Hace ya cuatro años que por estas fechas escribí un artículo en esta santa casa al que titulé “El discreto encanto de los alcaldables”, haciendo un juego de palabras entre la mítica película de Buñuel y la precampaña electoral municipal. Pues bien, nuevamente nos encontramos en esa tesitura política y de ella voy a hablar, circunscribiéndome a Cabra por motivos de conocimiento.

Vamos a considerar que el escenario es el mismo, cuatro candidatos sin freno ni marcha atrás se disputarán el sillón de alcalde, al menos por ahora, ya que lo de Podemos Cabra no está definido y no termina de cuajar, lo cual beneficiaría al resto de partidos y en especial al PP como veremos más adelante. Pero a pesar de ese escenario vemos que los actores principales han cambiado en tres cuartos, es decir, se presentan tres nuevos cabezas de lista y sólo Fernando Priego repite. Vayamos  de abajo hacia arriba según el número de concejales y votos obtenidos en las pasadas elecciones.

Así nos encontramos con una nueva IU (Izquierda Unida- los verdes- convocatoria por Andalucía), no solamente en su cabeza de lista, sino en la propia formación que durante estos años se ha fragmentado por completo, saliendo de ella los históricos que representaban el ala moderada de esa izquierda y tomando el timón la rígida guardia de un Partido Comunista con poco eco en Cabra. Elvira Asencio, actual portavoz de la formación, será quien nos pretenda convencer para que depositemos nuestra confianza en ella y en su lista que, hoy por hoy, es toda una incógnita. Las maneras que muestra la candidata en los Plenos Municipales no es del agrado de mucha gente y sus aspiraciones de voto no deben de ser muy altas. Con quedarse como están ya se pueden sentir satisfechos, subir a tres concejales sería un gran éxito para Elvira, pero lo cierto es que las quinielas en la calle apuntan a que podría quedarse sola en el consistorio. Lo que sería una auténtica debacle y sorpresa es que no consiguiera ni siquiera un escaño, y podría ser la primera vez que en esta etapa democrática el Partido Comunista o Izquierda Unida no tuviera ni voz ni voto en nuestro ayuntamiento. O se mejora o quedará en entredicho que el cambio que ha sufrido esta formación, que está respaldado por Córdoba, haya sido para bien.

El Partido Socialista (PSOE) cuyo batacazo en las pasadas elecciones propició que se removieran los cimientos del partido y que hoy día los escaños no los ocupan los que iban primeros de la lista (creo que sólo Rafa Moreno no entró de suplente), dando de cara al pueblo una pésima imagen que no han logrado mejorar con sus actuaciones como oposición al actual equipo de gobierno. En sus reuniones han decidido que quien lidere la lista socialista no sea la actual secretaria general y portavoz en el ayuntamiento, Teba Roldán. No sé si lo que han buscado es una renovación, pero desde luego que con Jesús Rodríguez ese supuesto no se ha conseguido, ya que hay que recordar que Jesús ya ha sido concejal en Cabra durante varios años. Sea como sea la labor de rescatador de Jesús Rodríguez no va a ser nada fácil, aunque el listón debería de superarlo puesto que ahora mismo está en lo más bajo que jamás ha estado  su partido en Cabra a nivel de elecciones municipales. Su reto está en subirlo y conseguir ser la segunda fuerza política con un número de escaños que también le permita ser una oposición referencial y evite que el PP obtenga mayoría absoluta. La lista que lo acompañará también es incierta, y se está a la espera de ver qué nombres aparecen y cuánto pueden arrastrar en número de votos.

El turno es para un partido desaparecido en combate, el andalucista (PA), que de tantas turbulencias internas terminó por darse de bruces contra los votos de los ciudadanos. No así en Cabra, que aunque bajó en concejales logró mantener cinco, los suficientes para cogobernar estos años. El liderazgo de Javier Ariza termina y el testigo lo tiene José Luis Osuna, quien ha optado al cargo por consenso final con Manuel Alguacil. Dificilísimo lo tiene el candidato, porque concurrir sin un partido fuerte detrás es un lastre enorme, y hacerlo ya en dos ocasiones supone todo un desafío para el PA de Cabra. El PP es su socio de gobierno y a la vez su gran rival. Quedarse en cinco concejales es para poner en un altar a José Luis, pero no lo va a tener nada fácil, lo que se espera es un descenso, ¿pero hasta dónde? Cuenta con la popularidad que le ha dado su concejalía de Asuntos Sociales y lo bien visto que está todo lo que sale de allí, así como su vinculación con la Cofradía de la Virgen de la Sierra y con los sectores capillitas, que nos guste o no suponen un pequeño plus en nuestro pueblo. También con los muchos estómagos agradecidos que durante tantos años han ido colocando. Pero una fuerte caída electoral supondría casi la extremaunción del andalucismo egabrense y que José Luis Osuna se quedara sin tocar poder. Recordemos que tanto él como Alguacil son los dos liberados andalucistas en el actual gobierno municipal.

Por último los favoritos de todas las apuestas, los populares  del PP encabezados por el actual alcalde Fernando Priego, que optará a la reelección con el ánimo claro de obtener la mayoría absoluta para gobernar aún más cómodo de lo que lo ha hecho estos años, que no ha sido poco. Ya ha manifestado que de ser de nuevo alcalde no optará, en las elecciones andaluzas o nacionales, a ningún escaño, sin duda porque está seguro de que lo va a lograr. Su gestión en plena crisis no diría yo que ha sido espectacular, aunque es justo reconocer que se han saneado las arcas del ayuntamiento y ese ha sido su mayor logro. El haber mantenido un talante firme en sus apariciones ante las cámaras en los Plenos Municipales ha gustado a mucha gente, no tanto que termine en muchos de los puntos dando su última palabra. En esta ocasión dudo que vaya a ir puerta a puerta haciendo campaña como hizo hace cuatro años, además que ya no le hace falta porque es sobradamente conocido, pero si los populares no la hacen tampoco se entendería que lo que era buenísimo por importante antes, ahora no lo sea. No han brillado lo mismo en todas las delegaciones que tenían a su cargo, por lo que la lista que Fernando debe configurar deberá estar muy medida. Mantenerse en el número de concejales no es el objetivo, y no conseguir la mayoría absoluta sería un fracaso que les obligaría de nuevo a pactos de gobierno, casi seguro con los que quedaran del PA.

Hay que ver sus programas electorales, pidámosles que nos los expliquen claramente, que nos rindan cuentas todos, gobernantes y oposición. La no irrupción de otro partido como Podemos, que tantas expectativas está manteniendo en toda España, ha hecho que en Cabra los de siempre respiren algo más tranquilos, sobre todo el PP y el PSOE y cada uno por un motivo diferente.

La precampaña ya ha empezado y nos queda un largo trayecto por recorrer, para mí éste es muchísimo más importante que el de la propia campaña, es más esclarecedor, más cercano, más nuestro y menos manipulado por sus grandes partidos. Las listas electorales se me antojan determinantes, ya veremos quién empieza a mostrar ficha.  La abstención también contará, así como el voto nulo o en blanco,  porque preveo unos resultados muy justitos para los intereses de cada uno de ellos y para el gobierno de Cabra.

De todos es sabido que las elecciones locales no tienen nada que ver con las demás, disfrutémoslas en paz y sosiego, sin que aparezcan malas artes y malos humos que enturbien el clima del pueblo, porque a pesar de todo lo que se va a hablar, sólo valdrá lo que hable el pueblo allá por mayo.