CABRA.   

“Masculinidades y ciudadanía: los hombres también tenemos género”, es el título del nuevo libro de Octavio Salazar Benítez, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Córdoba.

El autor egabrense presentaba este nuevo trabajo junto a la ex ministra de Cultura, Carmen Calvo, en el Patio de Cristales del IES Aguilar y Eslava en la tarde del viernes 14 de junio.

Según Octavio Salazar, este libro es una consecuencia lógica del trabajo de investigación que realiza en los últimos años sobre el principio de igualdad de género, los derechos de las mujeres y el avance de los mismos en la historia de la Democracia, poniendo el foco de atención en los hombres para determinar el papel de lo masculino en la lucha por la igualdad, y destacando que los hombres han de tener un papel en esa cuestión que hasta ahora no han tenido.

Esta reflexión lleva al autor a intentar realizar un repaso por la construcción social, política y económica que se ha realizado desde el predominio de lo masculino, así como los elementos que sería necesario modificar para hacer una realidad la igualdad de género, haciendo referencia también al resurgimiento de posiciones machistas en los últimos años.

Para Octavio Salazar, la crisis económica está contribuyendo a la pervivencia de estructuras sociales conservadoras, “sobre todo porque están debilitando algo que es fundamental para cambiar todo ese esquema, que son las políticas de tipo social. Cuando hablamos de políticas sociales y del Estado de bienestar, hablamos fundamentalmente de igualdad y entonces lo que vemos que primero se está recortando, es todo lo que tiene que ver con la atención a situaciones de vulnerabilidad y en nuestras sociedades las más vulnerables dentro de los vulnerables, son las mujeres y siguen siendo las mujeres”.

Añade Salazar que es fundamental una reforma de las estructuras internas de los partidos políticos, ya que considera que “desde el momento en que los partidos funcionan como máquinas cerradas y oligárquicas que olvidan el mandato de democracia interna y que siguen controlados por cúpulas en este sentido también muy patriarcales y que además, se han distanciado enormemente de la ciudadanía a la que dicen representar, obviamente el meollo del cambio debería estar ahí, en los instrumentos que hasta ahora hemos considerado imprescindibles en las democracias representativas”.