"Hay 32 maneras de escribir una historia y yo las he usado todas, pero solo hay una trama: las cosas no son lo que parecen".
Jim Thompson
Maestro heredero de sus maestros Dashiell y Hammett, nacido en Oklahoma en 1906, a medida que pasan los años su nombre y sus obras crecen y se leen por la calidad y planteamientos que en ella se desarrollan. Es su caudal literario quien le sube al pedestal mal alto como el autor de novela policiaca vanguardia y desafío esto de llevar el mundo social con todo su realismo hasta convertirse en centro del género del misterio y la aventura. La lectura de sus novelas dibujan esa otra imagen del sueño americano en su medio siglo de creación literaria, que, más a un sueño parece el calvario de una sociedad en plena fiebre desarrollista, en la que los de arriba sin escrúpulo ni remordimientos de conciencia aplican el caiga quien caiga en favor de la rentabilidad económica. Mas no es solo el planteamiento de una literatura social, resulta algo mucho más amplio, es decir, la presencia del pulso entre clases, de la vida prendida en la variedad de sus muchos y variados oficios, algo que le proporcionó un rico producto de primera mano al conocer y vivir la praxis directamente en el tajo,
Las múltiples vidas profesionales de Jim Thompson labradas golpe a golpe como en un poema del poeta peruano Cesar Vallejo fueron las fuentes, manantial, en el que bebió la sociedad en su conjunto para entrar en su narrativa. Y en ellas deja tallada con fina gubia la veracidad de una América que se fue haciendo con el andar más doloroso y explotado de su desarrollo. No todo fue melocotones en almíbar Al sur del Paraíso, pues los golpes de la vida aquí resuenan con la dureza y dolor en el más directo y desnudo estilo dialogal de la lucha por la existencia sin caer en la demagogia, aunque sí en los golpes tras golpes al caído paralelismo de miseria a la América de las uvas, de las muchas iras, base ensangrentada en la edificación de un gran imperio. Y los de esta parte del charco, pueblo viejo y sabio, como se nos recuerda en El Gatopardo contemplamos atónitos, aunque bañados por las más ricas culturas, permanecemos por tiempo indefinido como meras y sumisas colonias.
En la década de 1920 el peor lugar en que se podía estar en esta parte de Texas, que algunos llaman "Routh of Caven", y lo peor que se podía hacer era trabajar en el gasoducto. "South Of. Heaven" refugio y última parada para los hombres desesperados. Un trabajo agotador, la paga pésima, y las mujeres escasas, es lo que Tommy encuentra "al sur del paraíso", donde la única salida es la muerte que lenta recorre el lejano Oeste, fiebre del petróleo semejante, aunque sin la ilusión de aquella otra del oro. Setecientos hombres esperan como mendigos conseguir un puesto de trabajo nada apetecible. Según va mostrando la descripción del narrador poseída de una magistral altura de pulso narrativo describiendo la propia naturaleza en las obras del alargado tendido del oleoducto hasta Port Arthur, en el Golfo. Allí hacinados, delincuentes, mendigos, vagabundos, se podían encontrar alguno que de otra clase y condición. Uno de ellos Fruit Jar con los que joven y aventurero narrador de veintiún años formaba compañía.
Este enorme escritor perseguido por sus ideas políticas, fue toda su vida un inadaptado y mal administrador de lo cotidiano. Thompson muere en California en 1977, cuando apenas se está iniciando el movimiento de su obra. Escritor y guionista estadounidense nacido en Anadarko, Oklahoma, el 27 de septiembre de 1906, y fallecido en Huntington Beach, California, el 7 de abril de 1977. Empezó a trabajar en un periódico en 1921, escribiendo sus primeros relatos, de temática policíaca, con la colaboración de su madre y su hermana, que le proporcionaban casos reales que él adaptaba. Trabajó después en docenas de trabajos, vagabundeado por varios estados del oeste de los EE.UU., volviendo a Fort Worth con su madre finalmente, aunque tuvo que salir del estado de Texas y refugiarse en Nebraska por problemas con la policía y mafias locales por vender alcohol durante la Ley Seca. De 1936 a 1938 pertenece, sin convicción, al Partido Comunista Americano (lo que conllevará ser incluido en la Caza de Brujas del senador McCarthy en 1951). Europeo para su resuperación y reconocimiento literario.
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