Dice el dicho que no hay mal que cien años dure. Por fin Andalucía ha reaccionado y cambiado el signo político que ha estado gobernando durante todo el tiempo que llevamos de democracia. Ahora queda que los tres partidos políticos de derechas se pongan de acuerdo y gobiernen entre los tres, que es lo que han querido los votantes andaluces, que no empiecen con orgullos personalistas y prepotencias absurdas y eviten un cambio positivo a la comunidad más atrasada del país. Que los representantes del PP, Cs y VOX no se peleen por el sillón presidencial y piensen en el bien común, no solo en el del partido. Es bueno que se repartan los poderes entre los tres, de esta manera se equilibrarán mejor los problemas a resolver, son tantos, que lejos de dividirse pueden encontrar la fuerza y empuje que a lo mejor uno solo no tendría, como se ha venido demostrando a lo largo de los últimos tiempos.
Es preciso levantar alfombras, abrir ventanas evitando que el aire fresco haga volar multitud de papeles que hayan estado guardados en empolvados cajones y pongan de manifiesto el enjuague, manipulación y corrupción que se instaló hace 40 años en esta comunidad considerándola el PSOE como su feudo institucional, repartiendo la corrupción entre familiares, amigos y simpatizantes, creando una red clientelar de la que ha estado beneficiándose todo el tiempo, dejando de esta forma diezmados a la mayoría de los andaluces con impuestos abusivos, trabajos infravalorados económicamente, paro……etc.
Si valoramos estas elecciones como preludio de lo que pudiera ocurrir a nivel nacional podemos comprender la actitud de Pedro Sánchez como viajero compulsivo, pues a juzgar por los Km recorridos y el gasto realizado en ellos, ha podido dar la vuelta al mundo un par de veces. Ha debido pensar “por si acaso duro poco como ocupa en la Moncloa vamos a conocer mundo Begoña” y ¡dicho y hecho!
Andalucía ha obtenido un hecho histórico, ojalá sigan demostrando el verdadero cambio que prometen los partidos vencedores y empiece a florecer brotes nuevos transformándose en industrias, en tejido empresarial, puestos de trabajo…..etc. Es de esperar que la izquierda sepa hacer una oposición responsable y no arengue a sus militantes y simpatizantes a ocupar las calles de manera violenta y exacerbada, como acostumbran ya que tienen mal perder, y que el PSOE recupere el espacio que ha vendido por un tiempo de gloria en las alfombras rojas de la Moncloa.