ALMEDINILLA.
La procesión del Nazareno y las casetas de feria se vieron desbordadas desde las primeras horas de la noche hasta la madrugada del domingo.
Si el día grande de feria amaneció con cierta tibieza y retraso en la carrera de cintas a caballo en el Coliseo con la participación de solo siete jinetes de los que fue ganador Pedro Jiménez y posterior paseo de caballos por el ferial, hay que decir que esta pereza fue muy pasajera, ya que a las 13:00 la iglesia de San Juan Bautista se llenó de feligreses y devotos del Nazareno en la celebración de la solemne misa concelebrada en honor de Jesús Nazareno. Celebración eucarística que fue presidida por el Rector del Seminario Conciliar de San Pelagio de Córdoba, Antonio Prieto Lucena, al que acompañaron siete sacerdotes de la zona y el grupo flamenco “Acebuche” de Carcabuey. Este grupo también actuó unas horas más tarde en el recinto de la Caseta Municipal, mientras el numero público compartía y degustaba la variada gastronomía de la cocina y del servicio de ambigú. Este ambiente festivo y de convivencia también se trasladaba a las casetas privadas y a la merienda infantil y fiesta de la espuma en el Paseo Moreras.
Tras un breve receso, la feria volvió a su nivel habitual de animación con la solemne procesión de Jesús Nazareno que estuvo acompañada por las autoridades religiosas y civiles, Reina y Damas, cientos de devotos y por la Banda Municipal de Música. Como novedad hay que reseñar que el paso procesional al final del recorrido giró a la izquierda para coger la calle Alameda y presenciar la quema de fuegos artificiales musicales emplazados en el Coliseo debido a los cambios en la normativa vigente sobre estos eventos. La empresa local "Nébula. Arte en el cielo, fuego en la zarza" fue la encargada de unas bellas escenas multicolores en las que la luz, sonido e imagen del Nazareno corran como la pólvora por las redes sociales. Tras este inciso, el cortejo procesional volvió a su recorrido, siendo la plaza de la Iglesia testigo de la emoción que se vive, año tras año, con la bendición del Nazareno, el extenuado esfuerzo de los costaleros y los vivas y aplausos.
Mientras tanto, comenzaba la verbena popular en la caseta municipal animada por el “Trío Bohemia” y la “Orquesta Azahara” que una vez más embrujó a todos los asistentes con un vibrante espectáculo en el que en un momento del mismo invitó a Valeriano Ariza Malagón, padre de la vocalista Rocío, a que subiera al escenario a que cantara la legendaria canción de Carlos Cano ”María la portuguesa”.
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