El viernes 29 de octubre de 1982, la representación parlamentaria del PCE, organización que lideró la lucha contra el Franquismo a costa de la entrega, persecución y sufrimiento de su militancia, cabía en un taxi.
El día anterior, jueves 28, las elecciones generales habían dado una mayoría absoluta de votos ( más de 10 millones ) y escaños ( 202 de 350) al PSOE del tándem Gónzalez/ Guerra con un 80% de participación .
Buena parte de la contundente victoria socialista se había fraguado en su oposición al ingreso de España en la OTAN, proceso iniciado por el presidente de UCD Leopoldo Calvo Sotelo el 25 de febrero de 1981, dos días después del intento de golpe de estado del 23F ( solo los “conspiracionistas” de mal corazón podéis ver una teoría paranoica donde solo hubo casualidad”) y culminado el 30 de mayo de 1982 cuando nuestro país se convirtió oficialmente en el decimosexto miembro de la Alianza Militar al servicio de los Estados Unidos.
En aquellas fechas el mantra preferido por el PSOE de González era "Lo mismo que nos han metido por mayoría parlamentaria ( 186 votos de las Derechas frente a los 146 en contra) nos saldremos por mayoría parlamentaria”.
Su – a todas luces ambiguo- mensaje de “OTAN de entrada No” se concretó (noviembre de 1981) en una macro concentración en la Ciudad Universitaria de Madrid bajo el lema “Por la paz, el desarme y la libertad”. A ella se sumaron organizaciones pacifistas, ecologistas, feministas, intelectuales, periodistas, artistas,PSOE, PCE, UGT,CCOO...y centenares de miles de personas. Entre los que hacíamos bulto nos encontrábamos una nutrida representación de universitarios cordobeses estudiantes en la Facultad de Geografía e Historia.
Como anécdota uno de los presentadores-Carlos Tena- para introducir el discurso de González nos regaló un “Quien próximamente, y que sea muy pronto, nos sacara de la OTAN". Entonces ilusión y ceguera política de tercer grado iban de la mano.
Seguramente ese día fue uno de los más destacados en el crecimiento de la "Gran Impostura" que permitió al PSOE convertirse en el pilar fundamental del entramado político del “juancarlismo”.
Conviene aclarar que entonces la denuncia por corrupción,negocios sucios y utilización de cargo público para dar rienda suelta a una vida privada a costa del erario nada ejemplar, ahora “vox populi”, solo figuraba en el discurso pequeño sector de “ comunistas irredentos”.
La plasmación práctica de la impostura fue el cambio de posición política del PSOE pidiendo el "SÏ" en el referéndum de entrada a la OTAN del miércoles 12 de marzo de 1986.
Con un González en la cima del poder y la popularidad negándose a gestionar un hipotético “NO”. El ingreso en la Alianza Atlántica fue refrendado por el 52.54% de votantes con el 39.85 en contra y el 6.54 en blanco. Para tranquilizar conciencias se añadieron 3 condiciones :
1.º “La participación de España en la Alianza Atlántica no incluirá su incorporación a la estructura militar integrada" ( en 1997 el gobierno Aznar la incumple abiertamente, harto de los disimulos anteriores)
2.º Se mantendrá la prohibición de instalar, almacenar o introducir armas nucleares en territorio español" (solventada con el hispano método del “ojos que no ven”, es decir no haciendo preguntas ni inspecciones que pudieran encontrar las armas que en Gibraltar, Morón o Rota estaban al alcance de la vista del más miope)
3.º “Se procederá a la reducción progresiva de la presencia militar de los Estados Unidos en España" (resuelta convirtiendo reducir en sinónimo de aumentar.De algo debía de servir la querencia nacional por el "Muera la Inteligencia")
Hasta hoy en día las malas lenguas mantienen que en las academias de actores cómicos aspirantes a monologuistas del Club de la Comedia, el guión más ensayado sigue siendo el de un soldado español vestido con el casco de Gila que lee las condiciones de marras mientras apostilla la aplicación práctica que las mismas tuvieron. Si en el público hay militares atlantistas de alto rango y responsables políticos de secretario de estado para arriba, la carcajada está garantizada
Y desde entonces todos los “machos hispánicos y ¡olé!” que han gobernado (pese a manifestaciones multitudinarias contra las bases o a los gritos de “NO a la Guerra”) ante cualquier propuesta belicista, por disparatada que fuera, puesta sobre la mesa - como los pies de Aznar cuando aturdido por el humo del puro y whiskyse creyó “napoleoncillo”al recibir la invitación de George Bush jr. para hacer un "trío de las Azores" - por Washington nunca han dudado y en lugar de pronunciar un "¿Para qué?” se- han limitado a cuadrarse y preguntar: “¿Con cabra o sin cabra?”.
