Hace unos meses desde el obispado se lanzaba la idea de celebrar una Magna Mariana con motivo de la celebración del 775 aniversario de la Catedral de Córdoba -Antigua Mezquita-, trasladando hasta la misma las imágenes de las Vírgenes coronadas de toda la provincia.

Los mismos años 775, son los que celebramos de la Aparición de la Virgen en este Año Jubilar,  una coincidencia digna de tener en cuenta y, personalmente, creo que ante una llamada del obispo, Pastor de la toda la iglesia cordobesa, y dado que las hermandades formamos parte de la iglesia como asociaciones de fieles cristianos debemos escuchar y obrar en consecuencia. Otra cosa bien distinta es que por motivos logísticos y económicos a algunas hermandades les sea complicado llevar hasta allí a sus devociones más queridas, aunque creo que el económico en este caso sea el menos, ya que siendo en su mayoría patronas las economías de estas cofradías son mucho más saneadas en su mayoría, pero es cierto que esto supone un gran gasto para las mismas.

El pretender buscar otro motivo o buscar entresijos, que verdaderamente no tienen nada que ver con el testimonio de Cristo y nuestra fe, es algo que no debe preocuparnos lo más mínimo a todos los cofrades y cristianos que formamos parte de la iglesia cordobesa, eso queda para aquellos que continuamente atacan a la iglesia y por tanto no  a todos los que formamos parte de ella. A mí me da igual todo cuanto se esté formando en torno a la Santa Iglesia Catedral, sí me preocupa que en un estado de derecho nos pretendan arrebatar algo que pertenece a nuestra iglesia desde hace casi ocho siglos.

Pero independientemente de esto, la llamada de nuestro Pastor para realizar una Mater Dei, a la que pueden acudir imágenes, algunas  con devoción desde tiempo inmemorial, creo que además de ser algo histórico, único e irrepetible, es un culto público en las calles demostrando así nuestra fe y nuestras devociones.

En el caso que a nosotros nos ocupa, la Virgen de la Sierra está llamada a participar en esta Mater Dei, nombre puesto para dicha magna, y como no podía ser de otra forma las opiniones sobre esto están unas a favor y otras opinan todo lo contrario. Recuerdo que el pasado año se celebró el Roció de la Fe, donde asistieron las Hermandades Filiales de toda la provincia e incluso la Hermandad Matriz de Almonte. Todas las de la provincia acudieron con sus titulares, su Sinpecado y fue algo histórico, único e irrepetible quizás. Aunque el ejemplo puede ser el menos adecuado, aquello se vivió intensamente y ver la carreta y el Sinpecado de Cabra, caló entre todos los rocieros y entre todos los cordobeses.

Ahora la llamada es a la Archicofradía de la Virgen de la Sierra, la devoción más antigua de toda la diócesis. Hasta su casita blanca han acudido miles y miles de devotos de toda la comarca y campiña cordobesa durante siglos, siendo nuestra patrona, devoción, amparo y consuelo de todos ellos. Para mí, sinceramente, el simple hecho de ver a la Virgen de la Sierra devolver esa visita de alguna manera a todos aquellos que en ella han tenido su faro y guía en el traslado de ida y vuelta hasta nuestra capital,  ya es motivo más que suficiente para que Ella esté presente en esta Mater Dei.

Podremos buscar decenas de excusas, cientos de inconvenientes, miles de justificaciones, pero sabiendo que la Virgen dijo sí  Dios, “hágase en mi tu voluntad” poniéndose a su servicio, y si Dios a través de la Santísima Virgen es el que nos mueve a demostrarle nuestro amor, devoción y fe creo que es más el bien que la Virgen puede hacer, pudiendo acrecentarse aún más la devoción, que una simple excusa que impida que nuestra patrona bendiga todos los lugares por donde pase. Todas las opiniones son respetables y todo voto válido, yo por motivos personales no podré depositar mi voto, pero sí lo hago desde esta tribuna.

SÍ a participar en un acontecimiento ante la llamada de la Iglesia.

SÍ a que nuestra patrona, la cual pertenece a todos su devotos, bendiga todos los pueblos y campos.

SÍ a llevar la devoción más antigua a todos aquellos que quieran acercarse y verla en la Santa Iglesia Catedral y así ganar también el Jubileo.

SÍ a ser servidores de la iglesia a la que todos pertenecemos.

SÍ a compartir con todos, lo mejor que Dios nos ha dado para Cabra.

SÍ a María de la Sierra porque ella se puso desde el principio en camino, servidora de Dios.

SÍ a María, Madre de Dios y Madre Nuestra.