Visto lo visto cada vez tengo más claro que los políticos que tenemos se van a cargar, no solo la política, sino el mundo tal y como lo conocemos.
Trump vuelve a la palestra, si la vez anterior que tomó posesión como presidente del país más poderoso del mundo sentí miedo, no sé muy bien por qué en esta ocasión lo que he sentido es pena. Quizás sea porque antaño pensé que era capaz de hacer todas las barbaridades que decía y ahora sé que todas, todas, no. Este tipo de perros son más ladradores que mordedores, aunque cada mordida sea muy perjudicial para la humanidad.
Y lo peor es que ya sabemos que esta ideología trumpista está más presente que nunca en muchos países del mundo, afortunadamente no en la mayoría, y que tiene seguidores fieles con una mentalidad fascista. Basta mirar para atrás en la historia para sensatamente deducir que esta manera de pensar y proceder no nos va a traer nada bueno. Así que, o hay demasiadas personas ignorantes del pasado o es que no piensan porque cansa. No deberían ignorar lo que supuso Mussolini en Italia o Hitler en Alemania, y no hay que irse tan lejos que aquí padecimos a Franco. Ellos están en el ideario de Trump (bueno Franco no sé, quizás ni sepa quien fue), de ahí que su ansia supremacista, imperialista, le salga en cada discurso. Pero hay que recordar que esos personajes dejaron demasiadas muertes en su camino delirante para al final perder.
La tiranía no es sana, nadie puede estar en posesión de la verdad absoluta, y menos querérsela imponer al resto. Cierto es que Trump ha ganado unas elecciones democráticas, como hizo Hitler, y aunque haya sido al estilo norteamericano hay que asumirlo. Ya se arrepentirán. Esto nos da como conclusión lo baja de moral, de educación y de cultura que está la sociedad del superpaís. Elegir para que reconduzca EEUU a un rico excéntrico con ínfulas de salvador del mundo no solo es peligroso para ellos, por desgracia sus múltiples decisiones van a incidir en el resto, con los perjuicios que para nosotros mismos esto nos va a acarrear. La Unión Europea, los países de la OTAN o los que tienen petróleo están con las orejas levantadas pendientes de las decisiones que Trump va tomando a diario.
Y qué decir de los asesores ricos del presidente norteamericano, el dueño de X y de Tesla, no sé si como dice Celia Villalobos es autista, lo que sí tengo claro que fascista sí que es, y de tomo y lomo. Muy listo, eso sí, y que maneja los algoritmos necesarios para teledirigir, si no el mundo, sí gran parte del mismo. Y como un rico llama a otro rico, ahí tenemos al resto de los multimillonarios de Estados Unidos unidos, valga la redundancia, al dúo de marras. Don dinero como dueño y señor, el capitalismo exacerbado, inhumano y despiadado que se quiere imponer contra viento y marea.
Me apena que mis conciudadanos no se den cuenta de todo esto, que vivan en el limbo de su día a día y no quieran preocuparse de lo que, para ellos, está muy lejos. Poquito a poco todos nos vamos a dar cuenta de que las decisiones de Trump terminan afectándonos también a nosotros, y entonces le echaremos la culpa a quienes lo votaron, cuando aquí hay un volumen bastante considerable de votantes al acólito español del americano, a Abascal, la ultraderecha que nuestra sociedad ha creado como expresión de cabreo ante nuestra débil democracia. Y que no piensen los votantes de Vox que papá Trump va a venir a salvar España, que a ese sólo le interesa su país, sus finanzas y extender su imperio allá donde el dinero lo llame. Además, para salvar España ya tenemos a Feijóo, el que no es presidente porque no quiere. Él estará ahí cuando se rompa España, aunque no sé si eso que tanto tiempo lleva aventurando ocurrirá algún día, para volver a unirla y hacerla grande y libre. Y él solito, sin Trump ni nada.
Y lo más penoso, encima la cuadrilla trumpista va enarbolando la bandera de la libertad. ¡Por favor, cómo se ha podido prostituir tanto la palabra libertad! Clases de historia intensivas y bien contadas (no como algunas que yo conozco…) para los cachorros de Abascal, y para él también que estudió poco, urge que estas criaturas sepan de opresión y de libertad.
Pd- siguen las guerras en Ucrania y Palestina, con la primera dijo Trump que acabaría en un día, pero por ahora nada. La segunda no le interesa, está alineado con el presidente israelí.