Hay una noticia reciente que bien vale que se le dedique un poco más de atención que la que reciben las noticias de un solo día que aparecen en los periódicos, que al día siguiente ya están caducas.
En unos pocos meses de ejercicio, el Gobierno de la nación ha conseguido hacerse altamente odioso, perdiendo nada menos que nueve puntos porcentuales de aquel porcentaje de votos que en noviembre le dio la mayoría absoluta. Dentro del Gobierno, quien quizá haya alcanzado las más altas cotas de desprestigio es el que viene siendo el ministro más repelente y antipático de toda la democracia. Como pueden ustedes imaginar, me estoy refiriendo a Cristóbal Montoro, Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, que ve la vida por un canuto, el suyo, y tiene sensación de que va a meternos a todos en vereda chupándonos la sangre. Ignora este señor que con esa “política” lo único que está consiguiendo es frenar el consumo y conseguir menor recaudación. ¿Quién se lo hará ver?
Sin embargo, como quiera que nadie hace todo, absolutamente todo, mal o equivocado, he descubierto recientemente una única cosa que este señor ha hecho bien, y por tanto, creo que vale la pena destacarla porque es una buena noticia y es muy significativa.
Ahora que escribo estas líneas es 31 de julio de 2012, día de San Ignacio de Loyola. Eso quiere decir que mañana es 1 de agosto. Pues bien, mañana es una fecha muy significativa porque mañana vence el plazo que el señor Montoro—el guerrero del antifaz Montoro—ha dado a una serie de señoras y señores, mayoritariamente del PSOE, para que elijan entre la pensión indemnizatoria que el Estado otorga a los ex altos cargos o la remuneración pública o privada que perciben. Esto supone simplemente aplicar el reciente real decreto de 13 de julio pasado.
Muy callado se lo tenían estos cesantes del PSOE viviendo de varios sueldos públicos mientras el pueblo lo pasa mal. Quienes se han visto afectados por esta medida son gentes tan conocidas como José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba, Pepiño Blanco, Manolo Cháves, Elena Salgado, María Teresa Fernández de la “Vogue”, Rosa Aguilar, Francisco Caamaño, Valeriano Gómez, Miguel Ángel Moratinos, Ángel Gabilondo, Miguel Sebastian, Celestino Corbacho, Bibiana Aído, Carmen Chacón, Gaspar Zarrías, Ángeles González Sinde, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, Cándido Conde Pumpido, Bernardino León y Carlos Dívar. También hay algunos del PP.
En fin, toda una panda de angelitos que se iban de rositas llenándose los bolsillos de manera abundante y por varios sitios.
Parece que aunque nos cueste dinero que Zapatero se toque los cojones mientras se dedica a contar las nubes, por lo menos vamos a tener el consuelo de que nos cueste la mitad. Algo es algo. A María Teresa Fernández de la “Vogue” le ha pillado esta medida de austeridad después de que se hiciera ese lifting millonario con el que ha conseguido tener un aspecto…normal. Como es bueno alegrarse con el bien ajeno, me alegro. Con su pan se lo coma. A lo mejor liga algo. Pepiño Blanco, el “campeón”, va a tener que conformarse con su sueldo de diputado, las dietas, los desplazamientos y los alojamientos. No está mal. Claro que si considera que aun así gana poco, podría poner una gasolinera. Chaves también tendrá que elegir. Este histórico del Partido Socialista OOOOOOOOOOOOOOOOOOOObrero Español lleva tantos años viviendo del cuento que ya no se acuerda de qué es un obrero. Un ejercicio práctico de austeridad no le vendrá nada mal. En cuanto a Rubalcaba, sería muy interesante saber si, además de su sueldo como diputado, cobra un buen pellizco—incompatible—del partido. A Bibiana Aído le han hecho disminuir el derroche al que se dedica en Nueva York donde hace tiempo le blindaron un cargo en la ONU, pero pagado por el Estado Español. Evidentemente, la niña, en Nueva York no está haciendo ni el huevo, que es lo único que ha sabido hacer en toda su vida. Por lo menos, que se gaste la mitad de dinero y esperemos que el chollo se le acabe pronto.
Repito: ¡Qué callado se lo tenían! ¿No les dará vergüenza en los tiempos que corren cobrar dos sueldos oficiales y grandes? Todos ellos son unos verdaderos defensores de la Patria…
Los que se encuentran en esta situación son aproximadamente cien ex altos cargos. Como digo, mañana tienen como último día de plazo para decidir con qué remuneración se quieren quedar. Si dan la callada por respuesta, se les quitará la pensión indemnizatoria.
Cuando el lector se ponga ante este artículo, por uno u otro camino, todos estos ex altos cargos habrán sido “sangrados” como se nos está sangrando a todos los españoles. La cantidad que se recaudará por este concepto será mínima, pues solo son cien listos menos tomándonos el pelo. Pero es una buena medida. Hay que reconocerlo en honor de ese ministro repelente que al menos por una vez ha hecho algo bien, esto es, sangrarnos no solo a los de siempre, sino a unos cuantos más, aunque sean solo cien. A ver si se anima con ese 23% de economía sumergida…
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