OBRAS. Las obras de rehabilitación del convento de Santa Clara se iniciarán en los próximos días, una vez que se ha dado a conocer la empresa adjudicataria del proyecto, la montillana Antroju, que se encargará de rehabilitar el convento de Santa Clara. En concreto rehabilitación contempla arreglo de cubiertas, de estructuras, muros y humedades, y la puesta en uso como sala expositiva de una sala principal, que se accederá por la calle Pozo Dulce y un singular claustro triangular, anexo a esta sala. Un proyecto cuyo presupuesto asciende a 840.000 euros, que estará cofinanciado por los fondos europeos EDUSI, en un 80%, y en un 20% por fondos propios del Ayuntamiento.
El alcalde de Montilla, Rafael Llamas, ha querido recordar a la antigua abadesa que en los inicios de este proyecto “fue la que dio voz de alarma del mal estado en el que se encontraba este convento”, un edificio que el propio alcalde ha definido como “una joya, posiblemente el más importante de la localidad”, de 1.525, construido por los marqueses de Priego y que llega hasta nuestros días “cumpliendo en dos años su 500 aniversario”.
Según ha explicado el alcalde, “esta es la parte del convento que estaba en peor estado, a punto del colapso” pero que, finalmente, se ha podido recuperar a tiempo “como parte del compromiso de la Corporación municipal”, pero también como “compromiso personal como alcalde por recuperar el Patrimonio montillano”, algo que es posible, gracias a los fondos europeos.
El arquitecto municipal, Carlos Cobos, ha explicado que además del arreglo de cubiertas, muros y estructuras, y la puesta en uso de la sala principal y el claustro, el proyecto, redactado por el arquitecto Manuel Roldán, contempla “un acceso independiente por el patio que da a la calle Pozo Dulce” para lo que se ha trabajado con la Consejería de Cultura con el fin de “autorizar este acceso directo y contemplar la ubicación, en un futuro, de instalar un ascensor que suba a la planta alta y le dé accesibilidad al edificio”.
Cobos también ha señalado que la traza del claustro triangular objeto de la rehabilitación es de Hernán Ruiz y aunque ahora está sin uso, debido al enorme tamaño del convento, más de 6.000 metros edificados, en un momento este claustro triangular fue enfermería y también existió un molino.
Manuel Roldán, arquitecto director del proyecto ha explicado que los procedimientos que se tienen que llevar a cabo para la rehabilitación y puesta en uso de los espacios son “muy costosos”, y ha querido destacar la gran singularidad de este “claustro triangular, poco tocado” y por lo tanto, “una ventaja para que salgan a la luz las singularidades de este espacio”.