración de los propietarios de los terrenos desde el primer momento del hallazgo.

 

Según los investigadores, este yacimiento Calcolítico detectado en mayo del año pasado supone el único hallazgo de este tipo y época en la mitad sur de la provincia. Se trataba de un enterramiento colectivo en cueva artificial, cubierto por una cámara circular abovedada de unos 3 metros de diámetro y pasillo o corredor de acceso. Los trabajos posteriores a la excavación dieron como resultado la identificación de restos de 20 individuos, hombres y mujeres de diferentes edades, en concreto de 8 mujeres, 7 hombres y el resto infantiles.

 

Se cuenta con dataciones precisas de este yacimiento , de tal modo que se estima que la antigüedad del enterramiento se sitúa en unos 5.000 años, y que fue usado durante unos 300 años. 

 

La intención es poner en valor la zona cuanto antes para facilitar que la ciudadanía pueda visitar los yacimientos y conocer el trabajo realizado en este lugar.