Lucena
La ex concejala de Lucena (Córdoba) María José Lara ha afirmado que no tenía interés de ayudar a nadie en una oposición tras haber sido acusada por un delito de violación de secretos por, supuestamente, pasar a una conocida las preguntas y respuestas de un examen de oposición para un puesto de Técnico de Turismo.
Durante la vista oral, Lara ha manifestado que la persona, a la que supuestamente pasó el examen, E.G.M., también acusada en este mismo caso, no necesitaba ninguna ayuda porque se trataba de un concurso oposición y "ella tenía los méritos suficientes" al ocupar sin plaza el puesto de Técnico de Turismo. Además, la ex edil ha subrayado que E.G.M, destacó por encima del resto de los opositores en el supuesto práctico al que se sometió a los aspirantes como segunda prueba.
Durante la celebración del juicio, Lara ha negado, al contrario de lo que señala el fiscal en su escrito de acusación, que intentara llamar la atención de la otra procesada cuando se encontraba fumando en la puerta del Ayuntamiento junto a otros opositores. Asimismo, ha dicho que durante la mañana del día 2 de octubre de 2007, cuando supuestamente ocurrieron los hechos, no habló con ella por teléfono y no le dio las preguntas y respuestas, puesto que no tenía el examen definitivo.
Por su parte, E.G.M. ha declarado que una compañera de Presidencia del Ayuntamiento de Lucena (Córdoba) fue en su busca cuando se encontraba fumando en la puerta del Ayuntamiento para que encendiera el teléfono porque la estaban localizando. Puesto que ella pensaba que podría tratarse de su entonces jefa de área, María José Lara, la llamó, pero se puso otra compañera.
En ese momento, debido a que en pocos minutos iba a empezar el examen, decidió entrar en el baño, pero ha negado que le pasaran las preguntas y respuestas, ya que además se preparó las oposiciones, tenía méritos suficientes y con haber sacado un cinco en la prueba hubiera aprobado.
Sin embargo, una opositora, testigo de lo ocurrido, ha manifestado durante la vista oral que María José Lara se asomó por unas escaleras del Ayuntamiento, para llamar la atención de alguien del exterior. Ella se fue, pero inmediatamente bajó una chica que le pidió a E.G.M. que encendiera el móvil porque la estaban llamando al móvil. Ante esto, la procesada conectó el teléfono y se dirigió hacia los aseos.
La testigo la siguió hasta los baños, entró en el departamento contiguo al que se encontraba la acusada y escuchó una secuencia de números y letras, por lo que pensó que le estaban pasando el contenido del examen. Ella comentó al tribunal lo ocurrido, aunque E.G.M. lo negó todo y dijo que había hablado con un familiar por cuestiones de salud de su hijo.
Finalmente, un miembro del tribunal examinador ha declarado que la mayor parte del borrador del examen, al que tuvo acceso María José Lara, fue el contenido final de la prueba, si bien ha precisado que el examen definitivo lo tenía él y era complicado que se pasara a nadie.
Por estos hechos, el fiscal pide en su calificación provisional de los hechos para María José Lara dos años de cárcel con la inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena e inhabilitación especial para empleo o cargo público durante cuatro años.
Para la procesada E.G.M., solicita tres años y medio de cárcel, con la inhabilitación especial para el ejercicio del derecho sufragio pasivo durante el tiempo de la condena.
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