ANDALUCÍA. Andalucía es uno de los mejores lugares de Europa para la práctica de la observación astronómica, debido en gran medida a la oscuridad de su cielo nocturno, principal parámetro que determina su calidad y hace que sea apto para el desarrollo de la ciencia astrofísica y de todo lo que de ella deriva.
Asimismo, la ausencia de luz durante la noche también es imprescindible para la salud humana y la preservación de la rica biodiversidad de los espacios naturales. Sin embargo, esta necesaria oscuridad se ha visto mermada en los últimas décadas por la contaminación lumínica debida al diseño y uso inadecuados del alumbrado exterior. Por tanto, la iluminación en horario nocturno debe hacer compatible la protección de las condiciones naturales de la noche con la seguridad y el confort en las zonas iluminadas.
El binomio luz/oscuridad cobra especial relevancia en nuestro territorio donde disfrutamos de un cielo nocturno de muy elevada calidad, patrimonio natural y referente para la observación astronómica a nivel internacional, que constituye un recurso científico, económico y cultural. Prueba de ello son los observatorios astronómicos de Calar Alto (Almería) y Sierra Nevada (Granada), de carácter internacional y elevado nivel científico. A este significativo capital de la comunidad autónoma se suma una red importante en extensión y en número de espacios naturales protegidos que suponen casi el 30% del territorio. En estos espacios habitan especies animales y vegetales sensibles a los efectos de una iluminación artificial inadecuada.