ENTREVISTA. José María Molina Caballero (Rute, 1961) es poeta, crítico literario y de arte, articulista y editor. En 1989 fundó la editorial y revista literaria Ánfora Nova, una de las revistas literarias de mayor proyección internacional y de mayor relevancia en el panorama literario andaluz y español. Es Académico Correspondiente de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba y de la Real Academia de Nobles Artes de Antequera, cronista oficial de Rute y miembro del Consejo asesor del Centro Andaluz de las Letras, entre otros cargos e implicaciones en el mundo de la cultura.
Como poeta, es autor de Río de sombras (1990), Silencios rotos (1990), Convidados de piedra (1991), Un naufragio cualquiera (1993), El color de la bruma (1995), La simetría del sueño (2005), Los signos de la memoria (2008) y Señales subjetivas (2018). Como narrador, ha publicado Crónica de soledades (1992), Rute: Paisaje al Sur (1993), La isla del olvido (1994), Círculos concéntricos (1996) y Las estaciones del viento (2012). Algunas de sus obras han sido traducidas al inglés, al italiano, al portugués al rumano y al serbio.
Ha sido reconocido con multitud de premios, entre los que destacan el accésit del Premio Nacional de Poesía «Rafael Alberti-Unicaja» (1992), el Premio «Villa de Rute» de Cultura (1993), Medalla de Oro de la Subbética (en Cultura, 2010), el Premio Plaza de la Constitución (2019), Premio Cordobés del Año (Diario Córdoba, 2020) y finalista en varias ocasiones al Premio Andalucía de la Crítica.
1.- Es admirable la proyección nacional e internacional de la revista Ánfora Nova, así como los reconocimientos que tiene por ello. ¿Imaginaste que pudiera ser todo un referente literario cuando la creaste en 1989?
Verdaderamente desde sus comienzos, en el año 1989, mi ilusión y mi esperanza fue que Ánfora Nova pudiera convertirse en una publicación con proyección internacional, y creo que lo ha conseguido desarrollando su actividad con una seriedad, una constancia y una autoexigencia basadas en la calidad y singularidad de sus contenidos, que siempre han intentado incluir a un nutrido y prestigioso elenco de escritores representativos de la literatura andaluza, española y universal, que han aportado un amplio conjunto de colaboraciones inéditas, remitidas especialmente para nuestras ediciones, y aderezadas, en consonancia con nuestra línea editorial, con ilustraciones realizadas por importantes artistas plásticos del ámbito nacional e internacional.
Sin duda alguna el contar con esos cualificados colaboradores representa una seña de identidad de la revista, en la que se han incluido aportaciones inéditas de más de quinientos autores de cincuenta países, entre los que podemos destacar a los Premios Nobel: Juan Ramón Jiménez, José Saramago, Vicente Aleixandre, Rigoberta Menchú, Desmond Tutu, Adolfo Pérez Esquivel, Mijail Gorbachov, Wole Soyinka… Así como a Rafael Alberti, Mario Soares, Boutros Ghali, Miguel Delibes, Fernando Arrabal, Mario Benedetti, Antonio Buero Vallejo, Antonio Gala, Soledad Puértolas, Fernando Savater, Pablo García Baena, José Manuel Caballero Bonald, Ángeles Caso, Javier Marías, Arturo Pérez Reverte, Lawrence Ferlinghetti, José Hierro, Mempo Giardinelli, Federico Mayor Zaragoza o el premio Cervantes de 2017 Sergio Ramírez.
2.- Durante los ya treinta y dos años de vida de Ánfora Nova, ¿cuáles han sido los criterios fundamentales para mantener la calidad y la constancia de la publicación?
El hecho de que la revista Ánfora Nova se haya consolidado plenamente, a nivel internacional, como una de las publicaciones de mayor prestigio y solera de este género literario, se fundamenta en la calidad de sus contenidos y en la presentación estética de la propia revista.
Los criterios en los que se sustenta la calidad de sus contenidos se basa en varias premisas: la coherencia, la exigencia, el eclecticismo, la pluralidad y la perseverancia, que precisamente configuran la identidad de Ánfora Nova, cuyas páginas han recogido colaboraciones muy diferentes en cuanto a estilos y corrientes artísticas, promocionando la Literatura y el Arte como principio y fundamento de su trayectoria.
Precisamente la combinación de textos literarios de relevancia (poesía, narrativa, ensayo y traducción) y de obras de creación artística como la pintura, es una de las claves que distinguen a esta publicación.
En sus treinta y dos años de trayectoria ha publicado ciento veinte números de gran repercusión internacional, en los que ha colaborado un relevante y nutrido elenco integrado por más de quinientos escritores y artistas plásticos de unos cincuenta países; entre ellos destacados premios Nobel, premios Cervantes, premios Príncipe de Asturias de las Letras, premios Nacionales de Literatura, premios de la Crítica, etc., que han participado directamente, con sus respectivas colaboraciones, en las sucesivas entregas de la revista.
Durante ese período, Ánfora Nova ha editado numerosas obras monográficas de gran repercusión internacional, como son entre otras: Ecología y Literatura, Mujer y Poesía, Narradores Hispanoamericanos de Hoy, Cine y Literatura, Juan Ramón Jiménez. Poesía y Prosa Inéditas, Universos de Paz, Derecho y Literatura, Literatura y Compromiso..., algunas de ellas coeditadas con la UNESCO, que ha participado también en su difusión internacional. Igualmente la editorial homónima ha publicado, con la misma exigencia de calidad, más de un centenar de libros agrupados en las diferentes series de su colección editorial (Poesía, Narrativa, Ensayo y Separatas), entre los que podríamos mencionar: Ceniza de rosas, libro inédito del Premio Nobel Juan Ramón Jiménez; Universos arrabalescos, de Fernando Arrabal; Voz de vida. Voz debida, de Federico Mayor Zaragoza…
3.- Como escritor, ¿qué aspectos crees que ha de tener un buen texto literario?
