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"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Cooperativas

Días pasados tuve la oportunidad de asistir en Cabra al acto de conmemoración del 75º Aniversario de la Cooperativa Olivarera Virgen de la Sierra. Decir, de entrada, y felicitar a los organizadores por el formato, orden y puesta en escena del mismo, con las intervenciones justas y con el correspondiente ágape de confraternización final.

75 años son muchos e indican que el movimiento cooperativo en Andalucía, España, y por ende en Europa, no es flor de un día. Sus antecedentes se remontan a los siglos XVIII y XIX, consolidándose en la primera mitad del XX, como entidades no públicas, donde se cuida básicamente a la persona del socio, dentro de un marco de economía social, regulado tanto por normativas europeas (constitución en 1992 del Consejo Económico y Social Europeo, por ejemplo), como dentro de la propia Constitución Española y el resto de normativas al respecto. Así lo certifican por ejemplo las leyes 27/1999 de 16 de Julio o la 5/2011 de 29 de mayo sobre Economía Social.

Cierto es que en España, en los años 40 al 70 del pasado siglo, en plena época franquista, seguramente estas entidades fueron arrastradas por la dinámica del Régimen. Aquello pasó y en la actualidad, las Cooperativas, tanto laborales, como de viviendas y de algún otro sector, son el ejemplo más fehaciente de un concepto que parece haber inventado nuestra generación, pero que ya venía de antiguo: la Economía Circular.   Los recursos, cuanto menos intermediarios, más directa sea la gestión y más atento sea el control de calidad sobre los mismos, mejor.   El respeto, tanto a los 6 valores esenciales del cooperativismo, como a los 7 principios cooperativistas, siguen siendo la base normativa de estas entidades, demostrando su vigencia y actualidad, y siendo el mecanismo que “engrasa” perfectamente su funcionamiento.

De la importancia del sector, dan idea las cifras, indiscutibles por su contundencia... 23.584 Cooperativas en toda España, de las que 17.339 son laborales y el resto para otras iniciativas (vivienda, por ejemplo), dando en total un montante de 313.469 empleos...Poco que añadir.

Sería más que conveniente, que todo este entramado, persistiera en el tiempo, con las necesarias adaptaciones a los nuevos tiempos, para lograr el reto más importante a fecha de hoy: la competitividad.

Igualmente, amén de los números, los intangibles que estas sociedades procuran, son de vital importancia. El beneficio en términos de fijación de población rural, socialización de sus miembros y formación y actualización de los mismos, son menos “medibles” quizá, pero de un beneficio para nuestras sociedades urbano-agrícolas vital para su subsistencia.

El futuro está ahí, y como siempre es incierto. Actualizar conceptos en cuanto al cultivo y la gestión de los mismos (que importante sacar al mercado las propias marcas originales), digitalización de procesos y mantenerse, como se ha venido haciendo, junto al poder político pero independiente del mismo, pueden ser vías de consideración.

Nuestro actual Ministro de Agricultura, Luis Planas, sabe de “esto” ... No en vano ha sido consejero en Andalucía y actualmente, como digo, ministro del ramo. Confiemos en que sea receptivo a los nuevos retos y desafíos del Cooperativismo, y que, en la medida de lo posible, sea un buen soporte de ayuda para dotar a nuestras Cooperativas de un amplio y esplendoroso futuro.

Siquiera otros 75 años más...