Sí, es verdad, los funcionarios somos tontos. Somos dos millones y medio de tontos. Cuando empezó la legislatura nos quitaron la paga de Navidad y luego nos han congelado el sueldo cuatro años, no solo porque somos tontos, sino para que quede claro que el entonces nuevo gobierno del PP nos metía en vereda y nos humillaba un poco, que al populacho siempre le parece bien que se humille a esos funcionarios que en tiempos de crisis tienen la osadía de tener el empleo seguro.
Incluso hubo un ministro que sugirió que se nos quitase el tiempo que, a media mañana, dedicamos a tomar un café para seguir aguantando: es intolerable que unos tontos que ni producen ni sacan adelante el país, encima se tomen un café a media mañana, esto es, que sigan perdiendo el tiempo ostentosamente. Si son unos inútiles, por lo menos que estén pegados a la pata de la mesa de trabajo toda la mañana.
Al poco tiempo de empezar la legislatura nos quitaron los días moscosos y todas esas corruptelas que los anteriores gobiernos nos habían mantenido. Unos tontos como nosotros no tenemos derecho a tener ni un respiro para asuntos propios. El puesto de trabajo debe ser para nosotros algo así como un lugar de destierro.
También nos endurecieron las condiciones laborales en caso de enfermedad. Desde entonces, ponerse enfermo nos supone una considerable pérdida económica. El que se ponga enfermo debe pasar la enfermedad en el puesto de trabajo, si no quiere ver su ya reducido sueldo convertido en una miseria. Lo menos que se puede pedir es que un tonto no le salga caro al Estado.
Claro que....
En diciembre hay elecciones generales...
Los funcionarios somos tontos, pero somos dos millones y medio...
Quizá algún familiar nuestro, por solidaridad, vota lo mismo que nosotros...
Dicho y hecho. Dado que los funcionarios son dos millones y medio, aunque son tontos, que se les devuelvan los moscosos. Que se les devuelva la paga de Navidad a trozos. Que no se mencione nada del café de media mañana. Que se les devuelvan los privilegios. Los votos son los votos.
Así, como son tontos, en diciembre votarán al PP. Como son tontos, no se acordarán de que al principio de la legislatura se les puteó. Tampoco se acordarán de que los recortes salariales influyen en la cotización y en la jubilación. Da igual, son tontos. Hace cuatro años, el palo; ahora, la zanahoria. A cada tiempo, su afán. Seguro que no se acuerdan de hace cuatro años porque son tontos.
No puede ser sino tonto aquel que ha hecho una difícil oposición después de unos estudios, para terminar ganando un mísero sueldo y empezar a trabajar todos los días a las 8 de la mañana, cuando nosotros no hemos tenido que presentar ningun mérito, sino solo meternos en una lista del PP o del PSOE, y a partir de ahí disfrutamos de un buen sueldo y no vamos a dar una vuelta por el "trabajo" hasta las 10,00, y a eso de las 2 ya estamos con el aperitivo.
Claro que sí. Ábranse las arcas del Estado. Si antes no había dinero, ahora sí. Repártanse con generosidad doblones de oro a esos gilipollas, pero votantes. Cuando de nuevo ganemos las elecciones, ya les recortaremos hasta la respiración. La realidad es que nadie sabe si falta o sobra dinero en las arcas del Estado, y menos la oposición. La verdad no importa; lo que importa es seguir en el poder disfrutando de las ventajas de este. Los funcionarios son simplemente parte del discurso con el que engañar al pueblo, y en primer lugar a ellos mismos, ya que son tontos del culo.
Postdata.- Soy funcionario, y por tanto, tonto; qué le voy a hacer. Podéis putearme a placer. De verdad, lo que queráis.
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