A veces vivimos momentos presentes que nos retrotraen a otros pasados de no muy buen recuerdo. Del tiempo de ‘la mili’ he recordado hoy uno: mi jura de bandera en Canarias, en una explanada inmensa y con un sol de justicia, recuerdo que éramos miles de jóvenes perfectamente adiestrados para ese día que desfilamos ordenadamente para terminar ‘besando’ la bandera de España. Entrecomillo besando porque menudo asquito, todos babeando en el mismo sitio… Bueno, yo hice el gesto, pero no la babeé, no por estar en contra de la enseña nacional, más que nada por higiene.
Y cuento esto porque dentro de un mes se va a celebrar en Cabra un acto civil de Juramento de la Bandera, y así lo ha presentado el alcalde y se puede leer en este diario. No sé a qué viene esto, me he informado un poco y fuentes muy cercanas a nuestros mandamases dicen que era algo muy demandado por los ciudadanos y que ha costado muchos años y esfuerzo lograrlo, ya que son muchas las localidades que lo solicitan. Vale, dando esas explicaciones por ciertas, aunque no creo que haya tanta demanda, estos actos castrenses pienso que se deberían de hacer en los cuarteles del ejército, no en parques públicos.
No es que yo tenga nada en contra del Ejército Español, que sé perfectamente que ya no es lo que era hace cincuenta años, es que no me gustan los ejércitos en general. Esto no significa que piense que no son necesarios, lo son, sobre todo porque el mundo no aprende de sus errores.
Pero volviendo a la bandera, o a las banderas en general, es un tema que se ha debatido muchísimo y que yo tengo clarísimo. Las banderas son iconos, emblemas, símbolos de algo: de un país, de una comunidad autónoma, de un pueblo, de un colectivo, de una cofradía, etc. Así que, como tales, representan a TODOS los que forman parte de ellas. Pero como la condición humana es como es, algunos de ellos se apropian de esos símbolos, despreciando a la otra parte que tiene en la bandera el mismo derecho de posesión.
Pongo un ejemplo clarísimo, el Partido Andalucista, hoy desaparecido por méritos propios (por mucho que ahora Rojas Marcos salga a la palestra junto a los populares), se apoderó en su día de la bandera de Andalucía, y en sus actos era la bandera de TODOS los andaluces la que ellos usaban impunemente como si fuera sólo de su propiedad. Y no se enteraban que no es lo mismo ser andalucista, que eran sólo los de ese partido, que ser andaluces, que éramos el resto, incluidos ellos. Así les ha ido…
En España la bandera lleva también mucho tiempo en manos de la derecha, se la ha adueñado cometiendo el mismo error que he relatado de los andalucistas. Esto ha creado en muchas personas de la izquierda un resentimiento hacia la bandera de España que tampoco tiene sentido, españoles somos todos, de derechas y de izquierdas, todos. La cuestión es que si yo voy con una bandera de España ya me ponen la etiqueta de ser de derechas, y la culpa de esto es solo y exclusivamente de los que se han apropiado de ella, no mía.
La actividad propuesta por el gobierno del Partido Popular de Cabra, ¿a quiénes va enfocada? Como considero a mis lectores inteligentes sé lo que habrán respondido a esta pregunta, y por eso me parece un acto fuera de lugar. Y evidentemente hablando de lugar, El Paseo de Cabra no considero que sea el sitio adecuado para hacer esa jura civil de bandera. Y que digan que por el 175 aniversario de su inauguración (del que se enteraron por el artículo de José Luis Casas en este medio) es un bonito momento para que el pueblo recuerde allí ese acto me parece indignante. Ya tuvo El Paseo durante la guerra civil su momento castrense, ahí dejo una imagen de ello, y la verdad es que no me apetece ver a los militares ocupando el salón, aquellos militares eran del ejercito golpista, me consuela que al menos este será otro ejército totalmente distinto.
Otra cosa, no entiendo que ahora se siga llamando Jura de Bandera, en un estado aconfesional el que quiera que jure y el que no que prometa, porque ya sabemos que la jura es religiosa y hay muchos españoles que no son de ninguna religión. Así que una revisión del término tampoco estaría nada mal, ahora que con la igualdad se revisa tanto la lengua.
Yo soy más español que tú, eso se lo he oído yo decir a más de un palurdo poco ilustrado y muy osado. Yo no iré a ese acto, pero ninguno de los que asistan serán más españoles que yo, eso que lo sepan, por mucho que se empeñen en adueñarse de la bandera y de todo lo español. Yo les recordaría una canción de Víctor Manuel que se titulaba precisamente, ‘Esto no es una canción’, y que decía:
Cuando hablen de la patria
no me hablen del honor,
no me cuenten batallas
ganadas cara al sol,
tal vez si me contaran
que no importa el color
ni el sexo, ni la raza
o el bando en que luchó.
Cuando hablen de la patria
no me hablen del valor,
ni jueguen con el sable,
ni tachen de traidor
al que la lleva dentro
pegada al corazón
y no anda por la calle
con ella en procesión.
Cuando hablen de la patria
no olviden que es mejor
sentirla a nuestro lado
que ser su salvador,
por repetir su nombre
no te armas de razón,
aquí cabemos todos
o no cabe ni Dios.
pd- y sigo recordando que el ejército ruso sigue en Ucrania matando civiles inocentes.