Así de grande (So Big) –es la novela, Nórdica libros, rebosante de ternura y voluntad de lucha por la vida de Edna Ferber (Kaallamasón, 1887 – Nueva York, 1968), una autora admirable, independiente y feminista “avant la lettre” de aquellos vertiginosos  primeros años del pasado siglo XX en proceso desarrollista desmesurado de la ciudad de Chicago. Edna Ferber es autora de novelas y obras teatrales de contenido sentimental y romántico muy apreciadas por el gran público. Un tiempo ejerciendo el periodismo le sirvió para lograr  valiosa experiencia sobre la pequeña y media burguesía de la nueva sociedad norteamericana. Su mundo como fuente con la que alimentar la creación literaria lo adquiere del Medio Oeste, su tierra, a la que ama con una pasión que le aporta una sólida comprensión de la sociedad en la que se desenvuelve y transcurre su gran novela de Edna Ferber.

 El título de tan exquisita obra, So big, (Así de grande) fue la catapulta que  le permitió alcanzar el premio Pulitzer en el año 1925 siendo reeditada en numerosas ediciones. Además de ser llevada al Séptimo Arte en varias adaptaciones interpretadas por estrellas de la calidad interpretativa de Barbra Stanwyck o Jane Wyman, dirigidas por William A. Wellman y Robert Wise. Y no es de extrañar, sin que esto señale  ninguna duda o mala sospecha. Como esta narración de Edna Ferber es una obra maestra de la narrativa en lengua inglesa. El estilo de exposición y esa descripción llena de matices sobre ese forzado y laborioso mundo del campo desnudo,  espléndido y tierno, en aquellos duros años que se vivieron entre el desarrollo industrial y  el mundo agrario, donde una voluntariosa y joven mujer educada en la gran ciudad, amiga apasionada de la ópera, la lectura de calidad, partidaria de una cultura global, se ve obligada ante la muerte de su padre, a buscarse la vida como maestra en una pequeña aldea, en la que sus pobladores  con mucho esfuerzo y sacrificio intentan salir adelante con los productos que puede producir la tierra.

Desde este refugio aldeano en esa colonia agrícola holandesa en tan inmensa geografía representa todo un contraste golpeador, para una joven de encantadora belleza poseedora de sensibilidad, quien  con su padre, habilidoso jugador de apuestas y de póker, llevó vida  agradable de fina educación a la que sumar su pasión por la cultura,  gracias a ese padre que la adoraba, hasta que el azar provocó su muerte  en una casa de juego cuando por error lo alcanzó un disparo que iba dirigido a otra persona. Y esta es Selina, una joven poseedora de  sólida voluntad que se apoya en el conocimiento de la realidad a la que se enfrenta con el empeño de superarla y transformar, por encima del  perjuicio social que impera a  principios de ese siglo XX, con respecto a la mujer por parte de una sociedad exclusiva de hombres. Y en ese mundo ejerce de maestra hasta que se casa con hombre rudo y humano que apenas sabe leer, que ella  educa. Tienen un hijo, son felices, pero él fallece víctima del duro trabajo diario que requiere su pequeña granja de verduras.

Selina, mujer tenaz,  asume el desafío de sacar adelante esa herencia y transformarla, para que de verdad lograr sacarle a la tierra un fruto que  compense tan agotador esfuerzo y produzca unas  ganancia, que sirvan para educar a su hijo en los mejores colegios con el deseo y la pasión de  alcanzar un puesto digno en dicha sociedad tan competitiva y no la herencia de un esforzado compromiso encadenado de por vida, con la sola recompensa  de que por la puerta de la granja pasa el hambre pero no entra. Mas ella no se conforma y briega con energía en favor por esa transformación del campo, enfrenándose a los tradicionales criterios de los hombres, hasta el desafío de ser ella, la única mujer que monta en su carro con los frutos de su granja para ir a venderlos en el mercado de la hirviente Chicago, todo un verdadero desafío feminista. Y es que esa es la realidad ejemplar  de tan cautivadora mujer con un alto sentido del sacrificio y el progreso.

Y alcanza con su enorme esfuerzo ganar la apuesta consigo misma para  asombro de la hombría aldeana, Así pasan los años, el hijo crece alcanzado el sueño y deseo de la madre de convertirlo en sobresaliente universitario que termina con el diploma de arquitecto debajo del brazo. Convertirlo en “El más grade” (So big), como desde niño lo había llamado. Una obra maestra de la literatura, la mejor de toda su creación en la que representa la imagen de una pionera del feminismo sin estridencias verbalistas de  los fines de semana, todo lo contrario, el ejemplo como el movimiento se demuestra andando en el día a día, en este caso  feminismo  activo y actuando con la personalidad de ella misma. Una novela  tierna, valiente y estremecedora, protagonizada por  una seductora mujer cuya mirada trastorna y hace soñar a más de un hombre.