FLAMENCO. La 53º edición del Festival de Cante Grande “Fosforito” de Puente Genil volvió a celebrarse la noche de ayer miércoles 14 de agosto en el patio del colegio Agustín Rodríguez, evento que este año ha estado dedicado a la memoria del cantaor pontanés Pedro Lavado, uno de los grandes artistas del flamenco local. El festival volvió a contar con la presencia del maestro Antonio Fernández Díaz “Fosforito”, quien aguantó hasta el final del espectáculo, pasadas las cuatro y media de la madrugada, junto a los más de 1.100 aficionados llegados desde distintos puntos de la geografía que se dieron cita en la calurosa noche.
En un elegante escenario, obra de Mario Quero, y con un sonido magnífico, el festival acogió, “en una noche mágica”, las voces de Arcángel, David Palomar, Miguel Lavi y los locales Julián Estrada y David Pino y el baile de Yolanda Osuna, después que Puente Genil recordara a “Pedro Lavado, a uno de sus hijos más prominentes en el acervo popular, el cual desde el tablao de la Gloria o su celestial taberna, abrirá un visillo, guiñándonos en el fulgor de alguna estrella”, palabras pronunciadas por el flamencólogo Juan Ortega, presentador del festival, en la entrega de los reconocimientos que el Ayuntamiento realizó a los familiares del cantaor homenajeado.
Acompañaban al maestro “Fosforito” en el merecido homenaje, el alcalde, Esteban Morales; la concejala de Cultura y Promoción del Flamenco, Eva María Torres; la diputada provincial de Cultura, Salud Navajas, y familiares de Pedro Lavado, asistiendo también al evento los miembros de la Corporación municipal; el parlamentario de Ciudadanos por Córdoba, Emiliano Pozuelo, y distinguidos presidentes y representantes de peñas flamencas andaluzas.
Juan Ortega destacó en el festival “las voces firmes y brillantes de Julián Estrada y David Palomar; el oficio y la experiencia de Arcángel; la voz quebrada de Miguel Lavi y el conocimiento del cante de David Pino”, cantaores a los que acompañaron al toque Miguel Ángel Cortés, Manuel Silveria, Jesús Zarrias, Rafael Rodríguez, Gabriel Expósito, José Tomás y Manuel Parrilla. A todos ellos se unió el baile siempre elegante de Yolanda Osuna, acompañada por Manuel Soto, Bernardo Miranda y Jesús Corbacho al cante y Miguel Pérez a la guitarra.
Encabezaba el cartel Arcángel, “sabia conjunción de lo viejo y lo nuevo, así como dinamizador del género y autoridad acreditada como director de la Cátedra de Flamencología de Córdoba, la concesión de un Premio Grammy o la Medalla de Andalucía”. Los dos cantaores pontanense, con reconocida vitola de fama, Julián Estrada y David Pino, “evocaron y enaltecieron ante sus paisanos al genial Perico Lavado”. Jerez, tierra de promisión y arcanos duendes estuvo presente desde los primeros momentos del festival pontanés, debutando este año Miguel Lavi, “un cantaor muy apreciado y de ritmo ajustadísimo”. Todo el torrente de frescura, de garbo y salero llegada desde el barrio gaditano de La Viña, David Palomar, “uno de los artistas más seguros y valor firmísimo, poniendo fuego en la noche”. El baile, en su alta dimensión, lo puso la cordobesa de impronta clásica Yolanda Osuna, “una de la más preclara representante de la Escuela Cordobesa”.