Suspiros de España es un popular pasodoble que compuso el maestro A. Álvarez Alonso en la ciudad española de Cartagena en 1902, poniéndole letra en 1938 su sobrino J.A. Álvarez Cantos. Fue hecha para la película del mismo nombre que cantó Estrellita Castro, siendo posteriormente versionada por otras populares tonadilleras, entre ellas Concha Piquer.
Existen tres versiones distintas con un denominador común, ensalzar la patria y sentir profunda nostalgia de ella. Cuando la necesidad obligaba a emigrar en busca de un futuro mejor dejando parte de la familia en espera de encontrar trabajo y poder volver a reunirse en el lugar elegido, o bien, emprender la aventura todos juntos desde un inicio, la añoranza del terruño era tremendamente fuerte, su pueblo, la ciudad, el resto de la familia, amigos, su región, en definitiva su España querida (también cantada por Juanito Valderrama en su canción del emigrante), era un sentir como si algo de ellos se quedara allí y probablemente no volvieran a recuperar, pues si era por Europa suponía varios días de viaje y si allende los mares el viaje en barco supondría casi un mes de navegación amén de un costoso pasaje.
Hoy, que la historia se repite en cuestión de la emigración, las cosas son muy diferentes. Los viajes se han reducido a un par de horas en todo caso por Europa y a 12 más o menos si cruzas el charco. Pero no solo ha cambiado el modo de transporte sino el sentimiento de las personas que se van (naturalmente y por fortuna no en todas).
Yo me encuentro ahora mismo lejos de España y la gente con la que hablo no aciertan a comprender que está pasando políticamente allí. Me preguntan para que les dé una explicación, cosa harto difícil, pues ¿qué les digo?, que tenemos unos políticos mediocres que solo buscan el poder por el poder, que solo piensan en su orgullo y bolsillo personal en vez del bien común, que el rencor y la envidia hacen mella en ellos…….., ¡que les digo!. A mí personalmente, aunque lo piense, no me gusta hacer leña del árbol caído, quiero decir que no quiero sacar más a relucir los trapos sucios, ni el tu más de la corrupción, aunque en todos sitios cuecen habas, pero no lo considero argumento de peso para una defensa, lo malo de todo esto es que la gente lo sabe pues los medios de comunicación dan buena cuenta de ello, con un añadido y es que cada uno cuenta la feria a su modo.
La gente no comprende como apuntando ya un poco la salida de la crisis tan brutal que hemos sufrido y aún continua, no haya un pacto de gobierno para dar estabilidad al país y dejemos de perder tanto dinero como está pasando, como no se unen los partidos nacionalistas para seguir avanzando y sobre todo como no hay espíritu de nación. Cosa que ocurre hasta en los países menos civilizados.
En Europa, a la que pertenecemos, hay gobiernos bi y tripartitos cuando no se ha alcanzado una mayoría absoluta para gobernar en solitario, porque piensan en seguir avanzando para el bien de su país. Nosotros somos diferentes, si vamos por buen camino y entra otro grupo político, en vez de continuar la misma línea, borrón y cuenta nueva. De esta manera siempre estamos en el mismo sitio, sin avanzar y a veces retrocediendo.
El partido socialista, que tantos años ha gobernado y por consiguiente sabe como hacerlo, ¿cómo puede tener una cabeza representativa con tan poco sentido común? ¿Cómo prefiere pactar (como ha hecho en algunos ayuntamientos y habla de poder hacer con tal de llegar al poder) con un partido que lo ha engullido literalmente antes que abstenerse o pactar con el partido que mayoritariamente ha salido elegido en las urnas?
Eso no hay quien lo entienda ni dentro ni fuera del país.
En tiempos de la dictadura, en los colegios había una asignatura que era educación política, bien es verdad que lo que te enseñaban era a decir “si wana” a todo sin rechistar, pero te inculcaban algo bueno que era sentirte orgulloso de tu país, respetar sus signos –himno y bandera- y a querer mejorar todo lo que estuviera en tus manos. Cuando tuvimos democracia, que a mi modo de ver es la mejor forma de gobierno, quitaron todo lo que representara a la antigua dictadura, entre ellas el sistema educativo, que dicho sea de paso era magnífico y procedía de la época de la república no del franquismo, pero la ignorancia tiene esas cosas, y por consiguiente se dejó de dar esa asignatura y hubiera sido importante conocer la diferencia entre un sistema político y otro, pero sobre todo seguir inculcando desde la escuela sentir el orgullo nacional.
Es una pena que le tengan a una que sacar los colores por no poder defender como quisiera el orgullo de sentirse española.