Norberto Pico Sanabria es un madrileño de 38 años, casado y padre de un niño y una niña. Trabajador asalariado, durante más de dos años ha estado desempleado aunque actualmente trabaja como administrativo.

Conocedor de nuestra provincia al haber asistido a actos políticos públicos u organizativos de su organización en Puente Genil, Cabra y Córdoba, además de por algún viaje de tipo personal a la capital, de la que nos confiesa ser gran admirador.

Sus aficiones son la lectura, conversar y viajar por España junto a su mujer y sus hijos, aunque –según nos comenta- uno de los viajes que más le ha impactado en su vida fue el que realizó hace años a Guinea Ecuatorial, “nación hermana de España” –declara-, en la que está afincada una de sus hermanas, casada con un ciudadano camerunés.

Norberto Pico, durante varios años Secretario General de Falange Española de las J.O.N.S. y desde 2011 su Jefe Nacional, es el cabeza de lista de la candidatura al Parlamento Europeo por su formación política en las elecciones de este domingo 25 de mayo, ha tenido a bien conceder una entrevista exclusiva a Sur de Córdoba.

La provincia de Córdoba está entre las 2 ó 3 con mayor nivel de desempleo de toda España y la emigración de jóvenes españoles -y no tan jóvenes- vuelve a ser una realidad, ¿qué soluciones aporta Falange para acabar con esta situación?

Hay que reindustrializar España y volver a dar oportunidades a las pymes para su crecimiento, y fomentar el cooperativismo. Todo eso pasa, en primer lugar, por la nacionalización de la Banca y por la socialización de un servicio nacional de crédito. Por otro lado, debemos recuperar nuestra soberanía económica. La entrada en el euro nos ha empobrecido y atado las manos como Estado independiente, por lo que debemos pactar la salida de éste de forma ordenada. Así mismo, España debe renegociar o cancelar la deuda externa, que nos esclaviza. También, aplicar una política fiscal más justa y equitativa. Perseguir los paraísos fiscales, como el de Gibraltar, y eliminar los impuestos “Sicav”, que sólo graban el 1% a los más ricos. Además, deben reintroducirse medidas arancelarias para apoyar y fomentar decididamente nuestra producción agrícola, ganadera e industrial y el consumo de productos españoles, creando así trabajo en Córdoba y España. Apoyamos totalmente la inversión en I+D+i y la agricultura llamada ecológica, que no es sino la tradicional de toda la vida, que se fomenten productos españoles, cordobeses, sanos y de calidad. Por último, pensando a medio y largo plazo, apostamos al máximo por una educación pública de calidad, aumentando el presupuesto dedicado a ella.

¿Qué implantación tienen en Córdoba y concretamente en el sur de la provincia?

Contamos con afiliados y agrupaciones locales en Puente Genil, Cabra, Priego, Rute, Doña Mencía y Luque, además de Córdoba capital, Hinojosa del Duque y Pozoblanco. Además hay grupos de simpatizantes por estos y otros núcleos de la provincia. No contamos con liberados ni con grandes presupuestos económicos, por lo general nuestros afiliados son personas asalariadas o pequeños autónomos que trabajan o están en situación de desempleo pero buscándose la vida, y que pagan una cuota o se quitan tiempo de la familia, de su vida personal o de la búsqueda de trabajo, para realizar campañas electorales o actividades políticas por sus ideales.

¿Cual es su postura ante el desafío "soberanista" o "separatista" de ciertas regiones españolas?

Aplicación de la ley sin complejos, empezando por el artículo 155 de la constitución, esto es, suspensión de las comunidades autónomas que sobrepasan sus competencias y que desafían al Estado y detención mediante la Guardia Civil y posterior juicio por traición a la patria de los políticos separatistas implicados. Ilegalización de formaciones políticas separatistas, tal como sucede en naciones vecinas, como Francia. En general, debemos tender a eliminar esos 17 mini-estados que son verdaderos nidos de corrupción, clientelismo y fomento de la división entre españoles. Somos defensores del municipalismo y de fomentar autonomía para las comarcas, pero con competencias administrativas, no políticas. El Estado central debe recuperar la competencia en Educación, ya que especialmente en la enseñanza de la Historia, o mejor dicho mediante su tergiversación, se ha hecho mucho daño a dos o tres generaciones de españoles. Hay que acabar con todo eso.

¿Y ante la inmigración? ¿Cual es su posición?

