Baena

El Museo Histórico y Arqueológico Municipal de Baena ha abierto sus puertas en el restaurado edificio de la Casa de la Tercia para sacar a la luz parte del valioso patrimonio atesorado por la ciudad durante 3.500 años.

El alcalde de Baena, Luis Moreno, y el director del citado museo, José Antonio Morena, acompañados por numerosas personalidades del mundo de la cultura de la provincia, inauguraban las nueve salas del nuevo museo, cronológicamente ordenadas, comenzando por la Prehistoria y finalizando con una sala dedicada a los más destacados personajes baenenses que lleva por nombre, precisamente, a uno de sus hijos más ilustres, el escritor Juan Alfonso de Baena. 

El primer edil enunció durante el acto de inauguración que “la apertura del nuevo Museo Histórico y Arqueológico es una parte angular del ambicioso proyecto turístico BaenaCultura, al reunir piezas de incuestionable valor arqueológico como la colección de leones íberos o las esculturas romanas aparecidas en las excavaciones llevadas a cabo en Torreparedones”.

Desde que el Ayuntamiento de Baena iniciara su investigación arqueológica en 2006, el Parque Arqueológico de Torreparedones se ha convertido ya, a juicio de investigadores e historiadores, en un yacimiento referente para la historia de nuestro país gracias a descubrimientos como el del santuario o el del foro. En esa línea, Luis Moreno se mostró convencido del potencial del museo, del que dijo “está llamado a ser otra referencia para el mundo científico y el turismo de interior andaluz” al exponer en sus salas “todas esas piezas originales encontradas en Baena que tanto maravillan a los arqueólogos”.

Los exvotos de Torreparedones, una colección única en España –en cuanto a cantidad, cerca de 300 piezas, y calidad de conservación- protagonizan los restos procedentes de la civilización íbera, de la que también se conservan una interesante colección numismática. Estas monedas de época íbera sirven de antesala a otra de las grandes colecciones del museo formada por más de 2.000 monedas de todos los periodos históricos del Imperio Romano, desde la República hasta el Bajo Imperio.

En su primer día de visitas turísticas, alrededor de 300 personas pasaron por las instalaciones del Museo Histórico y Arqueológico Municipal. Las esculturas romanas fueron las que mayor atención acapararon, y en especial dos piezas: el retrato del emperador Claudio, del s. I d.C., y de la estatua thoracata perteneciente a un emperador romano. Ambas fueron halladas en la plaza forense de Torreparedones, en la zona noble de la ciudad.

El proyecto de rehabilitación de la Casa de la Tercia, del siglo XVIII, así como el proyecto museográfico, ha estado dirigido por el estudio de los arquitectos sevillanos Juan Suárez y Rafael Casado, con la participación del arquitecto baenense José Manuel Reyes.

Sala Juan Alfonso de Baena, un lujo para la ciudad

Baena tiene, además de un rico patrimonio arqueológico, monumental y artístico, un patrimonio humano y documental que necesita ser conocido para poder ser apreciado en todo su valor. Este pueblo ha gestado desde tiempos lejanos personajes ilustres cuyas obras, trascendiendo el espacio local, han sido de gran importancia en alguno de los diferentes ámbitos de la evolución humana. Desde el erudito Qasim Ibn Asbag, Al-Bayyani, hasta nuestros días muchos  personajes han destacado en diferentes campos del saber. En la Sala Juan Alfonso de Baena, resaltando a Juan Alfonso de Baena y José Amador de los Ríos por la grandeza y la importancia de sus obras, por razones de espacio, sólo se pueden exponer algunos de ellos.

Se incluyen dieciséis personajes de los cuales diez tienen su imagen en un apartado de la sala dedicado a  “Galería de retratos”. Algunas de esas imágenes se muestran por primera vez; tal es el caso de fray Diego de Ávila, Demetrio de los Ríos, Diego Manuel de los Ríos o Fernando Vázquez Ocaña. Además de estos retratos, se exhiben algunas reproducciones de cuadros cuyos autores son los propios baenenses: Diego de Monroy y Aguilera, Juan Peñalosa y Sandoval, y José Amador de los Ríos, junto a un famoso cuadro de Antonio Esquivel, “Los poetas contemporáneos. Una lectura de Zorrilla en el estudio del pintor”, que retrata un selecto grupo de intelectuales del siglo  XIX en el que aparece José Amador de los Ríos. En todos los casos, y con una intención didáctica, se muestra una breve biografía de todos los personajes.

Las vitrinas de la sala recogen algunas de las primeras ediciones de las obras más significativas de los autores baenenses, así como la reproducción de otras de muy difícil adquisición.  También se pueden observar la reproducción de documentos relativos a los personajes de la sala ilustrando su vida y obra.

Entre los libros y documentos hay algunas reproducciones procedentes del Archivo Histórico Municipal de Baena que nos enseñan momentos claves de la historia de la localidad, como el amojonamiento de la villa, la expulsión de los moriscos en 1609, una carta autógrafa del obispo que fue de Alabarracín Manuel María Trujillo o las actas que reflejan la construcción de la denominada Casa de la Tercia, donde se ubica el museo. Una de las joyas de la sala es el primer facsímil en color del Cancionero de Baena, realizado exclusivamente para su estudio y exhibición en este museo. La Hispanic Society publicó un facsímil en blanco y negro de esta importante antología del siglo XV en 1926. Salió con ciertas carencias que enseguida recogieron los expertos. De modo que en 1971 se realizó una reimpresión de la misma, pero lejos de paliar los defectos de la edición de 1929 surgieron más aún, como la falta de foliación y de ciertas notas marginales que si figuran en el original.

En esta edición facsimilar en color aparece, por primera vez, tal cual es el único ejemplar original del Cancionero de Baena existente en la Biblioteca Nacional de Francia, donde Juan Alfonso de Baena puso a salvo, cual arca de Noé, una buena parte de la poesía de la segunda mitad del siglo XIV y la primera del siglo XV.