RELIGIÓN. En una mañana plenamente otoñal, la patrona de Cabra vuelve a su santuario rodeada de cientos de personas que la han acompañado desde bien temprano, una vez concluida la eucaristía de despedida y la Virgen era cubierta para reservarla de la posible lluvia que se hizo presente en gran parte del camino.

En la tarde del sábado el obispo de Córdoba, D. Demetrio Fernández, cerraba este Año Jubilar que se ha venido celebrando en honor de la Bendita Imagen desde el pasado 6 de septiembre de 2014 y que tantos momentos históricos ha dejado para la devoción, no solo de un pueblo, sino de toda la subbética, campiña  y una ciudad como Córdoba que se rindió a las plantas de María Sanísima de la Sierra en su visita con motivo de la Magna Mariana “Regina Mater”. El prelado estuvo acompañado por el rector y consiliario Zacarías Romero,  Jesús Poyato Vicario de la capital y Rafael Castro párroco de los Remedios.

Ya en la mañana de hoy, las campanas de la Asunción repicaban cuando la Virgen salía e iniciaba su rápido recorrido por las calles de la ciudad ante la posibilidad de la lluvia. Así minutos antes de las ocho llegaba a la parroquia de San Francisco y San Rodrigo donde se cantaba la salve y el alcalde Fernando Priego le retiraba la vara de alcaldesa perpetua que ha tenido en sus manos desde su llegada el pasado día 4.  Un giro hacia el hospital y una vez enganchados los cordeles, el templete de plata con la divina serrana se perdía entre los olivos por el camino que la llevado de vuelta a su picacho sobre los hombros de sus incansables y devotos costaleros.

En el santuario se esperaba su llegada y entre vivas y palmas era depositada en el altar mayor donde tras una eucaristía de acción de gracias todos los romeros han celebrado la XLII Romería del Costalero. La Virgen de la Sierra está de nuevo en su santuario, desde allí seguirá siendo faro y guía de todos sus devotos y de toda una comarca.