Cumplimiento de la ley vigente, que no siempre se lleva a cabo por complejos. Los inmigrantes son personas que, debido a la extrema necesidad que sufren en sus países de origen, se arriesgan a todo por llegar aquí y sufren mucho. Se les debe atender por pura humanidad. Pero hay que tener en cuenta que los flujos descontrolados de miles de personas, que no desean dejar su patria, son culpa de la UE, del FMI y del Banco Mundial, que se aprovechan de su situación y que acaban poniéndolos en manos de mafias. Perseguir por tanto a los mafiosos y acabar con la injusta situación de pobreza que hay en grandes regiones del mundo. No caer tampoco en discriminaciones ni hacia ellos ni hacia los españoles. Por otro lado, rechazamos de plano el racismo y el odio al extranjero, eso va contra nuestros principios morales, al mismo tiempo que pedimos que la inmigración esté organizada y controlada. Convivir con personas de otras culturas es positivo, siempre y cuando sea de forma controlada y se integren en la cultura hispánica. No puede ser esa política de puertas abiertas que durante años fomentaron el PSOE y el PP. Y respecto a la grave situación actual en Ceuta y Melilla, estamos por un cierre efectivo de fronteras, ya que éstas están para defenderse. Es puro sentido común.

Muchos de los que, en estos días, están recibiendo en su casa las papeletas para votar por correo se sorprenden de encontrar también la papeleta de Falange Española. Piensan que es cosa del pasado ¿Por qué?

Es una distorsión interesada de la realidad. Nuestro partido, pese a ser veterano -este año se cumplieron los 80 años desde su fundación- es más joven que el PSOE –fundado en el Siglo XIX- o que el Partido Comunista de España –casi centenario-. Y mucho más joven en relación a la ideología liberal de la que el Partido Popular dice ser representante, una ideología surgida en el S.XVII.

Lo moderno, lo actual, lo joven, siempre resulta atractivo. Por eso, para descalificar a sus rivales políticos unos y otros se acusan mutuamente de trasnochados o antiguos. Lo importante entonces es saber si un partido ofrece soluciones a los problemas actuales. Y Falange lo hace.

Muchos españoles les identifican con el régimen franquista. ¿Tienen algo que ver? ¿Son ustedes democráticos? ¿Aceptan la democracia y la Constitución de 1978?

El franquismo pertenece a la historia y nosotros hacemos política, estamos en el siglo XXI. La Falange de José Antonio desarrolló un pensamiento originalísimo y fecundo, alternativo a la izquierda marxista y a la derecha liberal-capitalista, que rechazaba el racismo y el totalitarismo estatalista, poniendo a la persona ante todo. Su recorrido político fue breve, en la turbulenta II República, y desapareció con el Decreto de Unificación franquista en plena guerra civil, algo que los historiadores conocen bien, reapareciendo como organización política independiente a finales de los 70. Sin ir más lejos, hace poco el profesor Joan Maria Thomas ha publicado una obra al respecto. ¿Qué si somos democráticos? En el sentido de igualdad de oportunidades, participación del pueblo y justicia para todos, lo somos muchísimo más que la actual falsa democracia, en realidad una dictadura encubierta de tres o cuatro partidos y de los bancos, sin ninguna duda. Y fíjese si respetamos la legalidad vigente, aunque no nos gusten muchas cosas de la Constitución del 78, que nuestra formación política es la más veterana registrada en el registro de partidos políticos, que supera los 4.000 partidos. Respetamos las leyes escrupulosamente y aspiramos a cambiar lo que nos parece bien de forma pacífica y legal, aunque pensamos que no hay igualdad de oportunidades para hacerlo.

¿Se identifican o tienen relaciones con alguna de las fuerzas políticas llamadas "populistas" o de extrema derecha que están en auge en Francia, Reino Unido, Grecia o Dinamarca?

No nos identificamos ideológicamente con ninguna formación política de este tipo, son varias las diferencias con nosotros, que por ejemplo rechazamos el racismo, la xenofobia y el nacionalismo exacerbado, aunque entendemos que el apoyo creciente que reciben es por el hartazgo de otros pueblos europeos con el sistema mundial de globalización capitalista occidental, que lamina la soberanía nacional de las naciones y crea injusticia social. En España de momento ese hartazgo, que también existe, se está traduciendo en un crecimiento de la abstención… pero si los españoles se liberaran de complejos y votaran la opción falangista, entonces las cosas podrían cambiar de verdad.

Ultraderecha, extrema derecha, derecha radical… ¿Cuál es la ideología de Falange Española?

