Las bajas por este tipo de problemas tienen una duración media de 88 días, más del doble de la media de las bajas en general
Unos 800.000 andaluces han demandado atención de su médico de familia por algún problema depresivo o de ansiedad, lo que significa que alrededor de una de cada diez personas se ha dirigido a su centro de salud por algún padecimiento relacionado con estos trastornos, según los datos dados a conocer por la consejera de Salud y Bienestar Social, María Jesús Montero, con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el 10 de octubre bajo el lema 'La depresión, una crisis mundial'.
Según la consejera, "la crisis está haciendo mella en nuestros ánimos y las dificultades para salir adelante son cada día más acuciantes y azotan a más familias", de forma que ha abogado por abordar esta situación desde la perspectiva de la salud mental para evitar que tenga efectos negativos en la salud de la sociedad.
Montero, que ha estado acompañada por el director del Plan Integral de Salud Mental de Andalucía (PISMA), Rafael del Pino, ha realizado un análisis de la situación actual y se ha referido al alto nivel de desempleo, al empeoramiento de la situación económica para muchas familias y al endeudamiento como factores que pueden producir o precipitar problemas de salud mental.
María Jesús Montero ha subrayado la importancia de la prevención y diagnóstico precoz de la depresión, para lo que desempeñan un papel fundamental los médicos de atención primaria en colaboración con los profesionales de salud mental. Además, la titular de Salud y Bienestar Social ha resaltado la trascendencia de la implicación del propio paciente en su recuperación. En este sentido, ha indicado que, para casos leves de depresión, existen modos de intervención que no pasan por la medicación y que pueden comportar importantes beneficios.
En este ámbito, la consejera ha destacado los resultados de los Grupos Socioeducativos de Atención Primaria (GRUSE), esto es, grupos que desarrollan acciones de prevención y promoción de la salud mental y que pivotan en torno a un trabajador social. Están compuestos por un máximo de 15 personas que intentan desarrollar habilidades personales para afrontar de la forma más saludable posible los problemas de la vida cotidiana. A finales de 2011 comenzaron a ponerse en marcha los primeros GRUSE y, hasta la fecha, han pasado por ellos más de 2.000 mujeres.
Estos grupos han comenzado a orientarse, en una primera fase, en la población femenina, ya que el 75% de las personas tratadas por problemas de depresión o similares en los centros de primaria es mujer de edades comprendidas entre los 31 y los 50 años y con cargas familiares. Según la consejera, este trabajo en grupo se ha demostrado efectivo para evitar el aislamiento social, mejorar la autoestima y el manejo de las emociones.
Como estrategia complementaria a la atención del especialista o del médico de familia también se opta por la autoayuda como abordaje esencial para ayudar a las personas afectadas por depresión. Se trata de dar a las personas en situación de dificultad herramientas para poder afrontarla desde una perspectiva de salud mental, porque en demasiadas ocasiones -según la consejera de Salud y Bienestar- se acude a la atención sanitaria para intentar hacer frente a situaciones que apesadumbran pero que pueden resolverse sin necesidad de medicalización.
La consejera ha señalado igualmente que la Junta trabaja en la edición de guías de autoayuda destinadas a usuarios y que abordarán asuntos como qué es la depresión, los antidepresivos, cómo controlar pensamientos negativos, cómo relacionarse mejor o cómo mejorar el ánimo con la actividad física. Este material se suma a un folleto en el que se ofrecen respuestas a pacientes a los que se le acaba de comunicar que podría padecer una enfermedad mental grave y a sus familiares.
Impacto de la depresión en las bajas laborales
La depresión en sus fases más crónicas y graves constituye un importante problema de salud. En la comunidad andaluza, las bajas laborales ocasionadas por trastorno mental suponen cerca del 7% del total de las bajas registradas anualmente y, de ellas, el 56,6% corresponde a problemas de depresión o ansiedad, es decir, más de la mitad de las bajas relacionadas con salud mental tienen que ver con los problemas depresivos.
Cuando este problema se cronifica es altamente invalidante y las bajas laborales por este motivo se prolongan. En este sentido, frente a los 41 días de duración media de las bajas en general, las motivadas por depresión o trastornos similares suman 88 días de media, con lo que se duplica su duración. Las bajas por problemas de salud mental en general duran de media 69 días. Además del impacto en la salud, estos datos dan una idea del elevado impacto económico que pueden llegar a suponer.
A juicio de Montero, es un buen momento para una reflexión a nivel institucional, asistencial y de concienciación de la población en general sobre la importancia de los estilos de vida (alimentación, ejercicio físico, nivel de estrés, condiciones laborales, etc.) en la incidencia de la depresión. Además, ha hecho especial hincapié en la importancia de la prevención debido al problema que estos trastornos suponen, en términos económicos, personales y de funcionamiento del propio sistema sanitario.
Balance asistencial
Durante 2011, en el marco de la aplicación del II Plan Integral de Salud Mental de Andalucía, se ha atendido a 242.766 pacientes en las 77 unidades de Salud Mental Comunitaria que existen en la comunidad autónoma, lo que representa un 3,4% de incremento en relación a la cifra de 2010 (234.709). Estos dispositivos sirven de apoyo a los profesionales de atención primaria, prestan atención ambulatoria y domiciliaria directa y se encargan de coordinar la derivación de casos a otros dispositivos más específicos cuando sea necesario. En torno a un 34% de los pacientes tratados en las unidades de Salud Mental Comunitaria presentaron trastornos relacionados con ansiedad, depresión y somatizaciones, y mayoritariamente (un 68%) se trataba de mujeres de edades comprendidas entre los 31 y los 50 años, frente al 32% de hombres.
Por su parte, las 21 unidades de hospitalización de salud mental que existen en Andalucía, y que se dedican a la atención hospitalaria en régimen de estancias cortas y al desarrollo de programas de enlace con el resto del hospital, registraron 10.275 ingresos en 2011.
Asimismo, las Unidades de Salud Mental Infanto Juvenil, en las que se han atendido en 2011 un total de 145.527 consultas, ofrecen apoyo a las unidades de salud mental comunitaria y desarrollan programas de enlace con otros dispositivos sanitarios, educativos y sociales. De los 18.734 pacientes atendidos en las USMIJ en 2011, el 69% fueron chicos frente al 31% de chicas.
En cuanto a la actividad de las 14 comunidades terapéuticas de salud mental que existen en Andalucía, donde se realiza una atención intensiva con hospitalización de media y larga estancia para pacientes con trastorno mental grave, atendieron el año pasado a 844 pacientes. En los hospitales de Día de Salud Mental se atendió a 1.783 pacientes y en las Unidades de Rehabilitación de Salud Mental, a 1.367.
Finalmente, Montero ha puesto en valor la labor de desempeñan los 2.764 profesionales que trabajan específicamente en los servicios de salud mental en la comunidad andaluza, así como la contribución de los pacientes y de sus familiares en una mejor de la calidad de estos servicios.
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