Los que se autocalifican como progres, ¿qué trauma tienen?, ¿por qué se empeñan en no dejar vivir tranquilamente a la ciudadanía?
El turismo en nuestro país es una fuente de ingresos importante pues gozamos de excelentes playas, arte, restauración, amabilidad en las gentes, crea puestos de trabajo… Es decir ya que no podemos considerarnos un país industrial porque las industrias precisamente no son nuestro fuerte, alegrémonos, potenciemos y hagamos al turismo su estancia lo más grata posible. Como nuestra geografía es muy variopinta podemos dar gusto al gran abanico de visitantes, pues en todos sitios encontrarán aquello que busquen e incluso se verán sorprendidos por admirar cosas nuevas que posiblemente no hubiesen imaginado.
Hasta ahora, esto se ha ido desarrollando de una manera productiva y eficiente, mejorando en todo lo posible las dificultades y carencias que se iban suscitando. Con la llegada de los progresistas al poder, parece ser que esta forma de convivencia no les es del todo grata, y prefieren otra forma de recaudar fondos para sus desmanes de distintas maneras.
Por ejemplo, en Cataluña quieren poner un impuesto a los turistas que no pernocten en la ciudad, digo yo si se deberá por desgaste del suelo urbano, o consumo de sombra, ¿les pondrán a la entrada de Barcelona una pegatina en la frente diciendo “no voy a dormir esta noche aquí”? En Mallorca los independentistas molestan con pancartas, pintadas, actos vandálicos, también en Valencia e incluso ahora, se quieren sumar los vascos, ¿se han vuelto todos locos? Bien está que el turismo destructivo, como el asistente en Ibiza de pura borrachera y destrozo inmobiliario no interesa, a ese si hay que ponerle coto, pero al pacífico que viene a dejarse su dinero, ya sea turismo interno o foráneo, ¿por qué hay que ponerles impedimentos?
Teniendo en cuenta que los que se prestan a este tipo de violencia han nacido todos en la democracia, ¿Por qué actúan de esa manera, por ignorancia, por desidia, por dinero, para reafirmar su personalidad…? ¿Qué pretenden?
En la otra punta del mapa, en Andalucía, concretamente en Córdoba quieren acabar con las terrazas/veladores de los bares y restaurantes. ¿Por qué? Pagan sus impuestos para que podamos sentarnos un rato, degustar platillos típicos de cada sitio, tener tertulia con los amigos o disfrutar en familia de una velada agradable ya que nuestra idiosincrasia y temperatura ambiente invita a ello.
En la parte histórica tan visitada, también forma parte de los atractivos turísticos, no interrumpiendo el tránsito peatonal, ¿por qué quitarlos? Y en zonas menos turísticas, donde las aceras son amplias, sin problemas de espacio, ¿Qué mal reportan? Cumpliendo la normativa horaria de los ruidos ¿Qué problema hay?
Los que se autocalifican como progres ¿Qué trauma tienen? ¿No tenemos una democracia? ¿Por qué se empeñan en no dejar vivir tranquilamente a la ciudadanía?
¡Ay Señor, que cruz, y con el calor que hace!