Da igual el calificativo. Todos esos términos han dejado de tener una significación política para convertirse en insultos. La izquierda llama fascistas a la derecha. La derecha llama fascistas a los etarras. Son sólo descalificaciones.

Hay que huir de los encasillamientos en política. Deberíamos acostumbrarnos a analizar cada propuesta, ver si quién la propone es honrado o corrupto y en base a ese análisis decidir apoyarla o rechazarla.

Nosotros somos falangistas, nacionalsindicalistas. Patriotas, no nacionalistas. Para muchos, por nuestras propuestas económicas, somos de izquierdas. Para otros, por nuestra defensa de la unidad de la nación y del derecho a la vida, somos de derecha. Nos da igual el calificativo y el lado en el que se sitúen quienes lo colocan. Si están de acuerdo con nuestras propuestas, deben apoyarnos.

Vamos con las propuestas entonces ¿Cuáles son las suyas en estas elecciones europeas?

Presentamos una enmienda a la totalidad de la Unión Europea. Creemos que este proyecto debe liquidarse y dar paso a un nuevo marco de colaboración entre las naciones europeas. En pie de igualdad, sin imposiciones y sin estructuras burocráticas que parasiten a los estados. España debe recuperar su soberanía política, monetaria y productiva. Debe recuperar la capacidad de legislar conforme a los intereses de los españoles, no a las exigencias de Bruselas.

Son ustedes “euroescépticos”, pues.

Hay que dejar de identificar a Europa con la Unión Europea. Los españoles somos europeos, sin más. Lo somos, evidentemente, por cuestiones geográficas, pero -lo que es más importante- porque nos reconocemos en la cultura europea, de raíz cristiana. La Unión Europea es en ese sentido la “euroescéptica”, porque reniega de los valores de la tradición europea para sumirse en los contravalores de la mundialización.

Pero España ha salido beneficiada de su pertenencia a la Unión Europea

En absoluto. Los españoles hemos pagado muy caro el ingreso de España en la Unión Europea. Para ingresar en este “club” España fue obligada a desmantelar buena parte de su tejido productivo. Se cerraron industrias, se arrancaron viñedos y se sacrificaron vacas a cambio de subvenciones para fomentar monocultivos o construir casas. Resultado de esas políticas, hoy tenemos un paro cercano al 30 %. Fue el precio a pagar.

A España, como a otros países del sur de Europa, le asignaron un papel secundario dentro de la Unión Europea. Y hoy nuestro país es apenas el lugar de vacaciones o segunda residencia de los europeos del norte. Hay que poner fin a esta situación.

El lema de su campaña es “Españoles sin complejos” ¿Hay españoles acomplejados?

Si, nuestros políticos. Los del PSOE, los PP y los separatistas, claro. Ellos son los que consienten, sin protesta, que los españoles seamos tratados como europeos de segunda. Los que sonríen cuando en Europa se nos llama PIGS. Los que bajan la cabeza cuando nuestros “socios” británicos nos desafían en Gibraltar. Los que recortan derechos sociales a los españoles cumpliendo los dictados de Bruselas.

Hay que darse a valer como pueblo y sacudirse el complejo frente a Europa. España es una gran nación, llena de posibilidades. Los españoles lo hemos demostrado históricamente. Somos tan europeos como cualquier otro. O más, porque los españoles hemos incorporado a Occidente continentes enteros gracias a nuestra obra histórica: la Hispanidad.

Hay que denunciar, además, el carácter antidemocrático de la Unión Europea. El Parlamento Europeo es sólo la coartada para dar apariencia democrática a la Unión, pero en realidad las decisiones se toman en otros organismos no elegibles como es la Comisión Europea.

¿Esperan obtener representación?

Sería una sorpresa, ciertamente. Las elecciones son una lucha tremendamente desigual. Los partidos mayoritarios cuentan con presupuestos millonarios para su publicidad mientras que los grupos minoritarios debemos hacer campañas “artesanales”, con escasísimos medios. Es un contrasentido que yo, con mis impuestos, deba financiar las campañas de mis rivales políticos y que, en cambio, el partido al que represento no reciba la más mínima asignación de mi aportación a los fondos públicos. Hay que acabar con la financiación pública de partidos, sindicatos y organizaciones patronales. Que cada uno se financie con las cuotas de sus afiliados, como hacemos nosotros o, en su defecto, que se nos deje decidir a qué partido quiere financiar cada español de sus impuestos.