CÓRDOBA.
- El coto tenía autorizado en el Plan Técnico de Caza, la captura de 12 ejemplares de ciervo macho, 10 ejemplares de ciervo hembra y jabalí sin cupo, habiendose abatido 72 ejemplares cervunos
- Los responsables de la organización trasladaron 40 reses abatidas en la Montería a otra finca cercana, sin que las mismas fueran presentadas en el lugar habilidado para el control sanitario
Esta actuación esta enmarcada dentro de los servicios que la Guardia Civil viene realizando en la zona Norte y Centro de la provincia, dentro de la “Operación Sierra”, diseñada por la Guardia Civil de Córdoba, para prevenir y erradicar los episodios de furtivismo contra especies de caza mayor y por otro lado, incrementar el clima de seguridad durante la participación de los cazadores en las diversas modalidades de caza mayor autorizadas en la provincia.
El servicio en concreto se desarrollo tras detectar, la patrulla del SEPRONA de Peñarroya, en una montería que se había celebrado en una finca de Hornachuelos, que en la “Junta de Carnes” solo se habían presentado tres jabalíes y dos ciervos y una cierva, lo cual resultó sospechoso ya que en la mancha a montear se habían instalado 93 puestos y se había batido con 26 realas, teniendo el Plan Técnico de Caza autorizado la captura de 12 ejemplares de ciervo macho, 10 ejemplares de ciervo hembra y jabalí sin cupo.
Ante ello y al sospechar los efectivos de la patrulla del SEPRONA, que pudieran quedar en el interior de la mancha monteada algunos ejemplares abatidos, decidieron inspeccionar la finca, comprobando que en las pistas donde se habían colocado las “armadas” se encontraban numerosos ejemplares de ciervos machos y hembra abatidos que no habían sido presentados en el lugar habilitado por la organización de la actividad cinegética, para el control sanitario de las reses abatidas en la montería.
Ante la posibilidad de que durante la noche o primeras horas de la mañana se pudieran sacar reses que nunca llegaron a la junta de carnes, los efectivos del SEPRONA decidieron inspeccionar nuevamente la finca, lo que permitió comprobar que el remoque en el que se había depositado el SANDACH, no se encontraba en el lugar donde había quedado estacionado, lo que vino a confirmar las sospechas que los efectivos del SEPRONA tenían.
Las gestiones practicadas permitieron conocer que la Sociedad de Cazadores organizadora de la Montería disponía de otro Coto de Caza Mayor en la zona, sospechándose que las reses abatidas excedentes de cupo pudieran haber sido trasladadas al mismo. Ante ello, decidieron inspeccionar el citado coto, lo que permitió localizar en el interior del mismo en el margen final de un camino sin salida, treinta y cuatro ciervas, cinco varetos y un venado, haciendo un total de 40 reses cervunas recientemente abatidas por disparo, que fueron intervenidas y tras ser analizadas por veterinario autorizado y declaradas útiles para el consumo, fueron entregadas en un centro benéfico.
Ante todo ello, los Guardias Civiles procedieron a instruir a los organizadores de la Montería, los pertinentes expedientes de denuncia, por infracción a la Ley 8/2003, de 28 de octubre, de la Flora y Fauna Silvestres, por efectuar un aprovechamiento abusivo de especies cinegéticas, incumpliendo el Plan Técnico de Caza aprobado para dicho coto y por dar muerte a seis varetos durante la celebración de una montería, no estando autorizada la captura de este tipo de especimenes, por razón de edad, no presentar las reses abatidas a la junta de carnes designada, exceder el cupo de reses abatidas.
Asimismo, también les fueron instruidos varios expedientes de denuncia a Ley 8/2003, de 24 de abril, de Sanidad animal, por no depositar en el lugar designado para el control sanitario, los especímenes íntegros y sin eviscerar de 56 ciervas y 4 varetos y por no depositar el SANDACH resultante de la esvisceración de las reses, en los contenedores previstos al efecto, así como por el incumplimiento de las condiciones establecidas para el transporte y la comercialización de especies cazables declaradas comercializables, dado que 40 reses encontradas en otra finca distinta a la de los hechos, se trasladaron sin cumplir ninguna de las condiciones higiénicas sanitarias vigentes en la normativa aplicable.
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