Poniendo negro sobre blanco que no milito en ningún partido político me gustaría compartir con las personas que quieran leerme la siguiente reflexión.

Como ya he dicho en artículos anteriores a los políticos se les debe exigir varias cosas esenciales, entre ellas que no sean corruptos.

La corrupción se ha implantado en nuestro país como la humedad, sigilosamente e invadiendo todo lo que se encontraba en  su camino Era vox populi que desde el último concejalillo del pueblo más remoto hasta las máximas jerarquías del país estaban pringados pero, precisamente por eso, nadie se atrevía a dar  el primer paso. También, porque se les acababa el momio y tener millones,  posesiones en el banco o fuera del país o en la barriga, que a modo de serpientes, degluten grandes animales  entrando en el sopor gratificante que da la digestión, reposando a posteriori tranquilamente a la sombra del árbol al que se hayan arrimado. Debe ser embriagador enriquecerse, sobre todo sin hacer el mínimo esfuerzo para conseguirlo, y además prontito por si dejaban el cargo antes de conseguir su propósito, porque son muchas las personas de toda condición económica, cultural y moral las que se han lucrado con esos ejercicios. 

No es cosa nueva. Se ha ido gestando y beneficiando a lo largo de bastante años atrás, pero es ahora, con este gobierno, cuando se están destapando  todos los casos de todos los partidos y de las personas que se mueven dentro de sus filas. Cierto es que han sido los medios de comunicación los que han puesto el dedo en la llaga, siendo los primeros en levantar la costra de la herida, pero también podrían haberlo hecho antes y no lo hicieron, ¿por qué?, por algo será, quizás porque a lo mejor estaban comprados o conchabados con el gobierno, o no les permitían hablar o……., pero ahora si lo han hecho, no ha habido cortapisas y se ha tirado de la manta y levantado alfombras.

Estamos en época de elecciones  todos los partidos afilan cuchillos y velan armas para intentar recopilar el mayor número de votos para seguir en el poder o bien poder alcanzarlo, aunque sea un poquillo, que el hueco se ira haciendo más grande con el tiempo.

Las encuestas dan un final tremebundo, gobierno de coaliciones  para hacer todavía más ingobernable, más inestable la maltrecha autonomía andaluza que padecemos. Somos un país que no aprende, que seguimos cometiendo los errores del pasado, que se vota por revanchismo, por rencor, por envidia, que no tiene altura de miras, somos egocéntricos, yo, yo y el del al lado que se fastidie, y así nos va. Ahora que parece que vamos saliendo poco a poco y sin  no pocos esfuerzos y privaciones del hoyo en que  nos habían sumido el gobierno anterior,  ahora que en el exterior nos miran otra vez con respeto y empiezan a considerarnos de nuevo, ahora, digo, empiezan los movimientos de la izquierda mas reaccionaria y nefasta a poner en juego algo que han venido gestando desde hace diez años por lo menos. Han estado esperando la ocasión para desestabilizar una democracia poco consolidada por joven, como la nuestra y han saltado al cuello de la política para llevarnos otra vez a la ruina. El movimiento “podemos” no nos engañemos no surge de repente, se viene cocinando a fuego lento para que el caldo resultante inunde a todos aquellos que no quieran ver la realidad.

Estos tienen ya camino recorrido, vienen con el buceo de las cloacas incorporado, y el modelo que predican y ponen en valor no puede ser más fatídico, no hay más que mirar como está Venezuela.

Debía de poder gobernar en solitario el partido más votado sin tener que coaligarse con nadie, sería más justo, al fin y al cabo es lo que hemos elegido los ciudadanos currantes que somos los que les pagamos el sueldo, no para que haciendo filigranas nos embarren y sangren de la manera que lo viene haciendo.

Considero imprescindible, aunque siempre se debe hacer, en esta ocasión más, el pensar detenidamente antes de introducir el voto en la urna, a quién vamos a dar nuestro apoyo y por supuesto no abstenerse de hacerlo ni dejarlo en blanco.