“Para que los perseguidos no se vuelvan perseguidores”
Nelly Sachs
Para algunos puede que esta crónica literaria dedicada a la obra completa de la poeta judía alemana Nelly Sachs (Berlín 1891-Estocolmo 1970), se pueda considerar como una comparación provocadora, algo extremo y fuera de lugar frente a la actualidad el la geografía del cercano Oriente. Mas siempre que se guarden las formas y no se juegue con cartas marcadas, y mucho menos con el drama y la belleza en el espacio del sentido de su contenido trágico, las comparaciones literarias e históricas jamás pueden ser odiosas y mucho menos descargo de conciencia, justificación, de aquellas culpas de las que se es conciente y se condenan, pero nunca cómplice.
En estas fechas cuando el mundo se conmueve una mínima parte de condolencia sobre de lo que viene sucediendo en Palestina y Gaza, con esas pausas que suelen calmar a los ingenuos y fingir a los conversos apresados por intereses desapiadaos, sin ni siquiera un vaho de humanismo sincero, me pregunto que tal vez si en el gobierno de Israel estuviera compuesto en una parte por ministras poetas como Nelly Sachs, Sarah Kisch, Lasker Schüller, y Rosa Ausländer, todas de origen judío entre otros muchas, esta criminal barbarie que nos obligan a recordar el sufrimiento del pueblo judío que ellas conocieron bajo la crueldad de los nazis, tal vez no estaríamos contemplado hoy la sangrienta realidad de un capítulo de la historia que vuelve a repetirse en otras geografías.
“Se acercó ayer aún la madre como / una blanca luna al sueño, vino la muñeca con el rojo de las mejillas / prendido a besos en un brazo, vino el animal empapado, ya vino / en el amor, en el otro brazo, sopla ahora el viento de la muerte, / arranca las camisas sobre los cabellos, / que nadie más va a peinar”
De Aquí mi intención y deseo, que no oculto, de invitar a saborear versos tallados con honda emoción y exquisita armonía, para ser leídos con pausada objetividad, como pago en admiración a esta inmensa y tierna poeta poseída de un misticismo realista y conmovedor, nada de religiosidad fanática y ciega, sino imperiosa necesidad, partiendo de su propia concepción poética sobre el Holocausto. Todo un placer para la inmensa minoría deseada por Juan Ramón Jiménez. Porque como señala al principio del prólogo su traductor Reina Palazón “Auschwitz es el máximo reto de la barbarie a los fundamentos de nuestra cultura universal. La literatura se ha visto desafiada de una manera especial por el Holocausto, dado que, con la imaginación histórica, la fabulación de la ficción literaria fue puesta en entredicho por los campos de exterminios nazi”. De aquí que la lírica puede estremecer por su realidad, dolor, humanidad y belleza:
TIERRA
“Han estirado todas la cuerdas de tu muerte, / hasta el fin han besado tu arena; ella se ha vuelto negra / por tanto adiós y tanta muerte fabricada”
Luego, invirtamos las fechas de este compromiso poético, actualicemos los tiempos ante una sociedad cada vez más deshumanizada, y de seguro que no podrá parecer oportunismo o escapismo hacer la valoración justa del coste vivo y real de su contenido poético, libre de toda especulación literaria, pura lírica comprometida , sí se transplanta a esta hora actual donde transcurre la tragedia. Del dolor comprometido Porque como señala Reina Palazón con claro acierto y firmeza de conocimiento “la poesía absoluta no es en Nelly Sachs un escapismo sino como en Celan un intento de unir el arte absoluto con el compromiso de los oprimidos y perseguidos”.
“¡Hay ruiseñores en todos los bosques de la tierra! / Herencia alada de pueblo muerto, / indicadores de camino de los corazones rotos, que os llenáis durante el día con lágrimas, / sollozad, sollozad fuera de la garganta el silencio terrible ante la muerte”
Porque sin ninguna duda, aunque la poesía de calidad debe explicarse por sí misma, el valor de esta obra poética está representado por su inmenso y estremecedor universo poético, al mismo tiempo que el compromiso exigente con el que el lector pueda juzgar desde sus propios criterios y de esta forma asumir su lectura. Para ello, debe como necesidad primera de leer el prólogo que ofrece el traductor de tan sentida como exquisita versión al español de “Viaje a la transparencia” de esta Nelly Sachs, donde la belleza del verso está uncida al dolor de la tragedia:
“Tú recuerdas las manos de la madre que excavaban una fosa / para lo que murió de hambre junto a su pecho. / Tú recuerdas las palabras de delirio / que una novia exclamaba al aire para su novio muerto”
Porque “la poesía absoluta no es en Nelly Sachs un escapismo y tampoco una provocación, sino como en Paul Celan el intento de unir el arte absoluto con el compromiso con los oprimidos y perseguidos”. Es un canto desgarrador y desafiante frente a la insensibilidad y la indiferencia, mezclando las cosas pequeñas con el universo que se relacionan “en una paradoja mística” y el sentir diario del poeta que ha asumido con la plenitud de sus sentidos como “el máximo desafío a la fe en la alianza de Dios y el pueblo judío y a la continuación de la historia”. Y como es una historia realmente vivida llena de sufrimientos en este caso, puede ser perfectamente con toda dignidad del ser humano y Dios no reducirla a una exclusiva fuerza dominante.
“Tierra, / muchas heridas hacen en tus cortezas / para leer tu estructuras de estrellas / que en noches está envuelta hasta lo alto de Su trono”.
Toda una conmovedora y excitante obra lírica merecedora de los más calmados y sentidos elogios, un gozo vertido a nuestra lengua. El verso estremecedor y silencioso llanto de los perseguidos y vejados a la luctuosa categoría de lo inhumano.
Francisco Vélez Nieto
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