Efectivamente el funambulista Sánchez llevaba toda la razón cuando dijo que de la Fiscalía y de la Abogacía del Estado se ocupaba él. Ya han hablado los que se suponen que son un poder no político y dicen que adelante con sacar de la cárcel a un condenado por la Justicia española para que tome posesión del acta de eurodiputado. Las razones, qué más dan, parece que mientras sea inmune, según el tribunal europeo, y eso no se contradiga con nuestras leyes pues ancha es Castilla y Junqueras que sea eurodiputado.
Si un condenado y preso puede ser eurodiputado es porque las leyes no son justas. Si un prófugo de la justicia española también puede serlo, es que las leyes necesitan una revisión urgente. Los ciudadanos de a pie sí creemos en que las leyes deben ser garantistas, pero esto se pasa de la raya del entendimiento. Aquí lo que se percibe es que los catalanes independentistas se están riendo del resto de los españoles, incluidos los catalanes no secesionistas, y eso empieza a ser ya muy peligroso. Europa se inmiscuye en nuestras leyes de manera que llega a parecer indecente y este asunto va a hacer que muchos españoles viren su voto hacia quienes no quieren tolerar más injerencias jurídicas desproporcionadas.
Al escribir esto, Sánchez necesita aún a los independentistas para poder formar gobierno y así no volver a ir a otras elecciones, y lo está haciendo caiga quien caiga, parece que está ya todo hecho a expensas de que los republicanos catalanes concluyan en su abstención. La postura del socialista es contraria a la que adoptó tras las anteriores elecciones, donde no hubo abrazos con Iglesias ni concesiones, ni a Unidas Podemos ni a los independentistas. ¿Qué ha cambiado ahora? Él lo sabe bien: otras elecciones y se va a la oposición seguro. Así que prebendas para los que lo apoyen o se abstengan y permitan que pueda ser el presidente otros cuatro añitos. A saber lo que van a sacar catalanes y vascos en esta ocasión…
Y han esperado a que el año termine para acabar de amasarlo todo, ahora que parece que todas las miserias de Sánchez van a quedar más difuminadas en el espíritu navideño. Pero se equivoca, la gente quiere pasar una nochevieja alegre y entrar en el 2020 deseando lo mejor, pero sin olvidar lo que estamos viviendo en España. Y este gobierno que se nos viene, no sé si será Frankenstein o Drácula, por compartido lo primero y porque nos van a chupar hasta la sangre lo segundo, lo que será con toda seguridad es de una inestabilidad que ni el funambulista tendrá equilibrio suficiente para convencer de que todo va bien.
Mientras tanto la extrema derecha suma y sigue. Vox a lo suyo, viéndolas venir y frotándose las manos cada vez que Sánchez le pone la alfombra roja a Junqueras, al PNV, a BILDU… Saben que los españoles eso no lo toleran y que los menos nacionalistas de la rojigualda no lo soportarán mucho tiempo, de hecho, sus votos han venido por ahí, y saben que seguirán llegando más, y de la tercera fuerza política quieren pasar a ser la segunda o la primera. Ya no tienen complejos y todo lo tienen por ganar y nada que perder. Además, su discurso antieuropeísta se refuerza con las sentencias europeas que antes dije, y el continuar los pasos del Reino Unido lo seguirán enarbolando como una bandera que atrae más de lo que parece.
El demérito de Rivera antes y el de Sánchez antes y ahora, nos van a llevar a una encrucijada en la que el panorama político puede asfixiar a una España que no termina de levantar cabeza. Si la Justicia está politizada hasta las trancas, si la política está podrida desde la raíz, si la Sanidad se pervierte con las privatizaciones incontroladas y chapuceras, si la Educación sigue sumida en las chorradas de Wert desterrando la importancia del binomio enseñar y aprender, si las pensiones no se garantizan por los despropósitos políticos, si la seguridad ciudadana no la siente la propia ciudadanía, si los casos de corrupción no se agotan… mal futuro auguraremos.
Por mi parte les deseo a todos los lectores un buen año nuevo, por desear que no quede y más en la salud, pero mi temor es mucho políticamente hablando. Recuerdo que algunos decían que lo de romperse España no iba a pasar nunca y que eso eran los cantos de sirena de la derecha, y lo decían tanto como otros temían que esto pudiera pasar por la laxitud política de la izquierda ante los distintos nacionalismos. Hablo de las primeras décadas tras la transición cuando ya se había visto que los nacionalistas vascos y catalanes exprimían a los gobiernos que se formaban, pero no iban más allá. Hoy no sé ya qué pensar, los catalanes han ido hasta lo ilegal usando en gran parte el dislate político-jurídico porque vieron que los vascos fallaron tomando el camino del asesinato despiadado.
Como la historia se repite yo vuelvo a los clásicos, y termino tal y como comenzó Cicerón en sus catilinarias, ¿hasta cuándo abusaréis, independentistas, de nuestra paciencia? ¿Hasta cuándo esta locura vuestra seguirá riéndose de nosotros? ¿Cuándo acabará esta desenfrenada osadía vuestra?