Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Cien días, ni uno más

Ochenta días fueron los que propuso Julio Verne para que su personaje Phileas Fogg diera la vuelta al mundo con su inseparable Jean Passepartout. Muchas fueron las peripecias que vivieron aquí y allá para conseguir tremenda hazaña. No lo tuvieron fácil, los obstáculos no cesaban y siempre se pensaba que no serían capaces de alcanzar la meta que era volver al punto de partida en esos ochenta días.

Cien días de margen es la norma de cortesía no escrita que se le suele dar a los gobiernos de cualquier tipo para empezar a juzgar su labor. Esos ya han empezado a contar en el primer gobierno de Sánchez salido de unas urnas, el primero que es compartido en la democracia española con otro partido, en este caso el Podemos de Iglesias.

Como los personajes de Verne, muchas van a ser las aventuras inexploradas que van a tener que sortear los integrantes del bicéfalo gobierno para cumplir los cuatro años de legislatura. Ya se dice que los de Podemos romperán la baraja antes para que en las urnas se vea que hay diferencia entre ellos y los socialistas…

En este viaje tienen una parada que se torna permanente y es Cataluña. Ya veremos en qué termina esa mesa de diálogo que Rufián ya ha dicho que no se puede demorar ni un solo día. Por ahora el tema de la inhabilitación de Torra, para mí totalmente justificada por chulearle a la Justicia, dificulta saber quiénes serán los interlocutores del gobierno autonómico. Tampoco se ha filtrado quiénes representarán al gobierno de España, suponiéndose que habrá personas del PSOE y de Podemos. Lo que tengo claro es que va a ser una mesa sectaria entre gobiernos y no una mesa abierta entre líderes de los partidos representantes del pueblo español, dentro del que está el catalán. La segunda opción probablemente sería un imposible.

Pero tendrá otros puertos en los que arribar el bipartito, uno puede ser de interior y me refiero a los agricultores extremeños y andaluces, que desde Sierra Morena a la Bética ya se han alzado, con más violencia de la debida, a reclamar sus derechos económicos ante los precios de mercado que ellos perciben por lo que cultivan y que, en muchos casos, se quintuplica en el precio que pagamos nosotros al comprar.

Los marroquíes también les ponen obstáculos con los puertos de mar y la cobertura de las aguas, un país que se supone amigo, pero que saca los pies del tiesto en menos que canta un gallo. Ya veremos cómo se desenvuelven en su aventura africana en este viaje.

En Andalucía también harán escala, no les va a quedar más remedio con un gobierno andaluz de derechas, donde además Vox acecha diariamente para que Juanma Moreno no se le vaya de las manos, que hará oposición permanente a Sánchez defenestrando un día sí y el otro también a los socialistas de los ERE y a todos los que ocuparon el cortijo andaluz durante cuarenta años. Y encima Susana virando al sanchismo… vivir para ver.

De acuerdo en que voy a esperar los cien días de rigor antes de empezar a criticar, pero ni uno más, porque soy uno de los muchísimos españoles que no se fía de Sánchez, de alguien que ha mentido una y otra vez sin el más mínimo recato. Mentiras que no es capaz de desmentir porque la hemeroteca lo ha puesto en evidencia, pero ante las cuales no da explicación alguna, ni se inmuta, no pide disculpas y se muestra altanero y prepotente. Como no espero nada de este gobierno, me conformaré con que no alteren tanto a la sociedad española como para lograr que la extrema derecha siga subiendo, que no se carguen el crecimiento económico porque entonces volveremos a tener más paro y a empobrecernos socialmente.