Desde 1986 cuando Estados Unidos quiere representar una comedia geopolítica (en Irak, Libia, Afganistán, Ucrania...)y necesita que en ella figure un esclavo voluntario, siempre llama a Madrid para endosarle el papel.
Sirva esta larga introducción como recordatorio de lo que podemos esperar del PSOE – a tenor de su trayectoria histórica- ahora que empiezan a sentirse nuevamente tambores de guerra. Esta vez en Europa y alrededor del conflicto Ucrania -Rusia.
Intentemos por una vez mirar más allá de la estupidez política de Margarita Robles y su ofrecimiento de cazas para llevarlos a Bulgaria “ante el desafío ruso” ( sic).
Mi camarada y sin embargo amigo Manolo Monereo me tiene desde hace años bien nutrido de dossieres, reflexiones y artículos suyos ("2022, el año que viviremos peligrosamente") o de excelentes pensadores como Rafael Poch ("La invasión de Ucrania") que aciertan al describir lo que se está moviendo en el contexto internacional, lo que nos jugamos como país y las flaquezas de las posiciones de la UE en general y de España en particular.
Los datos y las advertencias están al alcance de nuestra mano.No lo olvidemos.
Lo difícil es que logren superar la barrera de los corifeos conocidos como “medios de comunicación” encargados de moldear la opinión pública española.
Para ellos las tesis plasmadas en la película “No mires arriba” no son ficción sino realidad cotidiana. A poco que les azucen los amos del cotarro se creen Serrano Suñer en el balcón de la secretaría general del Movimiento, madrileña calle de Alcalá, gritando un 24 de junio de 1941 :“¡ Rusia es culpable!”.
O entrecierran los ojos para meterse mejor en su papel de muñecos ventrílocuos mientras el Poder regurgita el mensaje y les sale la atiplada voz de “Paca la culona” en el Nodo hablando de la conspiración “judeo-masónica- bolchevique”.
Ahora desean un “A por ellos” que no se quede en Cataluña sino que se expanda al Este y llegue hasta el “ogro ruso”, otra vez fuente de toda maldad. Yo no dudo que seguramente Putin sea un hijo de si mismo, pero ¿que lo diferencia de Biden o de cualquier estratega del Pentágono?
Por ello en estos días de zozobra varias preguntas me asaltan:
¿Cuántas bases tiene Rusia fuera de sus fronteras? ¿ Diez en seis países, la mayoría de ellos salidos de la extinta URSS?
¿Cuántas bases de potencias “no amigas” tiene EEUU al lado de sus fronteras? Cero.Tampoco consentiría las amigas.
¿Se imagina alguien -escenario futuro dentro de varios decenios- que una crisis social, político y militar hubiera colapsado a los Estados Unidos, haciendo surgir nuevas naciones como Texas, California o Florida, que estos antiguos estados de la Unión se aliasen militarmente con el un gran rival -llámese China o Rusia- y le dejasen instalar bases con armamento nuclear en la frontera de lo que quedase de EEUU y que cuando Washington protestara, los “mass media “ al unísono le señalaran con el dedo como principal enemigo de la paz?.¿ Política ficción?. Pues no, a poco que cambies los nombres, está ocurriendo.
Terminando:Entre nuestras señas de identidad,la que nos permitió reconstruirnos tras el batacazo del 82, están la oposición a las bases, al militarismo estadounidense, a las guerras imperialistas, la no subordinación a los intereses yanquis y la apuesta por la paz, el desarme , la multilateralidad o una voz propia.
Son líneas rojas a las que no podíamos renunciar cuando estábamos en la oposición.Menos aún ahora en el Gobierno. Y si los compañeros de coalición del PSOE, duchos en deslealtades (que se lo pregunten a Alberto Garzón) piden el “silencio de los corderos” en nombre de una hipotética lealtad de cogobierno mucho tardaríamos si en ese momento no hacemos el petate y les decimos “Hasta aquí llegamos”.
Porque de lo contrario estaríamos renunciando a nuestros principios fundamentales y a nosotros no nos vale lo de “tengo mis principios pero si no te gustan tengo otros”.
En nuestro "santoral laico" el OTAN NO.BASES FUERA o el NO A LA GUERRA, no son simples lemas o eslóganes vacíos. Son columna vertebral.
Javier Krahe pagó muy caro retratar al González otanista en su “Cuervo Ingenuo” pero asumió el riesgo y lo hizo.Nosotros tenemos que asumir los riesgos que se corren cuando escuchamos a “los hombres blancos hablar con lengua de serpiente”.Una cosa es oír, otra hacerles caso.
Ya lo decía mi madre: Mejor solos que mal acompañados.
Ah, y la Historia enseña que en los conflictos bélicos - basta estudiar a la Monarquía hispánica en la "Guerra de los Treinta Años"- se puede entrar de potencia imbatida y salir de segundón.Así que es mejor no pensar lo que le ocurre al que entra ya de segundón portamisiles.