Lucena

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Un colectivo de trabajadores/as de la empresa pública Aguas de Lucena SL. están en desacuerdo por la valoración de sus puestos de trabajo

LABORAL. El colectivo de trabajadores en desacuerdo con el preacuerdo suscrito entre la Consejera Delegada representante de la empresa Aguas de Lucena y el Delegado Sindical de la misma, que representamos el 40% de los empleados de la empresa municipal “AGUAS DE LUCENA S.L.”, de titularidad íntegramente municipal, queremos informar a la opinión pública de los siguientes hechos:

Desde año 2017 ha sido intención de las diferentes corporaciones municipales y así lo han manifestado y acordado de forma reiterada, la equiparación de las condiciones de trabajo y retribuciones de los trabajadores de Aguas de Lucena S.L. con el resto de empleados públicos de nuestro Ayuntamiento. Así queda recogido en el preacuerdo con el lema “igual trabajo, igual salario y condiciones de trabajo”.

En el año 2022 se inició el procedimiento de negociación del nuevo convenio y dentro del mismo, la VPT (Valoración de puestos de trabajo) que viene a establecer la equiparación salarial acordada por el Consejo de Administración y la parte social.

La mesa de negociación acordada para la negociación presentó al Consejo de Administración un preacuerdo de valoración que fue aprobado por la empresa y sometido a debate e información de los trabajadores, y en este sentido, queremos manifestar nuestro más profundo desacuerdo con el aludido preacuerdo, dado en a nuestro criterio el procedimiento seguido y el contenido del mismo está plagado multitud de irregularidades y vulneraciones de los derechos fundamentales de muchos de los trabajadores afectados por dicho preacuerdo.

Esta vulneración comienza irónicamente con la actitud de nuestro Delegado de Personal, que aunque elegida democráticamente entre todos los que formamos el personal de Aguas de Lucena S.L. parece haber actuado hasta ahora, más en beneficio de algunos trabajadores en concreto y en detrimento de otros, y sin ejercer, en nuestra opinión, con la debida deontología sindical, las funciones que la legislación laboral le atribuye.

Éste ha llegado a tener una actitud beligerante y hostil hacia los trabajadores de la empresa, o al menos hacía ese porcentaje de casi un 40% de la plantilla, que estamos disconformes con el acuerdo que suscribe en nuestro nombre como legítimo representante que es en la mesa de negociación, sacrificando a una parte de la plantilla para beneficiar a otra parte de la misma.

Actitud que ha llegado a provocar la dimisión de un miembro de la mesa negociadora e integrante del Consejo de Administración, tal y como indicaba él mismo en su carta de dimisión, que transcribimos literalmente: “…que esta se produce por la negativa de la parte sindical a querer revisar el preacuerdo existente”.

En la única reunión informativa del preacuerdo firmado y mantenida con nuestro Delegado de Personal, hemos tenido que escuchar y aguantar de manera despótica y prepotente frases como “habéis faltado el respeto al gerente que es el que manda”, “esto es lo que hay y punto” provocando una situación esperpéntica impropia de un representante sindical garante de los derechos de sus representados y desde luego totalmente alejado de la defensa de sus compañeros/as de trabajo trabajadores.