El domingo 9 de noviembre se celebró la V Asamblea de Ganemos Córdoba. La asistencia fue multitudinaria – hacía muchos años que un acto político de trabajo en la base no reunía  en la ciudad a tantas personas -, signo de la esperanza levantada.

Se debatieron dos modelos de candidaturas a las elecciones municipales de 2015: la Agrupación de Electores y la Coalición de Partidos. Salió elegido el primero tras unas presentaciones y turnos de palabra en los que hubo vehemencia, alguna crispación, contados mal modos pero también  saludos, abrazos y risas entre compañeros que defendían opciones distintas.

El lunes, el coordinador provincial de IU anunció en distintos medios de difusión que su organización no iría bajo el paraguas de la opción mayoritariamente votada. IU está en su derecho a elegir la fórmula (coalición de partidos) con la que desea presentarse a las elecciones. Quienes hemos apostado por la otra (agrupación de electores) también.

Los que no están en su derecho son los “hooligans” que autoproclamados guardianes de las esencias de una u otra idea, han aprovechado la situación para ajustar cuentas. Sobran los epítetos que los intolerantes, la mayoría de las veces amparados en el anonimato, están vertiendo en comentarios a noticias que aparecen en la red o muros de facebook. Ya está bien del soniquete “ traidores, resentidos, buscadores de cargos, vividores..” arrojado alegremente de un lado a otro.

No le demos más alegrías a Nieto y su tropa. No convirtamos nuestro desencuentro en derrota. El verdadero enemigo de la Ciudadanía cordobesa está claro como el agua: los políticos que intentan cercenar libertades, exterminar lo Público y favorecer en su gestión a unos pocos en detrimento de la mayoría.

El rival a batir es el PP y todos los partidos que defienden con los hechos el actual diseño neoliberal, nunca el compañero, la compañera de lucha, movilización y resistencia.

No cavemos ninguna fosa porque en esta tesitura hayamos optado por afrontar el combate político desde dos ópticas. Puede que la decisión nos reste fuerza o que al final, por separado, sumemos más que aunando recelos.

Dejemos las malas etiquetas para las tiendas de ropa de las multinacionales que nos mangonean. A los que llevamos mucho tiempo en la militancia activa nos faltan dedos para contar las veces que las disensiones políticas, pasadas al campo del insulto personal, han exterminado asambleas multitudinarias.

El día que la intransigencia nos haga volar las líneas rojas del respeto mutuo, no solo habríamos fracasado como alternativa política, también como personas.

IU no es el enemigo de Ganemos ni Ganemos debe serlo de IU. Si queremos coleccionar insultos no debemos preocuparnos: el nacionalcatolicismo rancio que gobierna Córdoba al silbo del obispo nos va a regalar suficientes para hacer dos colecciones. Hay de sobra para tod@s.

Las Marchas del 22M nos enseñaron que podemos ser legión sumando identidades que no renuncian a serlo. Compartimos un mismo sueño y objetivos comunes, acabar con la pesadilla que la derecha extrema ha hecho realidad en su gestión de ciudad estos nefastos cuatro años. Por ello no perdamos el tiempo gastando esfuerzos y saliva en atizarnos con el garrote para, de rebote, descorazonar a la Ciudadanía cordobesa que necesita vivir urgentemente un cambio antes de que los bárbaros anti-empresas municipales arrasen con lo Colectivo y culminen su barrabasada dejando que la Iglesia inmatricule hasta el Ayuntamiento. Siempre a mayor gloria de Dios, por supuesto.

Fijo que la noche de las elecciones municipales cuando los habitantes de la trinchera que rebosa parad@s, desahuciad@s, recortad@s, despedid@s injustamente. privatizad@s y “ocupas “consecuentes del Rey Heredia, confirmemos que se ha derrotado a lo que Nieto y el PP representan (la antítesis de la Política al servicio de la Ciudadanía), brindaremos a la par. Sin importarnos que meses atrás fuimos galgos en coalición o podencos en agrupación de electores.

Nota personal: Estuve en Convocatoria por Andalucía. He sido miembro de IU desde su fundación en 1986. Tras el pacto de gobierno con el PSOE en las últimas elecciones autonómicas dejé de participar en la actividad interna aunque mantuve la cotización. El pasado domingo comuniqué mi baja de la organización al entender que  posicionarme en las tesis contrarias a las defendidas por los órganos de dirección de IU me situaba fuera de la misma. Como no renuncio a mi pasado ni a mis ideas no puedo desearle mal alguno a un proyecto político que cobija a grandes amigos, excelentes camaradas y mejores luchadores.

Juan Rivera Reyes