Cabra
En la noche de ayer el joven cantante nerjeño de coplas, Antonio Cortés, mostró a un público entregado un gran repertorio de su espectáculo, que fue desde Ojos verdes hasta Las Habaneras de Cádiz.
Su portentosa voz y su manera particular de interpretar las historias que narran las coplas encandiló a los espectadores, en su gran mayoría de edad avanzada, que no pararon de jalearlo y piropearlo durante toda la actuación.
Con sólo cuatro músicos se bastó la garganta de Antonio Cortés para bordar una a una las puntadas copleras que tanta fama le han dado gracias al programa de televisión Se llama copla. Su último disco, Lo que a mí me está pasando, fue el eje principal del espectáculo y que augura que serán muchos los éxitos de este rumano adoptado que tanto amor profesa por su madre, así que no dejó de cantar ese Carcelero, carcelero que a ella tanto le gusta.
En su recorrido musical pasó por la clásica María de la O y llegó hasta los cantautores Luis Eduardo Aute con Al Alba, las ya citadas Habaneras de Carlos Cano o La Saeta de Serrat que cerró el concierto. El público salió satisfecho.
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