CABRA. Bajo el título “Disponibilidad de la propia vida: un derecho del siglo XXI” se desarrolló un nuevo acto de la Asociación Ateneo Ciudadano de Cabra en la tarde de ayer, que contó con un buen número de asistentes muy interesados en la temática.
Estaban invitados al acto el médico tristemente célebre por el caso de las sedaciones en el Hospital Severo Ochoa de Leganés, Luis Montes Mieza, que por aquel entonces era el coordinador del servicio de urgencias, cuyo caso quedó archivado judicialmente. Actualmente está jubilado y es Presidente de la Asociación Federal Derecho a Morir Dignamente. También el doctor Carlos Parra que es miembro de la Ejecutiva Federal de dicha Asociación. El acto fue presentado por Manuel Carnerero, presidente del Ateneo y coordinado por Alejo Ortegón, actualmente concejal del PSOE en Cabra y Gestor de casos del Hospital Comarcal "Infanta Margarita", Registrador de voluntades anticipadas en dicho Hospital y Vocal del comité de Ética Asistencial de la provincia de Córdoba.
En su intervención, el doctor Montes analizó lo que supone el disponer plenamente del derecho a morir dignamente, algo que en nuestro país aún no se ha conseguido y que apeló al asociacionismo para poder dar un giro en la legislación y en nuestros representantes políticos a través de una gran demanda social. Habló de la diferencia entre eutanasia activa y suicidio asistido, así como de la inseguridad jurídica ante la que se encuentran los facultativos a la hora de aplicar tratamientos para hacer la muerte más placentera, tanto para el paciente como para los familiares.
Por su parte el doctor Parra habló de cómo se encuentra tratado jurídicamente el asunto de la muerte digna en otros países, poniendo de ejemplo a Holanda. También alabó la ley que Andalucía desarrolló, que sin ser lo que su Asociación defiende, sí se acerca y al menos da un pasito al frente. No obstante, lamentó que gobiernos progresistas que habían gobernado nuestro país no hubieran sido lo valientes que la sociedad les demandaba y hubieran legislado sin tapujos a favor de una muerte digna.
Alejo Ortegón habló del documento que cualquier persona puede solicitar y rellenar sobre su voluntad anticipada en caso de que en alguna vez se viera en el trance de vivir una situación irreversible, para que así los médicos que lo atiendan puedan aplicar una terapia para que no sufra injustificadamente ante una muerte segura.
Con varias intervenciones del público asistente, que llegaron incluso a plantear el derecho a morir cuando a cada cual le plazca, aunque en ese momento su vida no esté en riesgo, se cerró el acto.
