Noche electoral inesperada la del 28 de mayo para todos los partidos políticos, para los medios de comunicación e incluso para la propia ciudadanía. Ni perdedores ni ganadores esperaban estos resultados que nos permiten hacer una foto del país donde predomina el color azul, aunque esta no corresponda a lo que realmente representa.
Me explico, el Partido Popular claro vencedor de las elecciones según esa foto aparenta un poder casi absoluto, sin embargo pasado el tiempo necesario de reflexión para tomar conciencia y poder analizar los resultados, podemos observar que ese color azul, dependiendo de donde miremos, se torna turquesa, porque es falso que el PP vaya a tener el poder, el poder lo va a ostentar su socio de gobierno VOX que va a ir marcando la agenda de la derecha con las propuestas más reaccionarias. Y aunque pasados los días ya se va vislumbrando en algunos medios ese color real, a día de hoy se sigue escribiendo y hablando del poder que ha conseguido el PP, un ganador que visto en la distancia de un futuro próximo seguramente no lo sea tanto.
El Partido Popular al contrario de lo que pueda parecer, teniendo como referencia el color azul que inundó los televisores en la noche del domingo no tiene intención de formar gobierno en breve, su intención manifestada por varios de sus barones es la de estirar los plazos como si fueran chicle. Un sin sentido sabiendo las ganas que el señor Feijoó tiene de alcanzar el poder.
¿Qué está pasando? La respuesta más lógica es que a la derecha le incomoda su futuro socio, es consciente de que ese pacto no es bien visto por muchos de sus votantes. A sus votantes más moderados y a los tránsfugas del ala más centrista les incomoda que se les relacione con la derecha reaccionaria, con VOX. Por eso la intención del Partido Popular es la de estirar los tiempos, para que en las próximas nacionales la izquierda no pueda usar ese argumento, real, sobre su bajada de pantalones. Habrá quien piense que esa expresión es mucho decir, pero si leemos las declaraciones de Santiago Abascal pidiendo representación en los órganos de gobierno que ellos desprecian (diputaciones y comunidades autónomas) a cambio de sus votos, así como estipulando qué medidas de su programa van a tener que acatar desde el PP, los populares para gobernar van a tener que ceder derechos de la ciudadanía. Así, donde el domingo había azul, en breve se acercará más al verde.
Ayer mismo escuchaba de nuevo las declaraciones de Ignacio Garriga argumentando que hay que quitarle la sanidad pública a los inmigrantes sin residencia legal en el país porque asfixian la sanidad, habrá quien compre ese discurso, sin embargo les están mintiendo, las urgencias médicas de primaria son copadas en su gran mayoría por españoles y españolas, así como las consultas ordinarias en atención primaria y las razones son evidentes: somos muchos más (aproximadamente 40M españoles frente a 4m de personas extranjeras) tenemos más patologías crónicas, tenemos claro que la sanidad pública es un derecho, tenemos más tiempo, tenemos más familia a la que atender, etc. A esta mentira repetida por la ultraderecha hay que añadir otras tantas, argumentadas por sus lideres como mantras, la negación de la Violencia contra las mujeres, el cambio climático, el derecho a la salud sexual y reproductiva de la mujer, el derecho al matrimonio homosexual, la necesidad de un estado autonómico, el derecho de la autodeterminación de género, la educación plural e inclusiva, etc. Este es el partido con el que el Partido Popular va a tener que ceder para obtener el poder.
Es por todo esto que el PP de Feijoó no quiere llegar a unas elecciones nacionales con fotos de los pactos de gobierno en comunidades autonómicas y en grandes ayuntamientos con los ultra derechistas de VOX, porque le pueden restar votos entre sus votantes más demócratas, y es por esto mismo por lo que los medios de comunicación de este país, mayoritariamente de corte ideológico de derechas, no han puesto el foco en lo que a los españoles les viene de frente en breve.
El poder no va a estar en manos del más votado, el poder va a estar en manos de políticos ultra derechistas que niegan derechos a la ciudadanía, el poder va a estar en VOX.