No sé si el tomarnos todo a broma es bueno o es malo, lo cierto es que lo solemos hacer, y más ahora que todo se difunde a través de la red con los llamados memes y los vídeos de youtube con un simple montaje. Y eso lleva pasando bastante tiempo con el tema de la declaración de independencia de Cataluña, cuando realmente es un hecho histórico que puede socavar en nuestra democracia un cráter de diámetro incalculable.
Tristemente estamos viendo cómo el Estado de Derecho en el que vivimos no es tan sólido como nos querían hacer ver, es más, su debilidad ha quedado de manifiesto una y otra vez ante los ataques calculados de los independentistas. Lo dicho por el mismísimo Tribunal Constitucional se lo han pasado por el forro de su estelada en diferentes ocasiones sin que ningún político haya sido encarcelado por ello. Ni que decir tiene, que al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña se lo han tomado por el pito de un sereno, y tampoco ha dado con ningún detenido por ello.
Esto es grave, gravísimo, ahora cualquier ciudadano que no cumpla con una orden judicial podrá esgrimir en su defensa que si los secesionistas catalanes no lo hacen cuando se lo mandan los mayores magistrados y no les pasa nada, cómo a un simple españolito por una pena dictada por un juez de pueblo le va a pasar algo… Sé que esto es simplificar mucho, pero para que se entienda ahí lo dejo.
Durante todo este proceso independentista se han cometido todo tipo de irregularidades, tantas que lo invalidan per se. Pero resulta que en esa euforia cegadora y manipuladora en la que se encuentra gran parte, no la mayoría, del pueblo catalán todo parece válido, todo cuela, todo es hasta legal. Ellos dicen no estar abducidos, quizás no sea esa la palabra, pero el lavado de cerebro al que se les ha sometido, desde escuelas a institutos y universidades hasta su televisión pública, los mercados, los bares, las instituciones y la misma calle, ha llevado a Cataluña a vivir esta situación kafkiana, ridícula, circense, absurda, surrealista, grotesca, inverosímil, onírica, delirante y no sé cuántos adjetivos más usar para describirla. Es increíble, no creíble, quizás por eso nos la tomamos tan a broma, pero a pesar de ser así está pasando y esa minoría no lo ve.
Esto no lo hubiera pintado ni el propio Dalí, desenterrado su cadáver para demostrar que una señora no es hija suya, parece que su espíritu burlesco ha envuelto toda esta paranoia catalanista. Aunque a mí más me parece que está impregnada de otro artista, de Tapies, sobre todo porque no hay quien la entienda, sólo se pueden apreciar texturas inconexas, como que los burgueses gobiernen con la extrema izquierda de Junqueras y ambos dependan de otros más extremistas aún que son los herederos de los terroristas de Terra Lliure, me refiero a los de la CUP.
Y dicen que ellos todo lo hacen pacíficamente, claro, ya hemos visto lo pacíficos que han sido con la Policía y la Guardia Civil, las piedras y los objetos que les llegaban y herían venían de la nada, ellos son pacíficos. Ser pacífico es también desobedecer las órdenes de los jueces, claro que sí, pacifista es acosar a un niño en el colegio porque su padre hace cumplir las órdenes, pacifista es el que inventa heridos para que las televisiones del mundo den una imagen falsa de la realidad, pacifistas son los que no permiten que quienes se sienten catalanes y españoles se puedan manifestar y se enfrentan a ellos, pacifistas son los que crean un estado de miedo para que no se atreva nadie a salirse de sus dictados. Evidentemente que ellos y solo ellos son los pacifistas, y lo peor es que se lo creen algunos.
Estamos en un impasse ridículo, Rajoy pregunta que si ya se ha declarado la república independiente de Cataluña y Puigdemont ya veremos si contesta y, de hacerlo, qué contesta. Y mientras pasa el puente como si tal cosa. Bueno no, el día 12 también sirvió para que el nacionalismo español se exhibiera en plenitud, lo cual no sé si es bueno o es malo. Lo que sí ha estado claro es que lo que más les puede haber dolido a los catalanes ha sido la fuga de empresas y la caída de la economía, y ojo, he dicho catalanes, no sólo independentistas. Están pagando justos por pecadores, pero la pela es la pela, nunca mejor dicho.
Ahora está saliendo a la luz todo lo que se les ha consentido, permitido, a los catalanes durante la democracia, los partidos que se han repartido el gobierno de estos casi 40 años han sido partícipes de los privilegios que han obtenido. El que sus votos fueran decisivos para sacar los presupuestos, o para formar un equipo de gobierno o para sacar las leyes para adelante, ha hecho que Cataluña se lleve más dinero que Andalucía, por ejemplo, ha hecho que se mirara para otro lado y no se les ha controlado en sus procesos en Educación, ha propiciado que dispongan de una Policía propia (hoy secuestrada por los mandos impuestos) para prescindir de las fuerzas de seguridad públicas españolas… Muchos, demasiados privilegios que pesan en las espaldas de Felipe Gónzález, de Aznar, de Zapatero y del propio Rajoy.
No soy pitoniso, ni lo pretendo, así que no voy a dar ningún pronóstico de lo que va a terminar sucediendo con el independentismo catalán, lo que sí voy a hacer es decir que pase lo que pase, haya 155, aplicación del Código Penal, diálogo, mediación o lo que sea, habrá llegado muy tarde. No es lo mismo arrancar una plantita que talar un árbol.
Sigamos tomándonos con humor estos dramáticos momentos, así le quitamos tensión, que bastante leña al fuego echan los políticos por su boca. Tampoco tengo claro si lo que está sucediendo es o no un golpe de Estado, lo que sí recuerdo es que cuando el golpe de Tejero, sin internet, no tardaron en llegar a la gente los tanguillos de Cádiz que cantaban la gesta, eso sí, con toda la guasa del mundo.