Ya hace tiempo que en España la justicia perdió la mayúscula y la venda. Por su parcialidad.
No voy a centrarme en el caso del diputado canario Alberto Rodríguez. No lo conozco personalmente, pero ayudado por las referencias de un amigo común me atrevería a calificarlo con sus palabras (las que dedicó para despedir del Congreso al diputado del PP Alfonso Candón): “Alberto, eres una buena persona y le aportas calidad humana a la Política”
Despojar del escaño a Alberto se mire por donde se mire (tal como subrayan juristas de gran prestigio y los propios letrados del Congreso que algo entenderán de ésto) es una barbaridad. De ahí su cuestionamiento y el coro de voces alzadas indicando que el auto condenatorio, al igual que el rey del cuento, va desnudo1.
Por eso creo que es imprescindible centrarnos políticamente en lo que significaría por nuestra parte quedarnos mudos y en silencio ante el atropello. Hay momentos en los que , desde la Izquierda, debemos trazar la línea roja no traspasable,el límite a las renuncias que se nos quieran vender en nombre de “ la gobernabilidad, la estabilidad” o cualquier otra palabra grandilocuente que al final termina siendo baratija.
Desde hace unos años la “calidad democrática“ del aire que respiramos es cada vez más mala. Será cuestión del cambio climático o de la permisividad. Esa que hizo aflorar el “A por ellos” con la connivencia de medios de difusión el beneplácito de los poderes fácticos. Lo que se tradujo en garantía de impunidad para quienes empezaron a trasladar su franquismo de barra a campos de fútbol, plazas o casas de “rojos” -verbigracia2 la del odiado “Coletas” –A sabiendas que desde los antidisturbios lo más que les caería sería una petición de “selfie” o posado con bandera y águila, nunca una querella por una patada.
Nos están partiendo la democracia en dos como hizo Italo Calvino en su libro con el vizconde de Terralba 3 dándole a la parte derecha, como dicen en mi tierra, “gloria bendita” mientras a la izquierda se le niega pan y sal. Jibarizando sin pudor nuestros derechos colectivos.
El “Orden” clásico decimonónico nuevamente en pie y esta vez sin necesitar “espadones”4 (Narváez, Primo de Rivera, Franco) pues cree que le bastan las togas para el “lawfare”, la guerra jurídica contra oponentes utilizando indebidamente los procedimientos legales para dar apariencia de legalidad. En Hispanoamérica de esto saben mucho. Que se lo pregunten a Lula, Correa, Morales, Lugo…
Las sentencias son injustas y al cabo de los años las anulan en Europa… pero mientras tanto las aplican y tienen consecuencias. Vaya si las tiene. Aquí no hace falta irse a Hispanoamérica a preguntarlo teniendo a mano al SAT5. O Alsasua, Otegui....
Por ello es nuestra obligación denunciar. Para que no se salgan con la suya y se vayan de rositas.
Personalmente yo no correría ahora la lista para suplir el puesto de Alberto. Dejaría el escaño vacío para recordar “ in situ” la ignominia. Porque ocuparlo sería blanquear el desatino, la tropelía,la artimaña.
El gran problema de España es una Derecha política con bajísimo nivel democrático – nunca fue una prioridad para ella- o directamente franquista que comparte pupitre, club social y misa de doce (es decir “ clase” en términos marxistas) con los mismos que luego se encargan de aplicar las leyes.
Y esto se agrava porque el Poder Judicial fue otro de los estamentos que salió indemne en el relevo del Franquismo por el Régimen de 1978. Pasó de pilar de la Dictadura a vigilante de la Democracia. Para muestra, un botón:diez de los dieciséis jueces (un 62'5%) que tuvieron una plaza titular en el Tribunal de Orden Público 6fueron nombrados posteriormente magistrados de la Audiencia Nacional o del Tribunal Supremo.
¡Te expedían certificados de “ demócrata” los mismos que unos meses antes te condenaban a años de cárcel por llevar un panfleto7!
A la “sui géneris” justicia hispana le cuesta la vida encontrar algo reprobable en los latrocinios del rey emérito (que puede seguir tomándose tranquilamente un digestivo en los Emiratos) pero tiene ojos de lince para ver delito en el comportamiento de “ese rastas, perroflauta, piojoso” del que dice un policía le pego una patada durante una manifestación en 2014 contra la LOMCE.
Y ya se sabe que la palabra de la autoridad va a misa (¿al mismo banco donde Casado acaba de darle “ fraternalmente la paz” a Marchena?).
Queridos Alberto ( Garzón) y Yolanda: si dejáis que cuelguen en el club de tiro “¡Viva España!” la cabeza de Alberto, ya sabéis que las próximas a cobrar son las vuestras.
Y si Sánchez o Batet creen que la historia no va con ellos, están muy equivocados: en la pared de trofeos disecados tienen reservadas peanas para las suyas.
Al final para comprender la situación vamos a tener que tirar otra vez de consignas antiguas: “¡¡¡La llaman Democracia y no lo es¡¡¡”
1“ El rey desnudo” relato de Andersen publicado en 1837 aunque el infante don Juan Manuel en su obra “ El conde Lucanor” ,cuento XXXII desarrolla con 5 siglos de antelación una historia similar
2Locución latina “ verbi gratia”:” Por ejemplo” (R.A.E.)
3Italo Calvino: “ El vzconde demediado” cuento fantástico en el que el protagonista, es partido en dos mitadespor un cañonazo turco y cada una continúa viviendo por separado
4Espadón: militar golpista que en el XIX español capitaneaba un partido y el el XX se ponía a la cabeza de una dictadura
5SAT.Sindicato andaluz de trabajadores cuyos militantes acumulan decenas de juicios y cárcel ( Bódalo, Molero) o multas por acciones reivindicativas siempre pacíficas.
6El TOP, instancia judicial franquista creada en 1963 y abolida en 1977 fue el tribunal encargado de reprimir – y lo hizo de forma concienzuda- la contestación a la Dictadura
7En el estudio del jurista Juan José Del Águila Torres,.”El TOP. La represión de la libertad (1963-1977). Barcelona: Planeta. 2001, 2ª ed. ampliada 2020” se cuantifican las siguientes cifras: personas afectadas: 50.714; número de procesados: 9.146; número de sentencias dictadas: 3.890 (el 74% de ellas condenatorias); total de tiempo de condena ejecutado: 11.958 años; procedencia ocupacional de los procesados: el 70% trabajadores, el 22% estudiantes y el 8% profesionales liberales.