La subida del paro en agosto, aunque esperada, no debe hacer perder de vista que tenemos un 21,63% de desempleo más que hace un año y que son muchas las personas que se encuentran sin recursos, por lo que es necesario agilizar los trámites del Ingreso Mínimo Vital.
La subida del mes es de 949 personas más en desempleo, con lo que son ya 85.740 las personas desempleadas en Córdoba, era esperada, pero no por ello debe hacer perder de vista que la provincia cordobesa tiene un 21,63% más de desempleo que hace un año, lo que sigue haciendo necesario adoptar medidas contra la pérdida de empleo, entre ellas, una extensión de los ERTE, que están sirviendo para facilitar a las empresas la recuperación económica sin que ello conlleve pérdida de empleo.
El sindicato considera que el aumento del paro en el sector servicios era algo esperado en agosto y pone el acento en el incremento del colectivo sin empleo anterior en 460 personas, una subida que nos recuerda a la anterior crisis, en la que personas que no trabajaban por decisión propia se dieron de alta como demandantes de empleo cuando el resto de personas trabajadoras de la unidad familiar perdieron el suyo.
La fragilidad del mercado laboral cordobés se pone de manifiesto, un mes más, en la contratación. De los 26.313 contratos registrados solo 822 fueron indefinidos.
Las más perjudicadas por la temporalidad de la contratación son, una vez más, las mujeres, entre las que sigue creciendo el desempleo, siendo ya el 57,76% de las personas desempleadas de la provincia.
A todo ello se une la situación que están viviendo cada vez más personas trabajadoras han perdido su empleo y no tienen derecho a prestación o ya las han agotado. Por ello, CCOO reclama agilidad a los servicios sociales a la hora de gestionar la solicitud del Ingreso Mínimo Vital. Igualmente, CCOO reclama mayor agilidad en la aprobación de las prestaciones y reforzar los servicios públicos de empleo para que las prestaciones lleguen de forma eficaz y lo más rápido posible.
Por su parte CSIF teme que la subida del paro registrada en Córdoba en agosto sea el preludio de un otoño “negro” en materia laboral debido al agravamiento de la crisis sanitaria de la Covid-19 con el continuo aumento de los contagios que se ha contabilizado en las últimas semanas en nuestro territorio. Las estadísticas hechas públicas hoy por el Ministerio de Trabajo y Economía Social señalan un incremento del desempleo en Córdoba de 949 personas (+1,1%) el mes pasado respecto a julio, dejando la cifra total de desocupados en 85.740.
La presidenta de CSIF en Córdoba, Dolores Navajas, señala que el crecimiento de las personas demandantes de un puesto de trabajo se ha cebado en esta ocasión con las mujeres, que han sufrido una subida del desempleo del 1,5%, y, especialmente, con los menores de 25 años, que registraron un alza de su lista de desocupados de un 4%. “Es penoso ver mes a mes cómo nuestros jóvenes siguen sin encontrar en su tierra las oportunidades laborales que les posibiliten poder quedarse aquí”, resalta la dirigente sindical, quien también recuerda la importante precariedad que caracteriza a nuestro mercado laboral con casi un 97% de temporalidad en la contratación realizada en agosto.
La máxima responsable de CSIF lamenta el retraso de las administraciones en adoptar medidas para hacer frente al más que probable empeoramiento del mercado laboral provincial por la preocupante evolución de la pandemia y la repercusión en la economía y en el empleo del endurecimiento de las medidas adoptadas para contener los brotes que se están produciendo. “Las empresas necesitan un mayor nivel de certidumbre de sus representantes políticos con el fin de evitar que la única salida que les quede sea el cierre de sus negocios y la correspondiente pérdida de puestos de trabajo que ello conllevaría”, manifiesta Navajas. A su juicio, “los trabajadores públicos tampoco pueden ser los pagadores de esta crisis como está ocurriendo en algunas comunidades autónomas donde ya se están poniendo sobre la mesa la reducción de los salarios de sus funcionarios”.
Por otro lado se han conocido los datos del número medio de afiliados a la Seguridad Social se situó en 18.792.376 personas en agosto, lo que representa un aumento de 6.822 cotizantes respecto a la media de julio (un 0,04% más). Crece en concreto este mes la afiliación entre las mujeres, que suman 10.802 afiliados. El conjunto de afiliados hombres, por su parte, resta 3.980.
Es el cuarto mes consecutivo en que el sistema suma ocupados después del impacto de la pandemia de la COVID-19, dato especialmente relevante si se tiene en cuenta que es la primera subida media en un mes de agosto en la serie que recoge estos datos (desde 2001). En 2019, por ejemplo, se contabilizaron 212.984 afiliados menos.
Además, desde el mes de abril, el número medio mensual de afiliados ha crecido en 333.709 personas.
En términos desestacionalizados, y corregido el efecto calendario, el sistema ha registrado 232.664 afiliados más, un incremento del 1,25%, hasta los 18.796.954. Es el mayor aumento de la serie.
Gráfica de la evolución en un año: