Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Con cambiar una palabra en la Constitución no es suficiente

Ayer estuvimos comentando esta noticia un grupo de amigos. Pueden leerla aquí.

Resumiéndola, aunque os recomiendo leerla completa: una mujer con discapacidad visual oposita y aprueba la oposición de maestra en pedagogía terapéutica. Se traslada de Galicia a Canarias y empieza a trabajar en un Centro de Educación Especial, pero cuando llevaba poco menos de cuatro meses, una Comisión Médica valoró, basándose simplemente en su certificado de discapacidad y sin haber hablado antes con ella ni haber visto cómo trabajaba en el aula, que no era apta para desempeñar el trabajo.

Lamentablemente, no es la primera vez que ocurren casos como el de Uxía, así se llama la chica. Una persona conocida mía también vivió algo parecido, llevaba bastante tiempo trabajando en diferentes sitios como educadora de niños en guarderías y, al cabo del tiempo, llegó un Comité de Valoración y le dijo que no era apta para realizar las funciones que estaba desempeñando. Afortunadamente y tras “moverse” muchísimo a distintos niveles, ha conseguido que cambien el certificado y pongan que es apta con las adaptaciones necesarias, pero ha sufrido mucho hasta lograrlo. ¿Qué habría pasado si no hubiera tenido el arrojo de luchar?, ¿habría tenido que dejar el trabajo que llevaba realizando eficazmente y ya está?

Como podéis imaginar, leer o escuchar de primera mano casos como estos, además de ponerme de muy mala leche, hacen que me plantee qué función están realizando estos comités; ¿cómo son designados? ¿quiénes son ellos para valorar si una persona es apta o no para desempeñar un trabajo basándose simplemente en lo que ponga en un certificado, que a saber cuándo se hizo, y quedarse tan anchos? Seguramente algunos listillos en un despacho, que de esos hay muchos, y a saber lo formados que están para emitir estos dictámenes… Y como nadie controla los dictámenes que esta gente emite, pues ocurren, más de lo que nos podemos creer, casos tan sumamente graves como estos.

Y me surgen más preguntas, ¿por qué han esperado a que Uxía aprobase la oposición, empezase a trabajar y llevase cuatro meses trabajando para emitir ese certificado?, ¿nadie había pensado en esto antes?, ¿por qué nadie se ha preocupado de pensar qué adaptaciones necesitaría para poder realizar su trabajo, en vez de calificarla de no apta, con todo lo que esto supone? ¿quién repara el daño sufrido? ¿qué consecuencias sufren los dictaminadores ineficaces e incompetentes? Está clarísimo que con cambiar en la Constitución la palabra minusválido por discapacitado no está todo solucionado. El camino se cierne largo, porque lo que hay que cambiar son mentalidades de personas ancladas en un negro pasado y sin el más mínimo interés en sentir empatía.

Yo soy opositor, y cuando leo noticias como esta se me quitan hasta las ganas de seguir estudiando (pero sólo es un ratillo, no os vayáis a pensar que voy a rendirme)  porque en mi cabeza pienso: “ Es decir, que una persona con discapacidad que opta a tener una plaza en cualquier Administración,  tiene que demostrar saber del tema como cualquier otra sin diversidad funcional, aprueba (rezando para que no haya habido problemas con las adaptaciones en el examen), dispuesto a trabajar donde le den y encima tiene que vivir con el miedo de que, al cabo de un tiempo trabajando, vengan y le digan que no es apta, sin evaluarla, sin ver si realmente desarrolla su trabajo con la misma eficacia que los demás o no… ¿De verdad es justo que tengamos que pasar por esto?, ¿esta es la inclusión de la que tanto hablan los políticos?, porque yo me atrevo a decir con total seguridad que esto, desde luego, dista mucho de serlo.

Muchas son las preguntas sin resolver, y, como casi siempre, una Administración que en vez incluir a las personas con diversidad funcional, se encarga de ponerles trabas que debemos de ir sorteando cada cual como puede… Termino con una última pregunta: ¿Habrá algún día en que podamos estar tranquilos y dejemos de luchar porque se nos trate igual que al resto? Mientras tanto, aquí seguiremos, defendiendo nuestros derechos y alzando la voz cuando haga falta.