Ante todo un buen texto literario tiene que presentar una buena creatividad, un adecuado manejo y equilibrio de los recursos literarios, una corrección de las estructuras gramaticales y léxicas, un buen ritmo y fluidez. A todo ello habría que sumarle la sensibilidad, la originalidad y el dominio técnico indispensables.
Pero evidentemente no es sólo una cuestión de presentar una buena redacción y utilización adecuada de los recursos literarios característicos de la poesía o de la narrativa, sino que debe de tener ese valor añadido que representa la excelencia literaria, a la que sólo se llega cuando un texto es capaz de conmover al lector y envolverlo en una atmósfera vibrante y sugerente que logre destilar emoción.
La combinación equilibrada de todos los elementos anteriores hacen que el texto en concreto tenga una notable calidad y dignidad literaria y, por consiguiente, una evidente proyección.
4.- Tu trayectoria literaria alcanzó en 2020 los treinta años. ¿Qué cambios consideras que ha habido en tu obra desde la publicación de Río de sombras en 1990?
Desde que comencé a escribir, y más tarde a publicar, siempre concebí la escritura como el cumplimiento de un destino, de una vocación placentera que me ha procurado siempre muchas satisfacciones, porque para mí en la literatura residen los enigmas del tiempo y la búsqueda de la belleza que alberga el paisaje interior de las palabras.
Lógicamente el proceso creativo que he ido desarrollando durante más de treinta años ha experimentado, como en la mayoría de los escritores, una evidente evolución, tanto en el contenido de los escritos como en la forma en los que se han ido presentando.
Las temáticas de mis primeras obras aludían a contextos y escenografías eminentemente existenciales en donde recreaba los paisajes del tiempo con sus latidos y sus huellas imborrables donde la memoria, la ausencia, el amor, la soledad, la naturaleza, los recuerdos familiares, la distancia o los espacios oníricos se constituían en sus principales ejes vertebradores. Todo ello estructurado en textos poéticos donde cohabitaban las composiciones métricas como los romances y sonetos, con versículos sin rima.
Sin embargo en los textos de mis últimos libros, quizás más metafóricos, se evidencia una mayor carga filosófica que se fundamenta en la introspección y en la reflexión profunda que realizo sobre nuestra condición humana, con sus triunfos y sus virtudes, pero también, con sus naufragios y permanentes contradicciones. Textos en los que predominan los endecasílabos blancos en los que he encontrado el soporte formal adecuado a los ritmos y cadencias que más me gustan e interesan.
En cuanto a la evolución de mi producción narrativa, he ido configurando relatos en los que predominan las características fundamentales de este género literario, y en donde destaco mi gran interés por la singularidad del texto, las tramas argumentales con finales sorpresivos, el ritmo fluido, así como por la descripción minuciosa tanto de las escenografías contextuales, como de la caracterización psicológica de los personajes que en ellas intervienen.
5.- Parece que las vacunas doblegarán poco a poco esta pandemia que sufrimos. No obstante, ¿podrá salvarnos la literatura de la situación que vivimos?
La verdad es que la lectura y, afortunadamente en mi caso, la escritura han sido mis más entrañables y certeros antídotos contra el confinamiento. Ambas han constituido, sin duda, una terapia muy efectiva.
Para mí, y supongo que también para muchas personas, la literatura puede ayudarnos a sobrellevar en gran medida la situación en que vivimos porque en ella podemos encontrar una de las actividades más placenteras y enriquecedoras de nuestra existencia. Y, precisamente, durante el confinamiento ha sido uno de nuestros más eficaces refugios a la hora de aliviar nuestra pesadumbre.
6.- Tras más de treinta años conociendo y dando a conocer la poesía del momento, ¿cómo crees que encaja en el panorama actual lo sucedido con el premio Espasa del año pasado? ¿Consideras que otorgar a Francisco Brines el Premio Cervantes es, en contraste con el Espasa, un golpe de confianza a la poesía alejada de las modas?
Considero que la concesión del Premio Cervantes a Francisco Brines ha sido tremendamente justa y oportuna, porque se basa en criterios sólidos y objetivos como son su cualificada obra y trayectoria avalada por importantes premios y reconocimientos.
Lamentablemente este criterio anterior se está desvirtuando en los últimos años al reconocer y premiar a obras de dudosa calidad literaria, que no cumplen con las exigencias y características que ha de tener un buen libro poético o narrativo, amparándose más en criterios mercantilistas y de presencia mediática del autor galardonado, como es el polémico caso del último Premio Espasa de Poesía.
7.- Cuando volvamos a la normalidad, sobre todo, en lo cultural, ¿qué es lo que más deseas hacer de nuevo?
Volver a disfrutar con normalidad de los espectáculos culturales, conciertos, lecturas poéticas, exposiciones de arte, paseos… Viajar y visitar amigos y ciudades… En definitiva el poder gozar de nuevo de todo lo que nos ha ofrecido nuestro contexto social y cultural, y que lamentablemente hemos perdido durante el ya largo confinamiento.