Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Los matices del gris

Cuando abrí mi cuenta de Twiter, confieso que primero seguía a políticos. Revelo con cierto rubor que comencé con Pablo Echenique y Rosa Díez, a quienes dejé de seguir al poco, porque publicaban muchas, demasiadas, estupideces. Tanto es así que aún estoy sorprendido de que la empresa no les bloquee la cuenta, especialmente por la inquina con la que escriben, de tal modo que, si se muerden la lengua, se envenenan a sí mismos. Esto me ha pasado con muchos, de distinto signo, porque no me convencen, pero esto acaba dando igual, porque Twitter es muy insolente y, pese a que yo no sigo a Pablo Iglesias o a Toni Cantó, bien que me hace ver sus tuits. Así, comprendí que no tiene mucho interés anotarse a las cuentas de alguien cuya profesión es la política, pero sí a quienes estos, los políticos, señalan con su dedo, perdón, con su tuit, a gente de otros ámbitos, incluso a gente de a pie sin oficio ni beneficio políticos, y en esto, precisamente los independentistas, con Gabriel Rufián a la cabeza, Vox y, en especial, Podemos son unos expertos; si bien, lamentablemente, estamos acostumbrándonos a estos señalamientos. Así, es contrario a la democracia que una persona perteneciente al poder legislativo te marque sin pruebas ni otro argumento que el de no posicionarte con su ideología, hacer bien su trabajo o, qué terrible, creer en la presunción de inocencia. Por ejemplo, recuérdese cómo la actual ministra de Igualdad no tuvo reparos en alterar la vida de la propietaria de un piso que se quejaba de que sus inquilinos no le pagaban el alquiler; Irene Montero demonizó a esta mujer sin escuchar siquiera su postura; o venga a la frágil memoria cómo Rufián se dedicó a desvelar el anonimato de varias cuentas de personas pertenecientes al poder judicial, actuando contra su derecho a la intimidad. No nos hemos parado a pensarlo bien, pero esto es para tener miedo, ya que, una vez te han marcado, la caterva de seguidores remata la faena con el desprecio gratuito. ¿Qué pasaría si toda la clase política hiciera esto? ¿Qué ocurriría si tuvieran más poder, con estas actitudes propias de dictadores? Pero siguen recibiendo votos, porque, desgraciadamente, hay personas que ven un mal menor en esto siempre que la dirección vaya en la contraria a sus ideas, por eso, cuando lo hace la derecha, se indigna la izquierda y, si lo hace la izquierda, se indigna la derecha; todo blanco o negro; en lugar de reclamar que alguien que haga esto debiera ser apartado de la política.

Vuelvo a decir que sigo a quienes los políticos señalan como cuentas molestas y me he dado cuenta de que, entre ellas, están las de varios jueces que se llevan la reprimenda de los primeros cuando simplemente hacen su trabajo, por ejemplo, en el caso reciente de Rocío Carrasco (es la descorazonadora política de hoy: es más importante lo que pasa en un programa del corazón de Telecinco que en una sala de un juzgado). Uno de estos jueces, José María de Pablo, elaboró un hilo sobre las leyes que ya existen, pero que los políticos se empeñan en presentar como nuevas o en anunciar que se van a hacer dando a entender que no existían. Allí mencionó que el Senado aprobó una moción para proclamar la igualdad entre hombres y mujeres, cuando ya aparece en la Constitución; la ley del «sólo sí es sí» que es algo que ya viene en el Código Penal (porque, sí y sí, un acto sexual sin consentimiento de uno u otro es delito, no sé qué asesoría tendrá la ministra de Igualdad, pero ignora muchas cosas, como lo de la mutilación genital, que también es delito que aparece en el Código Penal); el derecho a huelga no es delito, como pretendió decir Adriana Lastra, aunque no puedo evitar preguntarme por qué no propone algo, mejor, relacionado con el derecho a trabajar que anhelan muchas personas; la violación múltiple también está tipificada como delito, pero Podemos cree que no…Y también está recogido la legítima defensa, aunque Vox considere que no…

En resumen, que estamos en manos de gente de cara a la galería, que se piensa que legislar es tuitear, que anuncian legislación ya existente como nueva para que quienes la ignoran crean que son ellos quienes la han creado, cual salvadores de la moral y de la Justicia… Estamos en manos de una clase política que no entiende que hay quien miente, oculta pruebas, o que hay abogados que no hacen bien su trabajo, una clase política para lo que todo es blanco o negro… Y a estos extremos nos quieren llevar, has de ser del blanco o del negro, para hacernos olvidar que, si reflexionamos, que si se piensa, hallaremos los variados matices del gris.