La cabalgata que tenemos montada en España no se ciñe únicamente a la del día 5 ya que la cabeza visible del PSOE se empeña en hacernos creer en los Reyes Magos y para ello se va a tomar los dátiles con caipiriña a Portugal a ver si allí le aclaran las ideas. Lo que no llego a comprender es como, las cabezas pensantes de ese partido, no le han dado pasaporte para cualquier otro lugar del mundo. El afán desmesurado de poder que manifiesta en todo momento y su gran incompetencia, va a dañar no solo a su partido sino al resto del país.
Pero me voy a referir hoy a la del pasado 5 de este mes, día en el que la ilusión y fantasía de los más pequeños y también, por qué no, de los que ya no lo somos pero lo guardamos en nuestros recuerdos de cuando lo fuimos, nos vimos asaltados de la manera más inoportuna y perversa que nos podríamos imaginar.
La cabalgata de los Reyes Magos que fue retransmitida por internet a toda persona que en cualquier lugar de este mundo quisiera verla, fue un autentico insulto a la inteligencia de todos, incluidos los niños, no olvidemos que no son tontos, solo son de corta edad.
Cada uno es libre de profesar la religión que guste e incluso ninguna, de vestir de la forma que prefiera y recibir en su casa a sus amigos en traje de Eva si le place, de pertenecer al grupo político que más le guste, pero cuando se ostenta un cargo público y es responsable del transcurrir de una ciudad, sea cual sea, y mucho más tan señalada como la capital de un país, debe guardarse sus gustos y tendencias políticas para su uso privado.
Ese esperpento callejero, muy oportuno para un desfile del orgullo gay, era lo más impropio de un desfile tan deseado durante todo un año por los niños españoles. Se podrá creer o no, en la veracidad o no, de la existencia de esta historia, pero una tradición que no hace daño a nadie, que motiva la fantasía de los más pequeños, que hacen de esa noche, una noche mágica donde unos reyes magos les van a traer todos los juguetes con los que han estado soñando mucho tiempo, etc, una noche en la que los padres se dejan influenciar de la alegría de sus hijos y ayudan a que todo se desarrolle como ellos merecen, en definitiva una noche especial, no se puede desvirtuar de esa forma tan malévola, pareciese que lo hubiera pergeñado Cruella de Vil, aunque a decir verdad Dodie Smith, se debió pasear por otros puntos de la geografía hispana, porque en Valencia en vez de reyes aterrizaron brujas.
La tradición, señora mía, es la tradición, y la cabalgata del 5 de Enero donde llegan los Magos de Oriente, deben venir en camellos y elefantes con sus pajes ad hoc, pastores y zagalas con rebaños de animales, canciones típicas navideñas, y si viene al caso carrozas con dibujos animados propios de la edad y algún que otro divertimento infantil. La sustitución de todo esto por espantosas cubetas de luz, ropajes estrafalarios y de mal gusto, caravanas de bicicletas, bandas de música…..un despliegue de luz y sonido totalmente desfasado, es lo más funesto que se puede esperar en tal evento.
Lo siento señora alcaldesa, pero si el año próximo sigue usted en el cargo, por favor, hágaselo mirar, piense que rectificar es de sabios.