CÓRDOBA.     

El secretario de Empleo y Acción Sindical de CCOO de Córdoba, Manuel Torres, ha señalado tras conocer los datos del paro del mes de marzo que la subida del 3,09% deja claro que la economía cordobesa está lejos de la recuperación y de la creación de empleo.  

El secretario de Empleo y Acción Sindical de CCOO de Córdoba, Manuel Torres, ha afirmado tras conocer las cifras del paro del mes de marzo en la provincia, que muestran un aumento del desempleo en 2.899 personas, un 3,09% más que el mes anterior, lo que deja el desempleo en la provincia de Córdoba en 96.809, que “esta subida es la consolidación de los efectos negativos que venimos anunciando desde hace meses tras las políticas del Gobierno de recortes y reformas”.

Especialmente preocupante es, también, la bajada en las cifras de afiliación a la Seguridad Social que revelan una caída de 2.909 personas en sólo un mes, lo que deja claro que el empleo en la provincia de Córdoba se sigue destruyendo. Además, no hay que olvidar que, actualmente, tan sólo 16.138 personas cobran prestaciones de desempleo contributivas, “lo que hace ver la difícil situación que viven muchas personas en Córdoba”.

Torres ha remarcado que estas políticas tan sólo han alentado el despido y la precarización laboral de la clase trabajadora como se ve claramente en el hecho de que de los 42.225 contratos que se han realizado en marzo, tan sólo 855 eran indefinidos.

La subida del paro en el mes de marzo se debe, principalmente, a la agricultura (2.977) y al final definitivo de todas las campañas agrícolas, como la del olivar que emplea en la provincia de Córdoba a un gran número de personas. Por lo demás se ha incrementado el colectivo sin empleo anterior (300), mientras que en los demás sectores se ha experimentado leves bajadas como en la construcción (-211), la industria (-128) o servicios (-86)

En este sentido, Torres ha mostrado su preocupación ante esta situación de desempleo crónico en la provincia de Córdoba y ha instado a las instituciones a que se pongan medidas concretas que incentiven no sólo la creación de empleo de calidad, sino las inversiones en infraestructuras y en industrias agroalimentarias.