FLAMENCO. La legendaria Plaza de San Juan de Dios, ante uno de los conjuntos arquitectónicos más imponentes del barroco lucentino, se ha vestido de gala esta tarde para recibir la escultura que la ciudad levanta a Francisco Díaz Fernández (1859-1898), artísticamente conocido como Paco de Lucena.
En el 126 aniversario de su fallecimiento, la soleá interpretada por Román Carmona abría un acto, sencillo pero emotivo, que no se han querido perder buena parte de los grandes aficionados al flamenco que tiene Lucena, que por fin salda la deuda contraída con uno de sus hijos ilustres, una figura imprescindible en la historia del flamenco que pese a encarnar una vida artística “demasiado corta” destacó por innovar en el toque de la guitarra flamenca, lo que le llevó a ser uno de los primeros concertistas de este instrumento a nivel internacional.
Desde hoy, esta escultura simboliza la recuperación de la memoria que el Ayuntamiento lucentino se ha propuesto realizar con Paco de Lucena. El escultor Francisco Javier López del Espino firma una pieza en bronce, que a escala natural represente al artista del siglo XIX de cuerpo entero en posición de pie al “Toque” de la guitarra flamenca y con una pierna encima del travesaño que une las patas de la silla de anea, característica de la época. Precisamente, la silla queda como motivo de interacción con la escultura, invitando al espectador a sentarse quedando al fondo la fachada, a modo de retablo, del antiguo hospital de San Juan de Dios.
Acompañado por una amplia representación de la Corporación municipal, el alcalde, Aurelio Fernández, ha tomado la palabra para recordar que este acto supone “un ejercicio de justicia con una figura ilustre, nacida en nuestra tierra, quizás no lo suficientemente conocida, pero que hizo historia en el difícil arte de la interpretación de la guitarra flamenca”, a lo que ha añadido que “estamos ante un tributo merecido por su contribución, con pasión y virtuosismo, a la música y al flamenco”.
Con la coordinación de la Concejalía de Patrimonio Histórico-artístico, competencia de Charo Valverde, la escultura de Paco de Lucena suma una nueva aportación de López del Espino al viario de la ciudad. El artista, apasionado confeso del flamenco, tras agradecer el apoyo técnico de César del Espino, presidente de la Peña Flamenca de Lucena, en la decisión de cómo presentar la escultura, ha invitado a la ciudadanía a que “sienta de cerca la obra” porque “para mí es muy importante que esta obra vaya tomando la propia pátina del tiempo en una de las plazas de mayor solera de Lucena”.
Y ha sido así, al ritmo de tarantas y alegrías nacidas de la guitarra de Román, como Lucena fue culminando su abrazo a su guitarrista ilustre, días después de que Francisco Calzado presentara su libro biográfico ‘Paco de Lucena. De la génesis al ocaso”, un escritor que no ha podido participar en la inauguración de la escultura, pero que ha querido estar presente con un texto leído por Isidro Arroyo para recordar algunos de los principales logros de Paco de Lucena.