POLÍTICA. Broche de oro en Izquierda Unida a las Jornadas sobre Política Municipal que se han celebrado este fin de semana, organizadas por la asamblea local de Lucena. Los dos pesos pesados de la formación han clausurado con sus palabras las distintas actividades que se han celebrado durante el sábado y el domingo. Un flamante Alberto Garzón se presentaba ante la audiencia de 200 personas del Palacio Erisana convertido oficialmente, apenas 24 horas antes, en el candidato de IU a la Presidencia del Gobierno.
Su antecesor en la tribuna el coordinador general de IULV-CA y candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía, Antonio Maíllo, muy emocionado de estar en su ciudad y con el recuerdo familiar muy presente en su discurso, dignificaba la política municipal de los alcaldes que minutos antes habían ocupado el estrado, los ediles de Medina Sidonia, Fernán Núñez, Montalbán y Bélmez dentro de esta jornada programática.
Según ha precisado el candidato autonómico en sus palabras, los políticos deben satisfacer a una mayoría social que ocupa sectores estratégicos como el agroalimentario o el industrial, que en Lucena se refieren al mueble y al aceite, con el apoyo a las explotaciones familiares y a las cooperativas para hacerlas más sostenibles, en contraposición con el modelo basado exclusivamente en el turismo.
En su discurso, Maíllo ha expuesto que una de las primeras medidas de su futuro gobierno será el respaldo a leyes que garanticen el mínimo vital del agua y la luz para las personas más desfavorecidas, además de asumir el diálogo sobre una renta básica y la reubicación de los recursos que planifiquen la sanidad y la educación.
Refiriéndose a sus socios de gobiernos en Andalucía hasta hace escasas semanas, el coordinador general ha dicho que el PSOE no ha querido apoyar una banca pública que ayudara a la financiación de autónomos, pymes y cooperativas. El lucentino asumía que en los tres años de gobierno de Andalucía, IU ha podido cometer errores, pero “ni roba, ni miente”, transformando la posibilidad de un gobierno de derechas en las anteriores elecciones, a que hoy por hoy, el PP no sea alternativa. Exponía además que con su participación en esta legislatura, IU ha evitado la corrupción en la Junta de Andalucía.
Enlazando con las primeras palabras de Alberto Garzón, Antonio Maíllo reivindicaba la fuerza de los ayuntamientos en el desarrollo local y la posibilidad de que los alcaldes sean líderes sociales capaces de generar diálogo con los agentes económicos. Y es que, el candidato a la Presidencia comenzaba diciendo que era la administración local la que mejor sabía interpretar el sentir ciudadano, siendo precisamente de los alcaldes de los que él había aprendido “pedagogía política”.
El diputado malagueño consideraba en su discurso que "es posible y necesario construir un nuevo país" y poner en marcha las políticas de izquierda contra la crisis y "contra el nuevo orden social que están imponiendo" refiriéndose al PP y a normas tan controvertidas como la ley mordaza, el nuevo código civil o el artículo 135 de la Constitución. En este sentido ha expuesto la situación del trabajo precario de la gente joven que los obliga a emigrar, ya que la economía actual sigue los dictados de las grandes empresas como la familia Botín auspiciados por los pactos ya evidentes de los populares y los socialistas. Se refería en este punto a la firma de la composición del Tribunal de Cuentas andaluz pactado por ambos grupos el mismo día de la rescisión del gobierno autonómico.
Sobre Susana Díaz indicaba que no suponía una regeneración política, ya que sigue siendo, al igual que Pedro Sánchez, la continuidad de pensamientos de Rubalcaba. Por ello, el calendario electoral de 2015 se antoja fundamental, donde “no nos disputamos gobiernos, sino la manera en que queremos vivir”, ya que el espejismo de la burbuja inmobiliaria no volverá.
Añadir nuevo comentario