Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Indignación, asco y pena

Llevo un tiempo sin escribir porque en realidad era decir más de lo mismo todos los días, corrupción por todos los sitios, sacudiendo  distintos ministerios y familia del presidente, claro está, que él está a la cabeza de todos ellos.

Pero lo ocurrido la semana pasada en Valencia ha sido la gota que ha colmado mi vaso de indignación, la falta de escrúpulos, de empatía, de solidaridad, ayuda y todo lo que se le supone  que un presidente de gobierno debe hacer en casos de catástrofes como la ocurrida,  es de tal gravedad que no sé cómo no le apalearon cuando se presentó en Paiporta. Personalmente no me gusta la violencia, pero era comprensible que lo pudieran haber hecho.

Teniendo en cuenta que Pedro Sánchez  ha monopolizado los distintos estamentos del estado, medios de comunicación y sistema judicial casi al completo para mantenerse en el poder, retorciendo la constitución y obviando los artículos que no le benefician, está claro que hace y deshace a su antojo y beneficio todo lo que se le ponga por delante, sin importarle para nada la sociedad en la que vive, que no la que gobierna, ya que no ejerce como tal.   

Como los que le mantienen en el sillón son los partidos que no quieren pertenecer a España ni oír hablar de ella, aunque todos ellos quieren seguir chupando de sus ubres, pues no mandó al ejercito, preparado desde el primer día para salir en ayuda, porque donde se presentan van en representación del estado, es decir, España, y eso molesta al personal y además quita protagonismo al jefe.  No declara estado de emergencia, ni acepta ayuda de Francia y Bélgica. El protagonismo solo para él, que se basta y sobra para hacer lo que quiera, diagnosticado por los psiquiatras  como psicópata narcisista.

Según el Dr. Joaquín Sama Jefe Clínico Especialista en Psiquiatría, Neurología y Medicina Familiar y Comunitaria  dice lo siguiente: “Los psicópatas no son enfermos mentales sino individuos con una personalidad fuera de lo común, desviación que de forma habitual es fuente de problemas personales que a su vez, repercuten de forma negativa en el entorno donde viven. Innecesario es decir que cuanto mayor sea su área de influencia mayores serán los problemas que ocasione”.  “Existen diversos tipos de psicopatías. La de P.Sanchez se encuadra en el grupo B, con tipificación nosológica F60.8 (trastorno narcisista de personalidad), siguiendo el manual diagnostico y estadístico DSM-IV-TR, cuyos criterios  para este tipo de trastornos son: 1- Grandioso sentido de la propia importancia. 2-Preocupación de éxito ilimitado, poder, brillantez, etc. 3-Creerse especiales, únicos, 4-Exigencia de excesiva admiración. 5-Pretenciosidad, expectativas irrazonables de que se cumplan las aspiraciones 6- Interpersonalmente son exploradores, sacan provecho de los demás para alcanzar sus metas. 7- Carecen de empatía. 8- Con frecuencia envidian a los demás o creen que les envidian a ellos. 9-comportamiento arrogante”. Una foto perfecta. 

La conclusión que se extrae al analizar la trayectoria de Sánchez, es la imperiosa necesidad de ser admirado. Esta emoción, presente en todos los humanos, es tan intensa en él, ahí es donde radica su desviación de lo normal, que lo ha convertido en el eje principal de su vida, desarrollando un proyecto vital dirigido a satisfacerla, tarea imposible de alcanzar por ser insaciable y desorbitada su necesidad de sentirse importante.

Ante la pregunta si estamos gobernados por un psicópata, la respuesta lamentablemente, es afirmativa.

Sabiendo esto, es fácil comprender por qué no permitió Sánchez al rey que enviara  la guardia real e ir él mismo el primer día, le quitaba protagonismo. Como diría Trillo, “manda huevos” que el rey, jefe supremo de todos los ejércitos, tenga que pedir permiso a un presidente de gobierno como el que tenemos, y no pueda asumir el mando en un momento tan dramático como el que tenemos.

Está tan claro que el día y la forma de presentarse en Paiporta, todo, ha estado diseñado milimétricamente para que haya ocurrido todo lo que hemos estado viendo, incluso su huida como una rata aludiendo un presunto golpe con un palo, cosa que se ha podido ver y dicho los presentes, totalmente falsa.

Como los corifeos que le circundan ven peligrar sus mamandurrias y emolumentos tan fructíferos, perdida toda dignidad, (personalmente dudo que algunos de ellos la hayan tenido alguna vez) seguirán lanzando bulos y fango, nunca mejor, dicho sea de paso.

Con toda la artillería pesada en contra de este gobierno, ¿que más tiene que pasar para que la oposición reaccione y haga algo positivo en vez de esperar como pardillos ( ya que les engañan una vez y otra y no espabilan) que caiga la breva por su propio peso? Tan nefasto es la mala acción como la omisión. Si la sociedad de a pie sabemos, la relación con Maduro de Sánchez y ZP, la de Putin  con los independentistas, la destrucción de todo nuestro bien estar y seguridad que conseguimos varias generaciones anteriores y se ha podido disfrutar hasta la llegadas de estos vampiros políticos, imagino que los que están en primera línea política, aunque sea oposición, sabrán mucho más. ¿A qué esperan?   No salgo de mi asombro, indignación y pena.

Si la situación fuese al contrario, las calles estarían ocupadas todos los días, las redes sociales también, digo las redes porque los medios de comunicación ya dependen del gobierno, las pancartas y megafonías callejeras se podrían utilizar. Lo que no se dice ni se enseña no se conoce ni se valora y si no se dice nada, a lo mejor es que no tienen nada que ofrecer ni que decir. Entonces, ¡que el Señor nos coja confesados!