BALONMANO. LIGA ASOBAL. Mañana sábado, a partir de las 18.30 de la tarde, el Ángel Ximénez  se enfrenta al Blas-Gon Villa de Aranda, equipos separados por un solo punto en la clasificación general, dieciséis para los arandinos, por quince de los pontanenses.

Sin duda alguna mucho se juegan unos y otros en la localidad pontana. Una victoria de los pontanenses podría poner nerviosos a los de Villa de Aranda de cara al partido de vuelta de la Copa de Rey. Aunque este choque es de Liga, está claro que el encuentro puede valer más de dos puntos.

El conjunto burgalés, por el potencial de su plantilla y su fondo de armario, podría estar perfectamente en la zona alta de la tabla clasificatoria, pero el transcurso de la Liga lo ha situado en la zona media, aunque todo hace pensar que al final de la temporada su lugar será mucho más arriba. Todas sus demarcaciones están muy bien cubiertas, teniendo prácticamente a dos hombres por puesto. La portería está perfectamente cubierta con Javier Díaz y Javier Santana; la primera línea tiene jugadores de buen lanzamiento y calidad, como Oswaldo Dos Santos, Lasic, Diego Camino o Pazin, jugadores que pueden desequilibrar el partido en cualquier momento. En esta ocasión no estará el brasileño Patrianova, jugador importantísimo en el cuadro arandino. La segunda línea tiene un gran potencial, con Cabanas, Víctor Mejías, Roberto o Moreira. 

Enfrente tendrá a un Ángel Ximénez que sólo piensa en sumar los dos puntos.  Fernando Barbeito, salvo bajas de última hora, dispondrá de toda su plantilla para afrontar  este compromiso, al que llegan en un gran momento de juego.

Los jugadores hacen  un llamamiento a la afición para que llenen el Pabellón Municipal, y como es habitual se conviertan en el jugador número ocho. Está claro que la afición pontana se ha convertido en un elemento más del equipo.