Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Una de bibliotecas, las de nuestros pueblos

Llevo tiempo sin escribir, sin aparecer por estas páginas de este periódico que siempre me brinda la oportunidad de estar, opinar, aparecer o desaparecer.

También llevo una buena temporada sin rozar las hojas de un libro nuevo, un buen libro, de esos que te desconectan de la realidad, te transportan a tu mundo interior solitario, te permiten tomarte tu tiempo. Mientras activas tus sentidos, como es oler sus hojas que despiertan a la vida, pasar sus hojas impolutas, colocar ese marcapáginas entre quehaceres que nos interrumpen nuestros momentos de lectura.

Sensaciones de añoranza pues ya tengo una edad, intentando ir adaptándome a los nuevos tiempos y sus exigencias digitales por obligación, por trabajo, por curiosidad en parte, por mera adaptación al tiempo que vivimos. Un tiempo que corre demasiado rápido para mí, creo que para todos, lo digamos o no, lo pensemos o no...

Este ir en el razonamiento humano intentando comprender los cambios informáticos, digitales, on line o de la inteligencia artificial que va dominando nuestra vidas y acciones. En ocasiones me causa angustia, me da algún que otro cogotazo por desconocimiento, me produce miedo. Siempre somos susceptibles al robo de datos o la estafa. Nos hace más vulnerables a las personas, nos exige consultar tutoriales por Internet o pedir ayuda a nuestros allegados, o simplemente claudicar y admitir que no sé, que no quiero mas trabas sociales en una sociedad cada vez más online...

Volviendo al tema de la lectura, personalmente yo no logro alcanzar con otros soportes informáticos y móviles más actuales como el libro electrónico o las lecturas digitales en Tablet o teléfono el placer que siento con un libro impreso.

Es cierto que en la logística de nuestras casas, la falta de espacio, la acumulación de trastos necesarios e inútiles nos desborda. Y que los libros que no son de papel nos permiten contener en poco espacio una cantidad casi ilimitada de información, de títulos, le lecturas que van y vienen con nosotros con versatilidad.

Los soportes informáticos digitales con acceso Internet nos facilitan el intercambio entre lectores de múltiples títulos, noticias, vídeos con un mero enlace compartido. Nos permiten descargar muchos títulos de bibliotecas online de manera gratuita. Almacenar en la nube infinidad de coas. Hasta comprar novedades literarias en unos minutos con la apertura de una búsqueda en una página o editorial, en un breve recorrido de pantallas, abriendo sus ventanas con tres golpes de ratón y una tarjeta para hacer el pago, ya tienes tu selección libresca hecha.

Hoy más que nunca desde la intimidad de nuestro terminal informático somos piratas de música, de libros u otros productos que forman parte de nuestro estilo de vida capitalista. Aunque sabemos que es ilegal e ilegítima esta práctica, pues atenta contra la propiedad intelectual de su autor/a, contra la economía de una industria, la practicamos sin demasiado escrúpulo. Y aunque muchas veces se comparten y descargan contenidos bajo el argumento de solo de compartir con amigos o familiares, en pequeños círculos, no es por ello menos delito.

En los tiempos que corren, en este final de octubre donde tantas celebraciones coinciden, resaltaré una que viene que esta institucionalizada desde 1997, donde cada 24 de octubre celebramos el Día Internacional de las Bibliotecas. Con esta fecha anual se busca destacar la importante labor de estos centros, los edificios que cobijan o protegen y albergan sus obras, los conocimientos y creencias humanas de siempre, hasta las más actuales.

Las bibliotecas desempeñan un papel fundamental en la promoción de la alfabetización y el amor por la lectura desde niños, aunque ya de mayores se usen otros soportes técnicos para la lectura y/o el estudio. Las bibliotecas de nuestros pueblos y ciudades ofrecen programas y recursos gratuitos para todas las edades con el fin de mejorar las habilidades de alfabetización y fomentar el aprendizaje permanente. Nos permiten conectar almas inquietas en los clubes de lectura que en ella habitan. Leer nos hace recordar, conocer y aprender.