“Los últimos compases de las FARC en la guerra los guerrilleros del Bloque Sur viven plácidamente después de décadas de terror, ajenos y desconectados del mundo al que se asomarán cuando se firme la paz.” (Prensa)
Tras la lectura de tan trepidante novela y el impacto que su contenido puede producir en el lector, me siento obligado advertir de ello, pues esta historia que aborda un panorama sin fronteras altamente grave y complejo, no solamente es dura hasta el delirio que puede producir congoja, sino que toda ella desde la segunda página hasta las penúltimas transcurre sostenida por una interrogación constante provocada por un franco tirador que ha sido atrapado por un grupo guerrillero en la selva de Colombia fronteriza con Venezuela, tras el fracaso del clásico interrogatorio por medio de la violencia sobre la víctima con los métodos más bestiales ya conocidos, especialmente si todavía se trata de algún viejo roquero enemigo activo de régimen establecido, crudo recuerdo que pervive.
Son tres los protagonistas principales de esta trepidante aventura literaria que, no por ser ficción, deja de emanar un tufo envolvente de realidad lamentablemente cada vez más extendida por todos los poderes establecidos en ambas orillas del río de la vida y las ambiciones. Como principal personaje tenemos al doctor Pachón, ciudadano sobresaliente en lo profesional allá por esferas de la elite colombiana. Él dirige una fundación que le produce un agraciado gozo, Siempre, en el más inesperado momento se encuentra dispuesto para servir a Don Esteban Sarmientos, un alto e influyente personaje que dedica generosidad y dinero a los Derechos Humanos.
Y es ahora cuando se produce la llamada para que el doctor Pachón se desplace con urgencia y absoluto secretó a la selva colombiana. El tercer personaje relevante y asombroso es Andy Salomón, frío y calculador aventurero que siendo niño mató hasta al canalla de su padre y que ahora apresado por la guerrilla lo tiene duro.
Entre las manos y las mentes enfrentadas de estos tres personajes despiadada batalla de dominio geográfico, económico y político, sin fronteras y criterios muy particulares. Tres hombres que van a desarrollar entre ellos todos los juegos de poderes sin límites ni contemplaciones caiga quien caiga.
Es cuando en un corto espacio de días, el episodio escalofriante de la interrogación física fracasado con Andy Salomón es expuesto a la responsabilidad del doctor Pachón y sus métodos científicos. Para lo cual ha sido trasladado a la selva donde se encuentra el campamento al frente del comandante Baltazar, que funciona dentro de una disciplina ejemplar, pertrechado del armamento y los medios técnicos en informática más sofisticados existentes pese a encontrarse en plena selva. Y en ese campamento, protegido y estimulado, nuestro Doctor debe aplicar al carismático y apreciado prisionero, Andy Salomón, todos los métodos conocidos sobre la diligencia psicológica que tan hábilmente y con pericia y paciencia conoce.
Y es que lo que está en juego no es una ideología revolucionaria en una la lucha de clase enfrentada al Gobierno de Colombia, sino un ejército de setecientos hombres con algunas mujeres –más lo que se oculta en las alturas-, muy bien provisto que recibe un sustancioso dinero de mafias de las drogas para que estas tengan sus laboratorios en la zona selvática que ellos dominan encubiertos. De igual manera que también perciben otros millones de dólares de mordidas por parte de las petroleras. En pocas palabras es una “cooperativa” que cobra sin escrúpulos y reparte entre los suyos según el orden establecido.
Esta es la trama de una muy buen y elaborada novela que se presenta como ficción, pero que a medida que transcurre su lectura sitúa al lector en un mirador privilegiado desde el que puede percibir cual es el juego de sus principales personajes y de aquellas alturas donde todo se maneja, y donde unos y otros llegan a entenderse por el bien de las ganancias. Esta es la historia que nos ofrece Marcos Tarre. Arquitecto, novelista y analista de seguridad venezolano. Autor de conocidos bestsellers con una larga lista de títulos volcados en el oscuro y sangriento mundo de las altas finazas y los grupos cuya religión e ideología no son otras que las pingües ganancias de dinero en cantidades asombrosas, eso sí, siempre con una perdida total de valores cuyas consecuencias pagan los de abajo explotados hasta la saciedad y la muerte si no se obedece a quienes de verdad mandan.
“Las autoridades estadounidenses creen que la mayor parte de la cocaína producida en Colombia se distribuye a Europa y EE UU desde Venezuela” (Prensa. El País).