FÚTBOL. TERCERA DIVISIÓN. El Lucena CF, que ayer consiguió levantar un 0-2 adverso a los diez minutos de partido ante uno de los gallitos de la categoría, el CD San Fernando, podría estar viviendo sus últimas horas de vida tras las declaraciones que ayer hacían al término del encuentro su entrenador, Juan Luis Bernal, y uno de sus capitanes, Jony Lomas.

La rueda de prensa posterior al partido sirvió más para darse cuenta de lo caótico de la situación que del propio partido, ya que el propio entrenador, Juan Luis Bernal hablaba ya en pasado, felicitando en primer lugar a los que hasta ahora han sido sus jugadores “por haber competido en todo momento con una profesionalidad por encima de lo normal, viendo la situación tan difícil que estamos atravesando”. Preguntado sobre si iba a ser su último partido como entrenador del Lucena CF, respondía que “las cosas no están como tenían que haber estado desde un primer momento, pero lamentablemente es una pena que esto esté así”, lo que indicaba que difícilmente se va a sentar en el banquillo en el próximo partido, si es que se juega.

Juanlu afirmaba que “llegamos todos al inicio de la pretemporada con una ilusión grandísima pero todo se fue diluyendo viendo que todo son incumplimientos. Al final lo que queda es el nombre del club, y los jugadores han trabajado de una manera descomunal para que así sea, con una profesionalidad fuera de lo común, lo que me hace sentirme muy orgulloso del grupo que he dirigido”. Por último, afirmaba que “hemos sufrido muchas bajas ya desde que empezamos, y en el momento en que los jugadores decidan marcharse en bloque yo presentaré mi dimisión porque aquí somos todos uno y las situaciones pueden prolongarse por un tiempo pero tienen un límite y la decisión que se tome, por muy triste que sea, la tomamos todos a una”.

Por su parte, Jony Lomas señalaba que “esta situación es para haberla visto y vivido: sin ropa para entrenar, sin balones, sin bocadillos para después de los partidos, días de calor en los que no hemos tenido ni agua para beber, sin ropa para jugar… cosas que a la gente se las cuentas y no se las cree. No podíamos pagar los pisos, los caseros nos llamaban amenazando con que nos iban a cambiar la cerradura, trajeron jugadores con la intención de estar arriba y se fueron viendo cómo estaban las cosas, teníamos que jugar con la segunda equipación del año pasado...”. A esta lista interminable de incidencias fuera de lo habitual, se unía además que “tras la reunión que hubo el jueves para ver si se había desbloqueado la situación, tuve que ser yo el que llamase y el PDM me comunicó que había llegado un nuevo embargo de la Seguridad Social que lo paralizaba todo”.

Lomas, que ya vivió una situación similar la pasada temporada, aseguraba que no le extraña la situación del club pero que Martí y Bouzón le aseguraron que “era imposible que entrasen más embargos y que estaba todo controlado, así que imagínate la cara con que nos quedamos tanto yo como nuestros compañeros y el cuerpo técnico. Habíamos puesto mucha ilusión en esto pero ya nos hemos cansado de venir aquí todos los días sin tener ni la mitad de los medios necesarios, ya que no tenemos ni fisioterapeuta, algo que, con todos mis respetos, no pasa ni en Segunda Andaluza”.

La dejadez de los directivos es tal que tras la propia reunión, Lomas se puso en contacto con ellos y le aconsejaron que lo mejor era que se fueran porque “no disponen de más dinero”, por lo que “salvo cuatro o cinco chavales que son de aquí, los demás nos vamos a marchar todos en cuanto expire el plazo que les dimos, que expira mañana (por hoy Lunes) en cuanto nos den la carta de libertad y se nos reconozca la deuda pendiente con nosotros”. Lomas se siente “apenado por la situación pero desde el club nos trasladan que quieren desprenderse de jugadores importantes para traer otros que cobren cien euros o jueguen gratis, por lo que puedo asegurar que el 90% de la plantilla no va a estar aquí el miércoles”.

Por último, cerró su alocución alegando que “la culpa es de Javier Martí y Eduardo Bouzón totalmente y al 100%. A la afición, el hecho de que no venga al campo no se le puede reprochar porque tiene toda la razón”.